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Colomba, Guatemala

“RENOVANDO NUESTRO COMPROMISO Y DAR LA VIDA”

Como Instituto de Mercedarias Misioneras de Bérriz en cada cambio de etapa en el proceso de formación, celebramos en comunidad y de manera significativa la continua respuesta que cada una de las hermanas da al seguimiento de Jesús.

En esta oportunidad dos de nuestras hermanas Ana Noemi Chocón Ajcú y Paulina Soltero Barba, realizaron por tres años más la 1era renovación de sus Votos. Es una etapa en la que continúan una mayor integración en la vida misionera, de responsabilidad en el trabajo y capacitación para la acción evangelizadora, a la cual son enviadas por el Instituto.

Cada una nos narra su experiencia vivida en las distintas comunidades en donde se encuentran.

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“Ser signo de la Merced de Dios
para la humanidad”

Y llegó el momento en que la convicción por seguir a Jesús se refuerza desde una significativa celebración comunitaria en la que, compartí la dicha de continuar diciendo “Sí”, a la luz de María de la Merced, al compromiso con esta opción de vida como MMB, realizando mi “1ra Renovación de Votos” el día 7 de septiembre a las 6 de la tarde.

Una Celebración de la Palabra que, a vísperas de la celebración por la “Natividad de María”, preparé con mucha ilusión, teniendo presente la Profesión de Votos que hace tres años junto con Ana Noemi Chocón, compartimos al ir caminando a la par en nuestra formación.

Compartimos este momento especial las hermanas de nuestra comunidad de Colomba, junto con las 3 jóvenes voluntarias, Ani, Magui y Pili que, de manera especial, ya están siendo parte de nuestra comunidad colombina.

El Evangelio de Juan, iluminó esta tarde recordándonos que Jesús nos dice…

“Mi mandamiento es éste: ámense unas a otras como Yo las he amado. No hay amor más grande que éste: Dar la vida por sus amigas y amigos. Ustedes son mis amigas si cumplen lo que les mando. Ya no les diré servidoras, porque una servidora no sabe lo que hace su patrón. Les digo: Amigas, porque les he dado a conocer todo lo que aprendí de mi Padre. Ustedes no me escogieron a mí. Yo soy quien las escogí a ustedes y las he elegido para que vayan y produzcan frutos, y ese fruto permanezca. Y quiero que todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, Él se los conceda”.

De este modo, entre símbolos, cantos, peticiones, silencios y oración, participamos juntas en el profundo deseo que me invade, de continuar la ilusión de ser signo de la Merced de Dios para la humanidad, respondiendo como la M. Margarita en fidelidad al seguimiento de Jesús.

La comunidad vivió conmigo esta acción de gracias bendiciendo mi caminar para que “haga realidad los valores del Evangelio por el Carisma Liberado…” y así, expresaron también, sus buenos deseos y peticiones en este camino que vamos haciendo juntas como Área e Instituto.

Me siento muy agradecida y muy contenta por la oportunidad de estar en la Misión de Colomba, realizando en plenitud lo que más deseo en la vida y con ello, viviendo detalle a detalle la amistad que Jesús me ofrece en esta tierra sagrada, teniendo presentes los lugares donde he vivido la Misión y a su gente, a mis amistades y por supuesto a mi familia que, con su cariño y apoyo son parte esencial para vivir alegremente mi vocación.

Paulina Soltero Barba, MMB

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“Dios deja a nuestra voluntad
la correspondencia”

El día 8 de septiembre fiesta de la “Natividad de María”, junto con mis hermanas de comunidad Ana Lourdes y Graciela, y junto a mi familia, pude realizar mi “1ra Renovación de Votos”. Fue un día muy significativo en el que pude confirmar cómo la Vida me seguía mostrando el camino para vivir mi vocación en el seguimiento a Jesús con mayor sentido y con gran agradecimiento por todo el camino recorrido hasta el día de hoy.

Tuvimos una oración especial con cantos, salmos, lecturas bíblicas y símbolos, cada uno contenía un profundo significado de lo que ha sido mi proceso de formación, un proceso que está lleno de personas, lugares y miles de experiencias que me fortalecen para que mi respuesta a este compromiso siga siendo libre y personal.

Algo elemental en este momento de oración, fue sentirme enviada por el Instituto, mi comunidad y especialmente mi familia, esto dio lugar a que cada una/o me expresara sus deseos y las motivaciones que yo necesitaría en la continuidad de mi vida misionera. Yo estaba realmente muy contenta y agradecida porque en cada palabra era sentir la energía de mi gente que me impulsa a dar lo mejor que yo tengo y poder seguir siendo feliz ante esto que siempre he querido y por lo que sigo optando, siendo consciente de que voy acompañada por el cariño y la confianza de quienes creen en mí.

Posteriormente tuvimos una rica cena con café, panes y paches, una comida típica de Guatemala. El ambiente se seguía alegrando con el compartir las experiencias del día a día y así seguíamos celebrando este acontecimiento muy importante para mí.

Quiero quedarme con una frase de la M. Margarita, nuestra fundadora, que recoge este momento especial y que también me invita a celebrar los momentos significativos donde Dios me muestra su pedagogía y así, disfrutar alegremente la vida que se me ha regalado… “Hay momento en la vida de trascendencia importantísima, y es cuando Dios nos enseña un camino a seguir y deja a nuestra voluntad la correspondencia”.

Ana Noemi Chocón Ajcú, MMB