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Instituto de la Vera-Cruz, Guadalajara, Jal. México

“LABRANDO DÍA A DÍA TU YO”

Les compartimos también el discurso de la Directora General de nuestro Colegio el Instituto de la Vera-Cruz, discurso dirigido a las hoy graduadas del 3er año de Preparatoria en el Acto Académico del 18 de junio como parte del cierre de fin de estudios con la generación 2000-2015.

“Palabras de la Madre Martha Elena Huerta Leal, MMB”

Un amigo fiel es un refugio seguro. El que lo encuentra, ha encontrado un tesoro. No tiene precio. No hay manera de estimar su valor. Es bálsamo de vida que encuentran los que temen al Señor. El que teme al Señor encamina bien su amistad porque como es Él, así también será su amigo.” Eclesiastés 6,14-17

Estamos reunidas/os en este momento para celebrar el fin de curso de una etapa que en la vida del ser humano es trascendental: no solamente festejamos el cierre de tres años de Preparatoria sino el librar varias fronteras que van, desde la superación de una adolescencia para aproximarse a la mayoría de edad y la toma de decisiones sobre la carrera o el destino, hasta el haber adquirido y desarrollado, primero desde su yo personal y luego desde la colectividad, las herramientas para enfrentar y superar saludable y constructivamente los retos de un mundo que por todas partes se nos muestra como hostil, inseguro, amenazante.

Los signos de los tiempos apuntan al rescate de un concepto que se creía perdido: la construcción de una colectividad con un fuerte matiz de fraternidad, para lograr del sueño de Dios: la felicidad humana mediante la armonía entre los seres. Somos seres de relaciones que a su vez nos relacionan con el entorno, con el mundo, con las demás personas, con la trascendencia. Con Dios.

Esta generación, tu generación, se distingue por su capacidad de interrelación que se manifiesta en solidaridad, amistad, entrega, comprensión y aceptación de la otra persona, las mejores estrategias para mejorar, enriquecer, hacer del mundo el hogar agradable que mereces, a partir de tu persona inteligente, libre, sensible, capaz de amor, de verdad, de belleza con las otras y otros. La vida es fruto de tus encuentros.

Estás demostrando no solamente el uso inteligente de la tecnología, sino la aplicación emotiva y de relaciones nuevas e insospechadas que viene con ésta. Me explico. Si bien en un momento se ha pensado que el medio cibernético aísla, por otra parte se ha descubierto la bondadosa fuerza que tiene la interrelación inmediata de los seres humanos en todo el mundo científico, laboral y sobre todo humano para intercambiar ideas y sacar soluciones adecuadas a los tiempos. El ser pensante es el único capaz de hacer vida esas realidades en su existir cotidiano. De encontrar en la amistad el modelo supremo de esa comunión con la realidad, cualquiera que esta sea.

Esta intención constante de establecer vínculos con la otra y el otro, no hace sino reforzar la idea divina de que no es bueno que el ser humano esté solo. Es por eso que -según Lavin Entralgo-, hasta la estructura erguida y frontal del ser humano lo dispone a ver al semejante a los ojos; a tocar su mano, a disponerse a la contemplación, a la interacción y a la subjetividad de un sentimiento amoroso y aceptante del mismo.

Tu generación cumple su tarea añadiéndole un valor inigualable: el sentimiento profundo de la amistad colectiva. Pocos grupos han sido tan solidarios. Tan dispuestos a trabajar en una amistad-colectividad que va más allá de los muros del Colegio para establecer su labor en circunstancias de labor social.

Pero esto no se dio espontáneamente. Cuando estuviste desde el Kínder, aun sin darte cuenta descubriste en la compañerita la mirada del asombro. De la búsqueda, del escrutamiento. Una vocecita que, fuera de la familia, pronunciaba tu nombre con simpatía. Quizá sin ser plenamente consciente, por la corta edad, pero debiste sentir en la presencia de la otra niña ese efecto de contrafuerte que se hacen en determinados muros para fortalecer y apoyar las paredes que se levantan; pero esta fortaleza era distinta: iba creciendo contigo; iba apoyando la construcción de tu carácter. De tu personalidad. Desde entonces saliste de ti misma para acudir al encuentro de la otra persona. Con esperanza, entrega, labrando día a día tu yo a través de las otras personas.

En el salón de clases, en el recreo, en las fiestas o competencias la sonrisa de aprobación, de admiración y a veces de consuelo de tus compañeras, era un suave viento nutritivo que te ayudó a crecer y a saber quién eras en realidad. Luego se extendieron las relaciones. La alumna nueva, el cambio de escritorio, de salón y fuiste diversificando lazos con un profundo sentido de libertad para la elección, a través de los cuales encontrabas respuesta a tus tiernas preguntas existenciales. La mirada de tu compañera te descubrió un análisis atento del ser que eras. Comprendiste que a través de ese rostro humano se abría la dimensión Divina.

Aprendiste poco a poco nuevos modos de acercamiento al ser humano; a querer a la amiguita de una manera profunda, devolviendo al amor el lugar privilegiado que le corresponde en la vida, y que la adultez, la sofisticación y el materialismo han intentado desplazar.

Ahora partes. Partes hacia tu destino que sin duda será el de tu elección libre y razonada. Pero te vas con una riqueza singular que está en la entrega incondicional y fresca de tus amigas contigo y recíprocamente. La vida está hecha de muchas satisfacciones que seguramente tendrás y compartirás sin duda con tus amigas de la Prepa. Pero también la vida está hecha de riesgos, de tormentas, de fracturas, y en esos momentos de incertidumbre, tu camino tiene ya un lugar donde sentarse a respirar y tomar el alimento para el espíritu en la amistad incondicional y permanente. El lugar de tu reencuentro. De tu reconstrucción. No olvides el sitio: El corazón de tus amigas de la Prepa.


Martha Elena Huerta Leal, MMB
Directora General

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