“HACIENDO ALGO GRANDE POR JESÚS”

El poder reconocer un Jesús más cercano, un Jesús que es amigo y a la misma vez hermano y compañero de camino en esta Misión de Semana Santa, me hizo reconocer también tantas experiencias que acrecentaron mi fe y me dieron la oportunidad de descubrirme más, sintiéndome acompañado por las personas de la comunidad donde nos recibieron a mi grupo de Misión y a mí.

En los domingos anteriores de preparación para la Misión, la hermana Pau nos compartió durante los temas esta frase de la M. Margarita… “Que no se nos pase la vida sin hacer algo grande por Jesús”… la cual nos hizo ir descubriendo qué haríamos por Jesús en esta Semana Santa.

Antes de irme de Misión tuve que prepararme emocional y espiritualmente, puesto que me tocaba irme a un lugar donde ya había tenido otra experiencia de Misión. Me hacia la idea de que sería igual que la experiencia anterior, aunque me dio gusto comprender que no todo es igual dos veces, pues en esta Misión me pude descubrir aún más y también darme la oportunidad de reflexionar y poder separar cosas en mi vida que quizás no son tan necesarias. En las comunidades del campo hay tanta necesidad, que estas realidades me ha marcado muchísimo, así que estuve con unos ojos atentos a las dificultades de la comunidad, la cual aun así, nos acogía con mucha alegría y con brazos abiertos.

Lo más bonito fue ver mujeres, hombres, jóvenes, niñas, niños y personas ancianas que con un corazón tan inmenso y lleno de fe, entregan un… “sí quiero seguirte Jesús y acompañarte en tu pasión, muerte y resurrección”, en ello encontré el verdadero significado de la fe.

Han pasado varios días desde la Misión pero aún me quedo con esta experiencia que día a día me enseña algo nuevo, pues reconozco a este mismo Jesús en las personas que me encuentro en la calle, en quien sonríe, en quien llora y sufre. Esto me hace recordar que no todas las personas están dispuestas a vivir esta experiencia, se centralizan más en cosas que les vacían el alma y el espíritu y, le doy gracias infinitas al Dios de Jesús y a las MMB por darme esta oportunidad de tocar estas realidades desde mi ser.

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Hay tantas cosas que me han calado de la Misión, desde el ir a acarrear el agua del pozo hasta la casa para podernos bañar, ayudar en las tareas de casa antes de desayunar, almorzar o cenar, aprender y compartir de manera especial cada una de las celebraciones de Triduo Pascual en la comunidad, de la integración de la comunidad en el Santo Viacrucis y poder recibir a Jesús en sus casas. Descubrir gente apasionada por la vida, gente apasionada por un Jesús que nos promete la salvación.

Pido porque en mi Ciudad de El Viejo, las personas tengamos tanto amor y poder recibir estas celebraciones con una fe que llena el alma, un mismo amor por un Dios que nos promete vida y vida en abundancia.

Ahora me toca seguir cultivando la experiencia en mi entorno, en donde me muevo, donde estoy, cómo me dispongo para ayudar a Jesús a cargar mi cruz día a día y sobre todo, hablarle a la gente de que Dios nos ama, que siempre nos alienta para que podamos seguirle, ya que Jesús mismo nos dice… “Yo soy la Resurrección, la Verdad y la Vida” (Jn 11, 25).

Mi misión se hace más grande, pues Jesús cada vez me pide más y más. Quiero siempre seguir haciendo algo grande por Jesús, desde lo que puedo aportar y desde lo que estoy dispuesto a dar, pues Jesús siempre será mi respuesta.

Guillermo Díaz
Integrante de JUMMER

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“SEGUIR A JESÚS MÁS DE CERCA”

Los días santos en torno a la vida, pasión y resurrección de Jesús, nos llevaron a disponer el corazón nuevamente a la experiencia de ir a las comunidades del campo para compartir el sentido hondo de nuestro ser cristiano. Las comunidades del campo de El Viejo en Nicaragua nos esperaban, como cada año, con los brazos abiertos para vivir nuestra Misión en la Semana Santa, acompañándonos de manera especial al transmitirnos su fe profunda y esperanzada.

Para responder a esta llamada nos dispusimos desde la Cuaresma a preparar el corazón de manera que, la mirada Jesús nos fuera moldeando para abrir nuestra vida a la vida de la gente más sencilla de nuestro pueblo. Así, desde el Retiro de Cuaresma como un “Camino de conversión por la reconciliación y la misericordia”, nos dio luces para andar confiadamente con Jesús hacia la Pascua.

Los pasos se siguieron dando desde las reuniones de formación como JUMMER y también, desde la invitación que hacemos las y los misioneras/os a las personas del pueblo viejano, yendo de casa en casa o negocios para que la gente colabore por medio de una “recolecta” de recursos económicos o víveres y así, reunir los alimentos que se comparten con las familias que nos reciben durante los días santos.

El domingo 20 de marzo, tuvimos una oración de “Envió” a esta Misión. Las misioneras y misioneros conocieron el grupo con el que compartirían esta experiencia y la comunidad que este año les acogería. La emoción ante esta noticia no se hace esperar, ya que se mantienen deseosas/os por saber con quiénes tendrán la oportunidad de vivir estos días tan especiales.

En esta ocasión se formaron tres grupos para ir al campo: la comunidad de Los Pocitos que también comprende Palermo y Los Limones; otra comunidad fue Sto. Domingo que comprende la Picota y en esta ocasión la visita a algunas familias de Coyotepe y; la comunidad de Venezuela que comprende también la comunidad de Livornio. También se conforma un grupo que va a visitar varias comunidades cercanas a El Viejo y que, durante los días Santos, se moviliza día con día a algunas comunidades como Zopilotepe, El Chorizo y Monte Rosa en el Ingenio para celebrar el Triduo Pascual.

Los grupos fueron acompañados por una MMB y este año de manera especial, una pareja joven, Nazareth (quien es laica MMB) y Moisés (su esposo), colaboraron con el acompañamiento a una de las comunidades, enriqueciendo de manera importante el compartir del grupo misionero y su experiencia comunitaria. El grupo que se movilizó día con día de El Viejo a las comunidades cercanas, fue acompañado también por tres Delegas de la Palabra y dos laicas MMB, Nery Matuz y Tere González.

Las y los chavalos de JUMMER llegaron entusiasmadas/os el miércoles santo al Centro Catequístico. Después de saber que más de alguna/o no podría asistir por diversas razones, los tres grupos conformados por cuatro misioneras/os se reunieron con toda ilusión para partir y así, dejarse vivir esta experiencia junto a Jesús. Después de hacer una breve oración grupal para encomendar a Dios la experiencia, cada grupo preparado con sus alimentos y equipaje, se puso en camino hacia las distintas comunidades.

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Las comunidades que visitamos cuentan con Delegadas/os de la Palabra y Catequistas, por lo que junto a ellas/os es que nos organizamos para celebrar estos días santos. Preparamos con ellas/os la liturgia correspondiente y, también nos acompañan y orientan en las visitas que hacemos a las familias de las comunidades, en algunas ocasiones haciendo oraciones por las personas enfermas y motivando a las familias, a las niñas, niños y jóvenes a participar en las celebraciones.

El testimonio de la gente de estas comunidades es impresionante, su fidelidad a las celebraciones pese a los largos caminos por el campo. Las diversas actividades que deben atender por su trabajo diario, no les impide a muchas personas, sobre todo mujeres, niñas y niños, participar alegremente del Triduo Pascual y enriquecer nuestra experiencia. Dan un sentido profundo a la confianza que ponen en Dios cada día, en cada labor, en todas las circunstancias tan difíciles o esperanzadoras como se les presentan en sus realidades de pobreza y vulnerabilidad.

Después de haber celebrado con las comunidades la Vigilia Pascual el sábado santo, en esta ocasión se dio la oportunidad de vivirla también en la Basílica de El Viejo. Así que, el grupo misionero al regresar de las comunidades al Centro Catequístico el sábado por la noche, nos preparamos para vivir esta Vigilia de manera muy especial para ir culminando la experiencia de Misión en unidad y muy agradecidas/os por cuanto nos compartieron cada una de las personas que nos acogieron en las comunidades del campo, teniéndoles presentes en este momento tan importante de reconocer el caminar hacia la Resurrección.

El encuentro entre los diferentes grupos de misioneras/os fue muy emocionante, lleno de sonrisas y alegría, pues siempre existe el deseo de compartir lo mucho que se vivió en la Semana Santa y las tan diferentes experiencias que hicieron especial el encuentro con Jesús en el rostro de esta gente sencilla y humilde. De este modo, al terminar la Vigilia Pascual, regresamos al Centro Catequístico para cerrar la experiencia misionera con una oración que nos orientó a recoger lo vivido, logrando identificar las invitaciones que Jesús hacía a cada una/o, como parte de un compromiso pascual que orienta el caminar del día a día.

La Misión con JUMMER en este año 2016, como cada año, fue también muy especial. La invitación que Jesús nos hace en medio de las realidades tan adversas de nuestra gente del campo y nuestros pueblos, nos motiva a tener presente cuanto somos y tenemos para ofrecerlo con sencillez en nuestra vida diaria, valorar nuestras vidas y confiar como esta gente nos enseña a confiar en Dios, sabiéndole reconocer en el servicio, en la entrega gratuita, en la humildad del corazón, en el compartir auténtico, alegre y generoso como lo reflejan las personas campesinas, vidas que nos llevan a vivir un compromiso urgente por el Amor que necesita la humanidad, un compromiso urgente por ser Misericordia ahí donde nos encontramos y nos toca vivir.

Y sigo sintiendo como la M. Margarita, nuestra fundadora que… “Hoy doy gracias a Dios que nos da la oportunidad de seguir a Jesús más de cerca”.

Paulina Soltero Barba, MMB

“UN SUEÑO HECHO REALIDAD”

Mayla Pantoja Bonillas, es una chica nicaragüense que pertenece al grupo de Casa Esperanza (personas con capacidades diferentes). Llegó a Casa Esperanza a la edad de 9 años.

Ella padece distrofia muscular desde muy pequeña. Esta enfermedad es progresiva y se caracteriza por debilidad en los músculos que producen el movimiento voluntario del cuerpo humano. En Mayla la enfermedad ha hecho que su profunda fe en Dios la mantenga en un estado de esperanza y alegría, y de ningún modo, ha sido obstáculo para alcanzar metas y vencer dificultades.

Con el correr de los años, Mayla ha ido venciendo muchas dificultades para alcanzar sus sueños, primero terminando su escuela Primaria y Secundaria. Al tiempo, sus acompañantes de Casa Esperanza la animaron a inscribirse en la Universidad. Para ella representaba un enorme reto y los miedos aparecieron en el horizonte: “¿Lo lograré? ¿Cómo haré para vencer la limitación del transporte hasta Chinandega?”. Todo se fue despejando y por fin se inscribió en la carrera de Leyes.

Mayla cuenta que desde muy pequeña admiraba mucho las pinturas de un joven viejano y anhelaba llegar a pintar algún día como él. La vida quiso que ella realizara su sueño: haciendo sus primeros intentos a la edad de 11 años bajo la asesoría de Teresita González, arquitecta viejana y colaboradora desde los inicios de Casa Esperanza. Con el tiempo fue dando rienda suelta a su creatividad y venciendo otros obstáculos que se le presentaban al tomar el pincel entre sus manos.

Otro de sus sueños era montar una exposición. Ella ha realizado muchas pinturas que ha ido regalando a sus amistades, muchas de ellas en países lejanos, por lo que cada vez el sueño se veía distante, ya que casi nunca tenía una pintura en portafolio para exponerla. En Casa Esperanza se le animó para exponer y se lanzó a la tarea de pintar sin regalar ninguna obra, cosa que le parecía difícil, más no imposible.

Casa Esperanza junto con las/os Coordinadoras/os del Centro Recreativo y las Hermanas Mercedarias, se dieron a la tarea de organizar la exposición para realizarla el día 19 de marzo de 2016 en el Centro Catequístico.

La exposición “Sueños y Esperanzas”, estuvo compuesta por 12 pinturas tamaño carta y otras 12 tamaño postal. Se invitó a las autoridades municipales, personas relacionadas con el arte y la cultura, familiares, compañeras/os de Casa Esperanza y amistades. Mayla estaba pletórica, radiante, bellísima, vestida con su color favorito: el rosa.

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A las 6 de la tarde dio comienzo el acto inaugural con unas palabras de apertura. Después se presentó un video que habla un poco de su vida y trayectoria como pintora. Enseguida Mayla expresó su agradecimiento a todas las personas que la acompañamos y a quienes organizaron el evento, así como a las personas que fueron referente importante para desarrollar ese don. También expresó lo que para ella significa la pintura. Compartió que pinta casi siempre desde sus estados de ánimo, que plasma en la gama de colores… oscuros cuando está triste o enojada, claros cuando está alegre, brillantes cuando está ilusionada, etc. y que le había costado mucho poner el nombre de cada obra, ya que las palabras no pueden abarcar todo lo que expresan sus pinturas. Enseguida se develaron las pinturas y se invitó a las personas asistentes a pasar a contemplarlas, concluyendo la actividad con un brindis y venta de pinturas.

Para las Hermanas Mercedarias fue un honor poder apoyarla para que su sueño se hiciera realidad, ya que la han visto crecer en todos los aspectos de su ser de mujer.

Quienes la conocemos de cerca, podemos decir que, su proceso interior ha sido como la transformación de una mariposa: de huevo a oruga, de oruga a crisálida, y de allí a una hermosa mariposa, con grandes alas de bellos colores, que la han hecho volar y alcanzar metas… metas nada fáciles, que han fortalecido sus “alas soñadoras”… cada meta, un horizonte nuevo… cada horizonte, una ilusión y una esperanza que la llevan a avanzar hacia nuevos retos… cada reto alcanzado, hace que su fortaleza de mujer ilusionada por la vida, se expanda y muestre el rostro de Dios enamorado en la fragilidad humana.

Esta alma bella, respira y se nutre de una inquebrantable fe en Dios, en ese Dios que se complace en su propia creación y le da alientos para seguir creyendo que la vida es buena, que la vida es bella. Esta experiencia de la vida, es la que Mayla quiso transmitir con una pequeña muestra de lo que ha sido su obra pictórica.

Casa Esperanza

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Sueños y Esperanzas de Mayla Pantoja – Ver Video
Pintora Mayla Dalina Pantoja Bonilla – Ver Video