“YO SOY JUMMER”

Juventud Misionera Mercedaria (JUMMER) ha sido un sueño que empezó desde hace años, la alegría y el compromiso de las y los jóvenes que a lo largo de este tiempo han seguido caminando y marcando la diferencia, nos motiva hoy en día a seguir en este camino como hermanas y hermanos.

Ha sido difícil ya que hoy en día, como jóvenes tenemos muchas distracciones, nos hemos visto tentadas/os más de una vez por todo lo que nos muestra la cultura del descarte y a esto le agregamos la poca confianza que hay hacia nosotras/os. Pero nos hemos mantenido despiertas/os y seguimos avanzando, pese a las dificultades que se nos presentan en el camino, hemos tenido que remar contra corriente para bien de llevar la alegría del Evangelio desde nuestro peculiar modo de compartir la vida.

Somos una familia y como familia nos ha tocado llorar y sufrir la perdida de seres cercanos a nosotras/os (mamá, papá, o familiar de alguna compañera o compañero del grupo) hemos descubierto que es en esos momentos donde sale a relucir nuestra solidaridad y la cercanía con quienes sufren.

Tenemos claro hacia dónde vamos, qué es lo que queremos, siempre que exista alguien que necesite acompañamiento; que se sienta sola o solo, que esté pasando por un momento difícil, ahí estaremos, dispuestas/os a dar nuestro tiempo, nuestro acompañamiento pero sobre todo nuestra alegría, nuestro modelo es Cristo Redentor y como Él estamos dispuestas/os a “dar la vida para que otras y otros tengan vida”.

Más que un grupo juvenil, somos un grupo de amigas y amigos, un grupo de hermanas/os, dispuestas y dispuestos a gastarnos la vida en este caminar. Pasamos mucho tiempo juntas/os, vivimos y compartimos tantas experiencias, tantas alegrías, luchas, proyectos. Todo con el objetivo de motivar a través de nuestro ejemplo y nuestra alegría a más jóvenes, que vean que el caminar por ese Dios vivo no es motivo de tristeza o amargura, al contrario, es algo que nos llena, nos hace humanizarnos y ser más felices.

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Somos misioneras y misioneros, tratamos de mostrar eso en nuestro día a día, nunca estamos quietas/os, al contrario, hay veces que nos toca caminar bajo el sol o bajo la lluvia, caminamos largas distancias pero lo hacemos con alegría, porque sabemos que vamos a compartir con alguien que lo necesita, no nos mostramos indiferentes a la persona más próxima, siempre nos solidarizamos con las demás.

Nuestro carisma está iluminado en María de la Merced, mujer libre y liberadora, tratamos de ir rompiendo esas cadenas que no nos dejan avanzar y así ayudar también a las demás personas a liberarse de esas ataduras. De ahí viene el deseo de ser “Libres para liberar”.

Hablar de JUMMER es hablar de tantas experiencias vividas y compartidas, hoy solo puedo decir que agradezco mucho a Dios y a nuestra Madre Santísima, María de la Merced por haberme permitido coincidir y formar parte de este maravilloso grupo. También agradecer a esas personas maravillosas que siempre han creído y confiado en nosotras/os y en lo que hacemos, a todas esas personas que nos han apoyado y nos siguen apoyando. Es algo que en lo personal me sigue motivando a seguir adelante viviendo el ideal de la Merced con los pies bien puestos en la realidad, con la mirada puesta en Jesús que nos señala a nuestras/os hermanas que sufren y el corazón siempre deseoso de alcanzar una vida más digna para todas las personas.


Marleny Yoc, Laica MMB

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“UNA FIESTA QUE NOS UNE COMO FAMILIA MMB”

El día 23 de julio celebramos a nuestra querida y admirada Madre Margarita, una mujer con la mirada clavada en el ideal Misionero de llevar la Merced por todo el Mundo y que hoy en día sigue siendo un impulso para vivir con alegría y humildad cada detalle de la vida.

En la Comunidad de Colomba Guatemala hemos tenido un rezo tradicional de Laudes dirigido por la hermana Nila MMB. En este espacio de recogimiento y oración, compartimos la inspiración que la M. Margarita da a nuestro seguimiento a Jesús en la Misión. El texto que meditamos fue tomado del libro “El porqué de una transformación”, correspondiente al año 1925, cuando la M. Margarita tenía 41 años, en el que ella expresa:

“¡Qué a gusto me veo en mi pobreza! A mí se me caerían las alas para todo si no fuera por la oración, pues Dios es el único que puede cambiarme. Me hace desear la humildad tan continuamente que estoy segura que acabará por dármela… Siento grandes deseos de humildad en el seguimiento de Jesús dispuesta a hondar en el conocimiento de Dios, pues veo que este conocimiento acrecentará en mí el amor. Qué fácil sería para Jesús despejar esas oscuridades que me impiden verle como quiero. Me gusta repetirle en la oración: « ¡Señor, que yo vea!», pues sé que basta un querer suyo para alumbrarme del todo”.

Su experiencia acrecienta en nosotras el deseo de que todo nuestro ser se haga misionero, su ejemplo nos fortalece e invita constantemente a la oración, a permanecer unidas a la fuente que nos da la vida y nos hace capaces de entregarnos por completo para que la creación tenga vida.

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Por la noche hemos celebrado junto al pueblo de Colomba la Eucaristía en la que compartimos algunos rasgos de la vida de la M. Margarita, como su especial simpatía por todo lo que viene de Dios. Nos hemos sentido con el corazón muy alegre desde las vísperas, en donde las y los jóvenes se han mostrado cercanos para felicitarnos por lo que ellas/os llaman “el cumpleaños de Margarita”. Estas muestras de cariño son para nosotras un motivo de alegría y felicidad, bendición y regalo de la Madre Margarita que siempre acompaña nuestro caminar.


Nora Angélica Gómez Mares, MMB

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“NADA ES IMPOSIBLE…

TODO ES CUESTION DE FE Y VOLUNTAD”

El pasado viernes 17 de julio con el grupo JUMMER tuvimos la visita a la casa de nuestra compañera Fabiola Castro Ajanel en Colonia La Florida de nuestro municipio Colomba.

Cada viernes con los jóvenes tenemos este día especial para ir a visitar a alguna persona enferma y/o algún compañero del grupo, este fue el motivo por el cual fuimos al hogar de nuestra amiga ya que ella tiene poco tiempo de integrarse a JUMMER. Cuando nos empezamos a juntar nuestras compañeras y compañeros se encontraban algo preocupadas/os por el lugar al que nos dirigíamos, ya que La Florida es una de las colonias más conflictivas del casco urbano de Colomba, incluso algunas/os pensaron en no ir, pero uno de ellos hizo un comentario, “Dios es quien nos dirige y nos acompaña en nuestro caminar”, esto nos dio confianza e hizo que cada una/o de nosotras/os tuviéramos una mentalidad positiva y animada.

Fue así que iniciamos nuestro recorrido a las 5:30 de la tarde, mientras íbamos bajando las gradas de esta colonia la hermana Nora nos demostró un acto de servicio ayudando a una señora quien llevaba una carga. Mientras seguíamos caminando y platicando no sentimos cómo llegamos a la casa de nuestra compañera Faby Castro, ahí ya nos esperaba Mildred su hermana y su hermoso hijo de mes y medio, Alejandro. La emoción, fue ver y conocer a este lindo angelito que por cierto se encontraba dormido, ahí también estaba Doña Magdalena la abuelita y Doña Adelaida la mamá, con quienes tuvimos la oportunidad de conversar un poco.

Entonces iniciamos la Celebración de la palabra dirigida por Andrea y la reflexión estuvo a cargo de Giancarlo quien hablo acerca de las lecturas de ese día.

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Al finalizar la celebración la lluvia nos atrapo en el hogar de la familia Castro Ajanel, esto hizo que pudiéramos disfrutar despacio los deliciosos tamales que doña Adelaida preparó con mucho cariño, ella estaba muy contenta con nuestra visita y nos agradeció por llegar hasta su casa.

De conversación en conversación nos enteramos de que Mildred también fue integrante JUMMER, entre risas dijo que todas las de la familia han pasado a formar parte del grupo y se resaltó que Mayra la prima de Fabiola y Mildred fue una integrante y que ahora ya es Novicia MMB.

Salimos de la casa de la familia Castro a las 7:30 de la noche, tal era nuestra alegría que no sentimos ni el agua de la lluvia y hasta se nos olvidó lo peligroso de esta colonia, finalizamos este recorrido con una foto que muestra la emoción y alegría que sentíamos por haber llegado a donde casi nadie quiere entrar por miedo o inseguridad.

En esta experiencia nos sentimos especialmente acompañadas/os por nuestra Madre de la Merced y por Jesús quien es nuestro ejemplo de cercanía con aquellas personas que viven excluidas, y que nos motiva a llegar hasta los últimos rincones para compartir la alegría de su Palabra, Él nos impulsa, a acompañar y junto a María nos protegen en cada momento para vivir la Misión y llegar hasta los rincones olvidados para que todas y todos vivamos la libertad y gracia de ser hijas e hijos de Dios.


Fernanda Méndez
Integrante de JUMMER

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“HACER LÍO POR UNA NOBLE CAUSA”

El 18 y 19 de julio reunidas/os en las instalaciones del Gimnasio Municipal de Colomba nos dimos cita por una causa común, “Recaudar fondos para la operación de Don Hugo Velásquez”, jóvenes de los distintos lugares y grupos juveniles llegaron para apoyar la causa de una manera divertida que nos hizo desgastar las energías en la cancha detrás de la pelota, anotando goles o gritando en la tribuna.

Que alegría se respiraba y con qué entusiasmo se compartió los dos días. Hubo familias completas que llegaron sólo a pasar el día viendo jugar a sus hijas/os, amigas/os o familiares. Se podía ver cómo las niñas y niños esperaban con entusiasmo los tiempos intermedios para entrar a toda prisa a la cancha y jugar aunque fueran unos minutos entre partido y partido.

En otras ocasiones los juegos han sido continuos y no se daba tiempo para abandonar la chancha pero en esta ocasión programamos tiempos libres, de igual manera la cancha estuvo llena todo el tiempo, pero esos intermedios fueron, en gran parte, lo que nos alegraba, incluso en más de un momento se vio a las y los jóvenes de la Coordinación de la Pastoral Juvenil jugando, ya que la alegría de esas niñas y niños se contagiaba y nos animaba a ser como ellas y ellos, simplemente niñas, simplemente niños disfrutando el momento en el que la vida acontece.

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Al terminar la actividad recogimos los frutos, pudimos recaudar casi la mitad de lo que se necesita para la operación de don Hugo y eso nos llenó de orgullo, pero sobre todo terminamos alegres, con una satisfacción diferente a otros años, quizá sea porque de cada experiencia hemos aprendido un poco más y los años nos van dando cierta confianza en nosotras/os mismas/os, quizá sólo sea que la Acción de Dios se hizo presente y unida a nuestra disponibilidad y entrega, cerró con broche de oro lo que habíamos planificado en ese nuestro afán de querer “hacer algo grande por Jesús”.

Porque lo importante no era ganar, sino ayudar a quien tiene necesidad. Una vez más hemos constatado que, cuando se trata de “hacer lío” por una noble causa, las y los jóvenes son los primeros en responder y en esta ocasión lo hicieron mediante los juegos de papi-fut y básquet.

Gracias a todas y todos, en especial a la Coordinación de Pastoral Juvenil Parroquial, porque sin su organización, colaboración, ayuda y solidaridad nada de esto hubiera sido posible. Una vez más podemos decir ¡Misión cumplida jóvenes, vamos con todo a preparar la siguiente actividad!


Nora Angélica Gómez Mares, MMB

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