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Casa de Formación, Guatemala

“Y LA FORMACIÓN CONTINÚA CON SUS TESTIMONIOS…”

Estoy en la primera etapa de formación y en enero me ha tocado ver de “lejos”, el Capítulo del Área de Misión de la que soy parte. No quiero entrar en detalles de lo que esto es, quiero hablar de mis impresiones acerca de las mujeres que participaron este año en él.

Iban llegando poco a poco, algunas cansadas del viaje pero siempre con tiempo para una broma, una sonrisa o contando anécdotas. Las recibimos en la Casa de Formación organizándoles una comida especial; en la casa había alegría, todas compartieron saludos e inmediatamente se preguntaban sororalmente: ¿cómo estás?, ¿cómo sigues?, en fin, se dieron permiso de gozar y saborear los encuentros para luego entrar en las labores propias del Capítulo.

Después, tuvimos la oportunidad de volver a coincidir en un paseo a Iximché, un lugar sagrado de la civilización maya que data del año 1114 a. C. Todas se veían sumamente interesadas y animadas a recorrer el lugar y era increíble cómo se motivaban entre ellas, su intuición les hacía permanecer atentas todo el tiempo a todas, daban sus brazos, eran apoyo y ojos para las demás en esta caminata.

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Por último, nos encontramos en una celebración en donde se dio por terminado su arduo trabajo de diálogos, oración y reflexiones. Todas se dispusieron a bailar, a cantar, a reír y a compartir el momento, celebraron su esfuerzo y el anhelo de regresar a las casas de Misión, volver a sus trabajos y estar con su gente.

Mientras las capitulares estaban reunidas, la “Güerita” – Carmen Ayerbe- y yo nos quedamos en casa. También tuve la oportunidad de contemplarle, de ver la discreción de su entrega, su dedicación a la casa y sus atenciones incluso hacia mí. Ella tiene 85 años y un espíritu más joven que el mío.

Sin duda, estos momentos han sido de formación y de una gran riqueza en mi seguimiento a Jesús, pues en cada una de sus atenciones, de su energía, de sus sueños y de sus danzas, en mis hermanas le podía ver a Él, percibía una invitación muy honda a contagiarme de ese espíritu de servicio, de sencillez y de entrega… de danzar la vida con ellas desde el Carisma Mercedario… Gracias a cada una.

Gloria Sofía Martínez, Postulante MMB