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Casa de Formación, Guatemala
“DIOS NOS INVITA A RECREAR LA VIDA” |
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Otra experiencia que hemos vivido durante la Semana Santa, fue la de acompañar a las niñas y adolescentes de la “Asociación La Alianza” (ALA), una Institución que se encarga del cuidado, la protección y la garantía de los derechos humanos de estas niñas y adolescentes. El día miércoles santo, tuvimos la oportunidad de convivir con ellas y hacer de ese día, un día en donde se pudiera hacer algo diferente al diario vivir que llevan. Por tanto, organizamos un día de verano, realizando varias actividades que hicieran posible compartir la alegría, el dinamismo de cada una. Disfrutaron un momento de dinámicas de presentación, de convivencia y bailes. Luego, se dispusieron a ir a las piscinas que les colocaron en el patio ya que, todas estaban deseando que llegara ese momento. Realmente es un espacio en el que la diversión con el agua se torna distinto y muy alegre y, estando en las piscinas también se realizaron dinámicas en un ambiente lleno de mucha diversión, donde el cansancio, el dolor, la tristeza y la pereza se fueron disipando cuando se iba encontrando el sentido de la actividad. Tuvimos el almuerzo con ellas, así que fue un momento en donde nos dejamos sorprender de cómo cada niña y adolescente, incluso madres jóvenes, disfrutaban del compartir, dialogaban, reían, bromeaban y compartían lo que les había hecho sentir y disfrutar lo vivido durante la mañana. La gran mayoría mantenía esa sonrisa de gusto porque realmente fue un día muy distinto a los demás, y también porque era un día de relajación, de diversión, de disfrutar y de soltar la tensión de las responsabilidades. |
Por la tarde, después de un tiempo de descanso, vimos la película de “Cadena de favores”, una película con grandes mensajes para la vida, para saber observar la realidad personal y colectiva, y así, brindar la ayuda a quien realmente la necesita. Las chicas rescataron varios mensajes porque había escenas que conectaban con algunas experiencias de su vida, así que, no dejaron de expresar lo que pensaban, sentían e incluso aquello que les sorprendió como desafío para vivirlo en el día a día. Finalmente terminamos el día muy contentas, tanto ellas como nosotras, porque realmente fue un regalo tener estos espacios en donde Dios nos invita a recrear la vida de manera muy sencilla, acercándonos con respeto, admiración y valoración de estas chicas valientes que día con día, luchan por aprovechar lo recibido en esta institución y así, poder tener una vida más digna, valorada y reconocida, reconociéndoles también los talentos y dones que ellas mismas van descubriendo en sí mismas en medio de las distintas realidades que han vivido. Ana Noemi Chocón, MMB |