NOTICIAS

Colomba, Guatemala

“LA RELIGIOSIDAD POPULAR CONVOCA, UNE Y LIBERA”

En el marco de la Semana Santa y a través de la religiosidad popular unida a la liturgia, la Iglesia nos convoca a vivir con fe y esperanza el Triduo Pascual de la pasión-muerte-resurrección de Jesucristo.

Este año hemos vivido la experiencia de sentirnos convocadas a vivir una semana profundamente misionera cerca de las comunidades más lejanas de la Parroquia. Venidas de la capital de Guatemala, Villa Nueva, San Martin y Colomba, nos dimos cita en Colomba 9 misioneras, 2 misioneros, 6 religiosas de la congregación del Cenáculo Dominicano y 6 MMB para compartir con las comunidades, organizarnos desde las prioridades de cada lugar con las actividades litúrgicas y vivir como una más en las comunidades donde estuvimos presentes.

La riqueza de la liturgia de estos días santos se ha visto enriquecida por la religiosidad popular que convoca a las personas sin distinción alguna, une a las familias más allá de los credos y libera a quien se deja tocar por la gracia que no busca más que reconciliarnos integralmente.

img-colegio_01

img-colegio_01

Más allá de lo litúrgico, Colomba se viste de fiesta porque las familias están alegres, ya que sus hijas e hijos vienen a pasar unos días en el hogar que los vio crecer. Las calles huelen a pan especial de Semana Santa y son adornadas con arcos de tarro y frutos de la región: piña, melocotón, hojas de pacaya, plátanos, flores, etc. En las capillas se siente impregnado el aroma a corozo y lucen cortinas en colores blanco y morado que le dan mayor realce a las celebraciones de estos días.

En las calles hay mucho movimiento, personas van y vienen para hacer las compras antes del jueves santo. Todo es alegría, fiesta, pero también un tiempo propicio para reconocer que junto a Jesús, también el pueblo en cada persona caminamos hacia el calvario con la esperanza puesta en la Resurrección. Al finalizar el domingo de Resurrección las calles se vuelven a llenar de gente, los visitantes regresan a sus lugares de trabajo, el pueblo queda nuevamente en calma y en el ambiente se respira tranquilidad, pero también un poco de nostalgia combinada con esperanza y agradecimiento por haber vivido este tiempo y sentir que Dios camina con su pueblo.

Nora Angélica Gómez Mares, MMB

img-colegio_01