“NUESTRO SÍ AL DIOS DE JESÚS”

El pasado 5 y 8 de febrero hemos celebrado como Familia Mercedaria, en especial la Región México-Centroamérica, la renovación de Votos de dos de nuestras hermanas Junioras y el inicio a nuevas etapas de formación de tres hermanas que siguen entusiasmándose desde nuestro Carisma Liberador en la opción por “Dar la vida para que otras y otros tengan Vida”. Ellas nos comparten con sencillez y emoción cómo han experimentado estas Celebraciones Comunitarias y Eucaristía junto a personas significativas que enriquecen su proceso y su Sí al Dios de Jesús.

 

“Mi primera etapa”

“… indignándonos cada día y traduciendo en actos y procesos imparables nuestra indignación. Sin miedo a la vida”

Pedro Casaldáliga.

Ya inicié mi primera etapa de formación: el Postulantado. Lo mejor de todo, en mi querida Guatemala. No es la primera vez que vengo a estas hermosas tierras, pues en el 2010 viví una experiencia de voluntariado en Colomba, Quetzaltenango. Ahora, después de cuatro años, regreso con la convicción de apostar por un estilo de vida a favor de la indignación, a favor de mis hermanas y hermanos sin voz, a favor del amor.

Para dar este paso, se llevó a cabo una muy cálida celebración el pasado 8 de febrero en la Casa de Formación de Cotió. Participaron la Comunidad Eclesial de Base y toda la comunidad de MMB. Como parte de la celebración mi formadora, María José López, me entregó la Biblia de Jerusalén, la revelación de Dios, de Dios amor. Y en medio de regalos, de telas coloridas, de cantos y risas, de unos deliciosos chuchitos y un buen café, compartí el inicio de una nueva experiencia para mí, de una nueva acogida por parte de todas las personas que asistieron, de nuevos abrazos, miradas, nombres y palabras. A pesar de que todo era nuevo, siempre me sentí en un ambiente familiar, cálido, acogedor, sin duda una gran bendición.

Agradezco de manera especial a quienes me acompañaron en el Aspirantado: las hermanas Martha Elena y Chela Pérez, por su siempre disponibilidad, paciencia y sobre todo cariño. Gracias también a todas y cada una de las hermanas MMB por su testimonio, sus oraciones, su lucha diaria y sus actos imparables de indignación. Cambiaron mi vida.

 

Gloria Martínez, Postulante

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“Continuamos dando nuestro Sí”

Con mucha alegría queremos compartir a todas y todos el acontecimiento que vivimos el día sábado 8 de febrero, “el paso al Noviciado”  fue una Celebración Eucarística bastante sencilla en unión y gozo con amigas y amigos, comunidad de CEBS, familias y por supuesto nuestra familia Mercedaria.

Luego de dos años de Postulantado, continuamos dando nuestro sí al Dios de Jesús que quiere hacer de nosotras mujeres libres, dispuestas y abiertas al dinamismo de nuestra experiencia misionera y al Carisma Redentor-Liberador que nos anima a salir de nosotras hacia las y los demás.

Previo a la celebración, tuvimos la oportunidad de adentrarnos al seguimiento e invitación que nos hace Jesús de Nazareth, a través de un retiro de discernimiento en el cual se nos invitaba a recoger nuestra experiencia de dos años, a acoger con agradecimiento el camino hecho y respondiendo de manera responsable a la nueva etapa, sin duda alguna, fue un día de muchos frutos y de disfrutar hacer memoria de todo lo vivido.

Seguido de la celebración, compartimos con todas las personas que nos acompañaron un delicioso chuchito con cafecito y de esa manera celebramos con  alegría e ilusión el momento de estar y empezar a vivir esta nueva etapa en nuestra vida que va siendo cada día, proceso, búsqueda y opción de una manera libre y responsable.

Mayra Castro y Betcy Chicoj, Novicias

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cotio_19cotio_21cotio_23cotio_25  “«Jesús, ¿Dónde vives? Vengan y vean. Fueron, vieron dónde vivía y se quedaron…» (Jn 1, 38-39), «…para que estuvieran con Él y para enviarlas»” (Mc. 3 14-15)En esta ocasión queremos compartir los detalles que van marcando los procesos de nuestro caminar como Junioras MMB.

El 5 de febrero vivimos la oportunidad de renovar nuestro compromiso misionero, en el que expresamos la confianza del actuar de Dios Madre-Padre en cada una de nosotras.  Durante esta etapa hemos experimentando el resonar de Dios, quien nos invita a afianzar nuestro ser mujeres en búsqueda y opción desde el seguimiento de Jesús que se sigue fiando de nosotras. Y a su paso junto al Pueblo de Dios nos vamos encontrando animadas a responder, motivadas por Margarita Ma. Maturana que nos inspira en su amor, entusiasmo y espíritu de compartir la vida con los pueblos y personas con quienes hoy concretamente nos toca vivir. Cada una en su Comunidad dio paso a la revocación de su compromiso, asumido por primera vez hace tres años.

Nora en Colomba con la Comunidad MMB y sus papás quienes vinieron desde Guadalajara, México para hacerse presentes, expresa: “En casa compartimos una celebración sencilla pero profunda, llena de signos que expresan el deseo de seguir ahondando en el Carisma MMB, desde una clara opción por el Reino vivido desde la periferia, junto al pueblo en quienes se nos revela el amor alegre y misericordioso de Dios Padre-Madre. Enseguida de la oración pasamos a la cena, un riquísimo pozole (plato típico de Guadalajara) preparado con todo el cariño por mis papás (Rita y José), el cual compartimos con otras amigas y amigos. Finalmente bailamos un poco para bajar la cena y seguir disfrutando de la fiesta, expresando con el cuerpo la vida que llena el corazón.”

Ileana en la Comunidad de Cotió en Guatemala Capital con las MMB y otras personas invitadas nos comparte: “Celebramos con la alegría y gozamos en Comunidad, valorando el matiz único y personal, sobre todo la experiencia de Dios que en cada una se va gestando. Nos experimentamos agradecidas por las muchas maravillas de la vida misma, abrazando nuestras limitaciones que van siendo signo de amarnos y amar sin duda nuestra humanidad plena.

Gozosas de poder compartirnos en todos los ámbitos y aspectos de nuestro caminar, nos dejamos acompañar al mismo tiempo que acompañamos, conscientes y libres de que nuestra opción se fortalece concretamente con la sabiduría de nuestras comunidades, pueblos y personas que se van acercando y van siendo parte en nuestro círculo de vida”.

Ileana Vázquez, MMB y Nora Gómez, MMB

“REENCANTANDO NUESTRA VIDA-MISIÓN”

“Encuentro de Junioras MMB”

Queremos compartirles que en el mes de enero tuvimos la oportunidad de reunirnos el grupo de Junioras de la Región México-Centroamérica en Guatemala para tratar y compartir varios aspectos importantes en nuestro caminar y etapa.

Dándonos un espacio de encuentro con nosotras mismas y con el grupo, fuimos acompañadas por Beatriz Becerra encargada de formación y acompañamiento de nuestra etapa con apoyo de María José López como parte importante del Equipo de Formación.

Durante la semana vivimos importantes experiencias colectivamente, esto nos permitió irnos adentrando en el compartir, siendo conscientes de nuestra realidad interna y externa que vamos viviendo en nuestras Vida-Misión.

Reelaboramos el Proyecto del Juniorado: tomando conciencia de la necesidad de concretar los pasos para nuestro caminar durante los próximos años, por ello cada una desde nuestra experiencia y realidad personal, fuimos invitadas a lanzar nuestras propuestas de búsqueda grupal, el proyecto quedo terminado gracias al aporte, oración y reflexión de cada una.
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Luego María José nos impartió un taller de “Sexualidad-Afectividad” para seguir nutriendo nuestro ser mujeres que queremos vivir comprometidamente, amando y entregando nuestra vida cada día por la Misión.

Fuimos concluyendo con la visualización y recorrido de lo vivido durante nuestro encuentro. Todas nos sentimos muy agradecidas con el compartir de cada una, que sin duda, estuvimos desde el primer momento entretejiendo en convivencia creativa y creadora.

Al finalizar nuestro encuentro cada una volvimos a nuestras misiones y comunidades a seguir transmitiendo nuestra experiencia misionera y lo vivido durante el encuentro sintiendo profundamete que:

“Lo importante no es que seamos muchas o pocas, sino que sepamos responder a nuestra vocación ahí donde Dios quiera colocarnos a cada una”

M. Margarita

 

Ileana Vázquez, MMB

“ENAMORARME DE LO QUE ME LLENA DE EMOCIÓN”

Es un gusto compartir mi experiencia en esta celebración llena de alegrías y muchas emociones, el convivir con las Jóvenes mujeres-indígenas en el Internado de San Raymundo, siempre es motivo de felicidad.

En esta ocasión me sentí muy animada, viviendo el valor de la amistad que para mí es algo que no se ve y no se toca, solamente lo sientes en las niñas internas; un valor muy bien compartido en este lugar donde es una familia que invita cada vez más a vivir nuevas experiencias desde un punto de vista diferente, en mi caso, como misión siendo parte del grupo de Laicado de Mercedarias Misioneras de Bérriz (Laicado MMB). Es una vibra en que puedo sentir como el Carisma que las caracteriza es capaz de contagiar tantas emociones.

Un poco más allá de la celebración, estas actividades son donde las jóvenes nos muestran sus habilidades artísticas, su desenvolvimiento y su mucha participación con todo el entusiasmo que les caracteriza para contagiarnos con toda esa energía. Disfrutamos con actividades como bailes, cantos, dramatizaciones, su habilidad para tocar la guitarra y creatividad a la hora de realizar cada presentación. Son admirables las habilidades y capacidades que ellas poseen para coordinarse y trabajar en equipo.

 
 
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La hora del almuerzo siempre es una bendición y más por esa unidad con la cual las jóvenes lo preparan. En esta ocasión degustamos un platillo típico de San Raymundo: pollo en Pinol. Sin duda alguna un platillo delicioso!

Desde que empecé a integrarme al grupo de Laicado en el 2011, María José, MMB mencionaba que como grupo nos propusiéramos una misión; ahí es donde tuvimos en grupo la primera visita a este Internado. Desde el primer día que visité ese maravilloso lugar fue como enamorarme de algo que hasta el día de hoy me llena de mucha emoción, teniendo la oportunidad de visitarles en varias ocasiones. He tenido buenas experiencias cantando, tocando guitarra, bailando, jugando, celebraciones patrias, el cumpleaños del pequeño Henry (hijo de una de las jóvenes), la Graduación de las niñas del Bachillerato y la más reciente celebración del “Día del Cariño”.

Es tan divertido todo, tan lleno de alegría el convivir con las jóvenes, que cada día que termina junto a ellas no quisiera irme, salgo siempre con una inmensa sonrisa.

Si resumo mis buenas experiencias, integrar el grupo de LMMB e ir al internado a compartir con estas entusiastas jóvenes, ha sido la mejor.

 

Silvia Aymée Bautista, LMMB