“MISTERIO PASCUAL,
POSIBILIDAD DEL NACIMIENTO

DE LA COMUNIDAD CRISTIANA”

La Semana Santa nos posibilita espacios de reflexión, espacios de formación, espacios de escucha, espacios de conocernos, espacios de acercamiento a las realidades del pueblo.

Esto ha sido la experiencia vivida durante estos días, donde celebramos el Misterio de la muerte y la vida, donde encontramos luces y sombras… Misterio que sin duda se vive en la vida cotidiana de las comunidades. En este recorrido hemos constatado diferentes signos de muerte, la pobreza, el alcoholismo, la crisis económica que afecta a la mayoría de las personas.

También hemos encontrado muchos signos de vida… En esta ocasión durante dos días me acompañaron dos jóvenes, una joven de la parroquia de Socoltenango y un joven de la parroquia de Soyatitán y nuestra hermana María José que llego de Guatemala para hacerse presente en la comunidad de Agua Bendita. Para mí ha sido una experiencia muy positiva, por la mañana visitábamos a las familias para escucharlas, acompañarlas en su dolor, en sus alegría y esperanza; por la tarde acompañábamos a niñas/os y jóvenes desde un proceso de formación. Esto dio como resultado la creación de un nuevo grupo de jóvenes en dicha comunidad, lo cual nos llena de esperanza porque es el comienzo de una nueva comunidad así como nos recuerdan las lecturas en este tiempo de Pascua. Nos llena de alegría porque ellas/os son el presente y el futuro de una nueva sociedad.

Visitamos a la comunidad Limón II y Los Pinos, fue muy bonito ver la presencia de tantas/os jóvenes con deseo de participar, de aportar, colaborar en las reflexiones y participar en las representaciones… también disfrutamos la presencia de tantas niñas/os, adultos, quienes trataban de compaginar su descanso con estos espacios de reflexión.

El sábado en la noche vivimos experiencias verdaderamente de Resurrección, todas y todos junto al fuego nuevo, pidiendo al Dios de la Vida y a Jesús Resucitado para que prendiera fuego en nuestro corazón, que nos diera la capacidad de amar con ternura, de saber conectar con todo lo creado. Nos quedábamos con la invitación de abrirnos a la capacidad de descubrir y percibir los caminos de esperanza, caminos llenos de vida.

Rosvia Pol Chaj, MMB

img-colegio_01
img-colegio_01

img-colegio_01
img-colegio_01

“Cuando se hace comunidad”

Mi experiencia fue conocer nuevos lugares, comunidades, personas, hermanas y hermanos, conocer un poco de sus necesidades y de todo lo que pueden aportar a su comunidad algo maravilloso.

Esta experiencia me ayudo a darme cuenta de que cuando se hace comunidad, con las y los niños, nos queda un gran aprendizaje de la manera en que ellas/os ven a su alrededor y de lo que está pasando en la sociedad en que vivimos. Muchas veces no queremos aceptar la palabra de las niña y niños pero ahora me doy cuenta de lo que Jesús dice “En la palabra de las y los niños esta la verdad”.

En esta Semana Santa, las y los jóvenes también estuvieron presentes. He visto que ellas y ellos necesitan ser escuchadas/os porque guardan tantas cosas en su mente y corazón que no les dejan ser jóvenes con libre expresión en su círculo social, familia, escuela…

Cuando se inicia el proceso de un grupo en el que se va creando un espacio, donde te escuchan y te valoran por lo que eres, todo lo negativo va cambiando. De esta manera las chavas y chavos van descubriendo todas las cosas buenas que poseen en sí mismas/os y que no las habían notado.

Esta experiencia del encuentro con Jesús mediante las y los niños, jóvenes y las familias, me ha enseñado que no es suficiente con repartir el pan de Dios, sino que es mejor compartirlo, ya que esto es diferente, es dar más a quien más lo necesita, como Jesús nos enseña, con las personas más pobres de entre las pobres, enfermas y excluidas.

Al igual que Jesús que vivió su pasión, nos invita a nosotras y nosotros a vivir y sentir el sufrimiento por las necesidades y luchas de nuestras comunidades. De la misma manera que Jesús resucitó, nos invita a que tengamos presente la esperanza de que todo esto que nos hace daño, como son las enfermedades, represiones del mal sistema que nos ofrece el mal gobierno, solo va cambiar cuando nosotras y nosotros tomemos la decisión de ser diferentes desde su Espíritu.

Ana Ruth

“TRASCIENDE EL PROFUNDO SIGNIFICADO

DE LA SEMANA SANTA”

El pasado mes de marzo, un sábado muy temprano en la mañana, la entrada del Instituto de la Vera-Cruz se fue llenando con las misioneras y misioneros que iban llegando, algunas/os solas/os y otras/os acompañadas/os por sus familias, cargando maletas y sleepings. Aún no salía totalmente el sol y las hermanas MMB ya estaban listas para dar la bendición de envío, con una sonrisa como la de quien ha entregado su vida a la Misión y que ahora ven reflejada en la ilusión de la Juventud Misionera Mercedaria- JUMMER, que después de meses de preparación estaba lista para pasar la Semana Santa en las comunidades de Guanajuato y de Querétaro en la zona centro de México, contagiadas/os por ese gran Carisma Mercedario.

En los autobuses que salieron aquel día del Colegio viajaron los sueños, las ilusiones, los miedos y las expectativas de casi noventa misioneras/os, siempre guiadas/os por la camioneta en donde la Hna. Licha Obregón y Natalie Alonso iban también cargadas de ilusión por una Misión que ya había comenzado.

Aunque todas y todos llegamos a nuestras comunidades con la misma playera de “JUMMER 2015” y éramos parte de un grupo, puedo decir que JUMMER se vive de manera distinta en cada persona. Por ejemplo, están quienes comparten por primera vez una Semana Santa con otras personas mexicanas de realidades muy distintas a las suyas; para ellas/os todo es nuevo y nos recuerdan esa sensibilidad que se necesita para cuestionar las situaciones de desigualdad social con las que nos vamos topando, sobre todo cuando se trata de historias de vida de otras/os jóvenes de su misma edad. Están también quienes van por segunda o tercera vez a la misma comunidad; en ellos existe una sensación de volver a lo familiar, ver de nuevo a quienes se han convertido en amistades y dar continuidad a esa historia que comenzaron años anteriores, siendo conscientes de los nuevos retos personales que esta vez quieren cumplir y buscando ser siempre mejores que otros años. De igual forma están quienes han hecho ya de JUMMER parte de su vida por más de cinco o seis años; para ellas/os, los años de experiencia se traducen en unos ojos más abiertos y unos oídos más atentos sobre todo a las historias de vida que comparten las personas de la comunidad y a un compromiso misionero que trasciende el profundo significado de esta Semana Santa.

img-colegio_01
img-colegio_01

Pero una cosa es cierta, por más que cada quien haya vivido a JUMMER de manera única y distinta, todos estuvimos ahí porque escuchamos el mismo llamado a desconectarnos una semana, dejarlo todo e ir a involucrarnos en la realidad de un rincón de nuestro México, no para salir en fotografías ni para anunciarlo con letras grandes, sino para poder compartir la Pascua de Jesús y volver con el aprendizaje de que las mayores riquezas no son las materiales, sino las de una vida de fe de quien sabe ver el rostro de Dios en la naturaleza, en el cielo estrellado de un lugar sin contaminación, en los niños y las niñas más pequeños que sonríen siempre, en las y los jóvenes con su ilusión por mejorar, en las personas adultas que comparten lo poco que tienen y en las personas mayores que agradecen por cada bendición recibida durante su vida.

Así regresamos a Guadalajara una semana después, con muchas historias por contar sobre las pláticas o dinámicas que se hicieron con las comunidades, las invitaciones a comer en diferentes casas, las reflexiones y oraciones de cada día al terminar las actividades, la convivencia al dormir todos y todas juntas en un mismo cuarto, los juegos con las niñas y los niños, las celebraciones de cada uno de los Días Santos, la mojada en el Sábado de Gloria, la despedida con toda la comunidad, y mil historias más.

Pilar Hernández G.

img-colegio_01 img-colegio_01
img-colegio_01

“VIVO LA RESURRECCIÓN

EN MI ENCUENTRO CON L@S DEMÁS”

Después de concluido el periodo de descanso correspondiente a la Semana Santa y Pascua, el pasado martes 14 de abril llevamos a cabo en cada uno de los niveles la celebración de la Pascua como culmen del trabajo realizado durante la Cuaresma con las alumnas. Todas nuestras alumnas vinieron a clases vistiendo color rojo o blanco como signo de fiesta, de nuestra opción por una vida con actitudes que transformen.

En Preescolar, desde la frase “Vivo la Resurrección de Jesús en mi encuentro con l@s demás” iniciaron su jornada de trabajo con la litúrgica para ofrecer el día y desde la danza, recordar el sentido de la Pascua, que Jesús nos invita a dar lo mejor de nosotras mismas… Me esfuerzo para parecerme a Jesús y encontrarme con él en la parte más alta de la montaña y recordarlo viviendo entre nosotras, símbolo que utilizaron para el trabajo durante la Cuaresma a través de las consignas “sin pelear”, “comparto”, “obedezco” “pido perdón” y “perdono”.

En Primaria, se realizó una celebración en donde las alumnas representaron el texto de “Los discípulos de Emaús”. Se dio un espacio para la reflexión desde el texto y el sentido de la Pascua donde a una sola voz las alumnas repetían la frase “Jesús resucitó… Jesús está vivo”. Todas las alumnas cantaron, “Mi Dios está vivo” mostrando gran alegría y entusiasmo. Posteriormente colorearon un separador de Jesús Resucitado. Para finalizar la celebración, a las alumnas de Primaria se les hizo la invitación a aceptar la invitación que Jesús nos deja como a sus discípulos para evangelizar: “Cuando una compañera necesite de mí, si me invitas a hablar de ti, si me pides que me dedique al servicio de mi prójimo, si me invitas a ser justa… iré a donde me envíes”

img-colegio_01
img-colegio_01
img-colegio_01
img-colegio_01

img-colegio_01
img-colegio_01

En el nivel de Secundaria, las educadoras en la fe prepararon en la capilla del colegio toda una escenografía para realizar con las alumnas una reflexión desde los textos donde Jesús se encuentra con sus amigos/as más cercanos/as. Jesús se le aparece a María Magdalena, Jesús y Tomás, Jesús se parece a sus discípulos. Las alumnas participaron escenificando dichas lecturas y compartieron con sus compañeras las siguientes reflexiones: “Somos capaces de dar esperanza a otras personas porque estamos convencidas de su presencia en nuestra vida”, “Jesús está vivo en ti y quiere hacerse presente en otras personas a través de ti”. Durante este espacio de reflexión, la Hna. Gema Castillo realizó con todas a las alumnas y personal del nivel un momento de interiorización por la Pascua.

Preparatoria celebró la Pascua de Jesús con la “Carrera de la vida”. La Carrera por la vida fue un rally para todas las alumnas del nivel. Se integraron equipos de los tres grados y cada equipo estaba representado por un color de blusa. El rally se realizó en las instalaciones del colegio y en cada una de las pistas habían de completar un reto para poder avanzar en su recorrido. Con la colaboración de profesoras/es y personal del nivel, cada uno de los equipos llegaba a las estaciones y frente al personal encargado, el equipo realizaba el reto señalado.
La reflexión en esta actividad estuvo centrada en “La vida nueva que nos trae Jesús con su muerte y Resurrección”:
•De alegría, y cantos desde el corazón
•De sueños que se hacen posibles
•De perdón que se da o recibe, sin condiciones
•De sonrisas tranquilas de quien no se deja vencer en el dolor
•De oración que nos anima a seguir caminando
•De hermandad de quienes comparten su vida con personas sencillas, sin buscar nada a cambio

Así, en un ambiente de gran celebración una vez concluido el rally, las alumnas y personal del nivel se reunieron alrededor del cirio que de manera simbólica sería encendido para recordar la presencia de Jesús Resucitado. Reunidas/os alrededor del círculo se realizó una danza litúrgica compartiendo el sentido de la misma. Una forma de orar con nuestro ser, hacerlo en círculo representando a todas las personas de nuestro mundo y como manifestación de la alegría que nos lleva a ver el valor de la dignidad humana, así como nuestra solidaridad que nos acerca a otras realidades. Por último la Hna. Licha Obregón compartió un mensaje de Pascua para las alumnas y una porra a Cristo.

Natalie Alonso Olmedo
Coordinación Departamento de Pastoral