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Guadalajara, México

“SER CATEQUISTA DESDE
EL CARISMA MERCEDARIO”

Las mamás Catequistas de primaria son un grupo muy especial en el Colegio. Treinta mujeres que entregan su tiempo gratuitamente los martes y jueves para compartir su fe con las niñas. Tienen su formación semanal para que en ellas mismas vaya creciendo su fe y trabajo en grupo con sus respectivas coordinadoras y así, preparar las clases de la semana. También preparan celebraciones para toda la Primaria, de lo más atractivas y sugerentes, con motivo de fiestas litúrgicas claves.

Al comenzar este curso, la Hna. Gema les presentó un Power Point del Carisma MMB que desató una serie de comentarios espontáneos impresionantes, eran realmente clara expresión de algo que ya llevan muy dentro de su corazón. Aquí algunos tomados al azar, que la verdad reflejan el ambiente que se respira en el grupo de las Catequistas que acompañamos:

“El Carisma es servicio, inclusión que me humaniza aún más el sentido de la persona y que genera empatía en mí con esta gran Familia Mercedaria. Tengo a mi hija en el colegio por los valores que promueve, sobre todo la libertad…”

“… Quisiera que se trasmitiera a todas las madres y padres de familia, quiero que mis hijas sean personas libres, responsables, sensibles a las necesidades de las demás personas, mujeres misericordiosas, por eso me gusta venir a la catequesis… eso es lo que se trasmite”.

“Quiero hacer de este Carisma un modo de vida en todos los entornos en que me muevo, iniciando conmigo y con las personas que conozco. Tengo a mi hija en este Colegio porque considero que el sello con el que salen de aquí es inigualable y visible, sobre todo el acercarse a otras realidades sin que le sean ajenas”.

“Pensar en el Carisma me hace sentirme liberada, libre de todo aquello que no nos deja avanzar, compartiendo la universalidad desde nuestra pobreza, desde nuestra realidad, en una sola familia… quiero compartir la felicidad de conocer a Jesús. Dar a conocer su mensaje liberador de amor, llamadas/os a amar y servir, confiando en Jesús para esta Misión”.

“Me llena de orgullo, de admiración esta obra tan grande y llena de alegría, de entrega gratuita y desinteresada sólo por amor hacia las demás personas en especial a las más necesitadas. Me encanta el Carisma, quiero que mis hijas lo vivan también. Soy Catequista porque siento que es una forma de participar aunque muy pequeña, en la construcción del Reino de Dios”.

“Para mí ser Catequista en este colegio ha significado mi propia evangelización, mi crecimiento espiritual y personal… gracias a esto descubrí en mí una capacidad de servicio a las demás personas (niñas, personas de la tercera edad, etc.) que sinceramente no sabía que tenía. Actualmente puedo decir que ya es una necesidad estar en contacto con esta maravillosa experiencia”.

“El Carisma me despierta el sentimiento de vivir la relación con Dios en libertad y alegría. Deseo que mi hija descubra a Dios de una manera libre y alegre. Quiero trasmitir esa alegría a estas niñas maravillosas”.

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“Me siento feliz de participar en esta gran obra de la que me he enamorado… rostro de Dios amoroso que se muestra a través de toda esta formación. Tenemos a nuestras hijas en este colegio porque la forma de vivir la fe de mi marido y la mía va completamente en la línea del rostro de Dios amoroso que se muestra y enseña a través de las Mercedarias y de todo su equipo de Catequistas. Quiero ser Catequista porque me siento comprometida con mi Padre Dios de hacer llegar su mensaje de amor a todas las personas y en esta Comunidad Mercedaria es donde quiero estar porque me siento profundamente agradecida a las hermanas y al Colegio”.

“Me gusta el Carisma Mercedario porque enseña a mi hija a quererse como Dios la creó, a querer a las personas por lo que somos y no por lo que tenemos, porque todas y todos somos iguales, porque todas/os somos junto con Él parte de un plan Divino, porque la inclusión es parte importante de ese orden para que podamos llegar a ser parte de él y así, poder compartir unas/os a otras/os y vivir con Él y para Él. Tengo a mi hija en este Colegio porque quiero que viva cada día en su vida práctica lo que predicamos; que si te enseñan la inclusión, que de verdad la viva con sus compañeras, que si te enseñan la compasión, que sepa ayudar a la persona más próxima, por eso es tan importante para mí estar comprometida con Grummer, que si predica el amor, que aprenda a ser buena hija, buena hermana, buena amiga. Me gusta ser Catequista porque les puedo enseñar a las niñas que la vida de Jesús es algo que se puede poner en práctica todos los días”.

“Para mí es ver el rostro de Dios en la inocencia de las niñas, cada una con su personalidad llevan a Jesús y nos hacen entender la entrega de amor que hay en Dios para nosotras/os. Dios nos abre puertas y ventanas para seguirle y a mí, me dio la oportunidad de llegar al Colegio para dar a conocer a las niñas lo que he recibido en mi caminar con Cristo. Sin ser mamá Catequista, sino hija de una Catequista que ha sido mi gran ejemplo, llegué para aprender. Para mí, ser Catequista en este Colegio es recorrer ese camino que nos lleva a Dios con las niñas. Buscando que puedan encontrar en Él ese gran amor de Padre y Madre. Cuando Dios vive en nosotras/os hay que compartirlo a las demás personas, no podemos guardarnos para nosotras el Carisma Mercedario”.

“Ser Catequista provoca en mí plenitud al hablar de Jesús, el Carisma MMB me invita a que nada de lo humano me sea ajeno, voltear a ver las necesidades de las demás personas.”


Ma. Gloria Borobio, MMB