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El Viejo, Nicaragua

“HACER ALGO GRADE POR JESÚS”

Les compartimos en esta ocasión, la experiencia con la que culminamos la preparación de las y los niños de la Catequesis en el Centro Catequístico en nuestra Misión de EL Viejo en Nicaragua, donde la satisfacción, la esperanza y la alegría siguen siendo gratificantes en medio de los desafíos que se van experimentando para responder al seguimiento de Jesús.

“Último Taller de Catequistas”

Empezamos cerrando el año 2014 con los talleres que mes con mes las y los Catequistas recibían para transmitir con alegría las Catequesis, dejándose descubrir en la novedad del Dios de Jesús que siempre sale al encuentro desde trato con las y los niños, en la sensibilidad a cada una de sus realidades.

Nuestro último taller tuvo lugar al sensibilizar la mirada del corazón para maravillarse de la acción del Espíritu Santo acogiendo desde la riqueza y vulnerabilidad su misterio y así, vivir como Catequistas el impulso y motivación de éste compromiso.

“Cierre de grupos de Catequesis”

Después de todo un año de preparación para recibir el Sacramento de la Primera Comunión, los grupos de niñas y niños de Catequesis junto con sus Catequistas organizaron algunas actividades para cerrar con un compartir alegre todo el proceso de aprendizaje en el que pudieron conocer a Jesús amigo y en el que siguen disponiéndose para recibirlo.

Cada grupo empezó por la oración participativa, se sentía un ambiente de mucho agradecimiento por lo que cada niña y niño recogía de sus experiencias. Después realizaron diferentes actividades con dinámicas, juegos, piñatas, comida, etc. el Centro Catequístico estaba lleno de alegría, risas, abrazos y un compartir lleno de confianza y cariño.

“Sacramento de Reconciliación y
Primera Comunión”

El sábado 13 de diciembre, nuevamente el Centro Catequístico acogía a las niñas y niños para ir a recibir el Sacramento de la Reconciliación. Se veían rostros muy nerviosos, preocupados, hasta con miedito, vergüenza y pena porque tenían que compartir sus “pecados”, después cada Catequista ordenó a su grupo y de manera ordenada, fuimos a la Basílica donde estaban los Sacerdotes que los esperaban. Para empezar, Monseñor Rodrigo Urbina, párroco de la Basílica de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción de María, animaba a las niñas y niños a sentirse en confianza porque tendrían un momento privilegiado para sentirse en amistad con Jesús y que Él les espera con un corazón abierto, lleno de amor.

Al finalizar, los rostros se veían diferentes, más sueltos, contentos compartiendo entre sí cómo se sentían disfrutando porque ya estaban preparados hacer su Primera Comunión.

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Al día siguiente, el domingo 14, desde muy temprano empezaron a llegar niñas y niños con una alegría inmensa ya que por fin había llegado el día tan esperado. Jesús los estaba esperando y la emoción de recibirlo en el Sacramento de la Eucaristía rebozaba. En la homilía se les invitaba a buscar espacios que les impulse a continuar el seguimiento y a vivir con alegría y servicio los momentos en los que Jesús sale al encuentro.

Después de la Eucaristía nos dirigimos al salón del Centro Catequístico que también estaba preparado con adornos para recibir y celebrar este momento especial donde se tuvo el compartir y agradecer finalizando con un refrigerio y una bolsa de caramelos para las y los niños.

“Evaluación”

Con las y los Catequistas cerramos el año 2014 reflexionando, interiorizando y evaluando el proceso de formación, de servicio y entrega, recogiendo el crecimiento y aprendizajes que han alcanzado en su compromiso como Catequistas.

La experiencia estuvo llena de aprendizajes, encuentros y retos que hicieron fortalecer el ser Catequistas. Todo un proceso que motivaba a reflexionar, cuestionar y confrontar la práctica en el caminar; generando nuevas ideas, sueños, nuevas formas de acompañar y transmitir el Evangelio.

Después de la evaluación tuvimos un momento de convivencia celebrando lo que habíamos logrado como grupo. Realizamos algunas dinámicas y juegos disfrutando de la grandeza natural que nos rodeaba y la inmensidad de Dios que en ella veíamos.

Y así, se sentía la invitación para continuar el año 2015 con la frase de la M. Margarita “Que no se nos pase la vida sin hacer algo grade por Jesús”.

Ana Noemi Chocón Ajcú, MMB

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