“¿QUÉ DECIMOS

LAS Y LOS JÓVENES?”

Durante dos días las y los jóvenes de la zona Sur, formada por cinco parroquias nos hemos reunido para reflexionar sobre el tema: “Tierra y Territorio”. Dicha reflexión nos llevó a conocer y analizar las leyes que protegen a la Madre Tierra y al mismo tiempo, conocer las leyes que amenazan la autonomía y libre determinación de los pueblos, ejidatarios, comuneros y pequeñas personas propietarias.

Hablar de territorio es hablar de todos los recursos naturales, minas, agua… también está relacionada con la población, culturas, idiomas y que de una u otra manera, se ven amenazadas por las diferentes reformas que se han hecho en el país.

Sin duda alguna, esta reflexión-análisis nos lleva al compromiso de proteger, cuidar y amar a la Madre Tierra, ya que somos parte de ella. Como personas cristianas tenemos una gran responsabilidad de ser coherentes con nuestras acciones.

En el tiempo del “pensar”, nos ayudó a la reflexión el hermano Abel Hidalgo, quien nos animó a conectar con la sabiduría de nuestras abuelas y abuelos, la necesidad de volver a beber de la sabiduría de ellas y ellos para reencontrar el camino hacia esa nueva relación.

En el tiempo de “actuar” nos ayudó otro hermano, Miguel Altamirano, junto con su hijo Miguelito quienes nos compartieron su experiencia desde la práctica que están haciendo de cuidar, amar y defender la tierra.

Jóvenes de Soyatitán

“Experiencia

familiar y comunitaria en el

cuidado de la Madre Tierra”

Quiero compartirles mi experiencia y la de mi familia en el trabajo y cuidado de la Madre Tierra.

Como familia hemos sembrado maíz, frijol, tomate, pepino, sandia, jocote y mango. Al trasplantar el tomate y las otras plantas, les fuimos poniendo abono orgánico que hizo mi papá y en el tiempo que no llovía mis hermanas, junto con mi papá y yo, fuimos a regar las plantas, así fue posible la cosecha. De esta forma, también mi mamá se ahorró dinero en estos meses al no comprar tomate.

En la casa comemos lo más sano posible, tenemos unos cuantos conejos, pollos y no hay necesidad de comprar huevos y pollos de granja para comer, porque lo tenemos todo en casa. Mi papá tiene sembrado, árboles frutales como: mango, guayaba, jocote, guanábana, naranja, mandarina, lima, limón y también contamos con un árbol de tamarindo. Aprovechamos de sus frutos para preparar agua fresca y no comprar refrescos. También mi papá y otros compañeros trabajan en colectivo la producción de miel, siembra de cacahuate, siembra de caña para hacer panela y también siembra de guineos. Son muy organizados.

Todo esto es gracias a Dios, que lo ha creado para el bien de nosotras/os y para que sepamos valorar y amar a la Madre Tierra, respetando la sabiduría de nuestras abuelas y abuelos.

Miguelito Altamirano