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Misión en Periferia, México

MISIÓN EN PERIFERIA, MÉXICO.

Las Mercedarias Misioneras de Bérriz en la Asamblea General del 2017, empezamos a perfilar el deseo de buscar como Instituto una nueva presencia misionera que nos hiciera “salir” a las fronteras y periferias del mundo. Reconocimos que una de las grandes esclavitudes de nuestro tiempo es la situación de migrantes y refugiados en todo el mundo, por lo que en el XVI Capítulo General del 2018 se decidió hacer una experienci de colaboración con el Servicio Jesuita a Migrantes en México. A esta experiencia se sumarán hermanas de todo el Instituto por períodos de 6 meses. El 15 de noviembre, Rosa Ramos y yo terminamos la primera experiencia en el servicio para los migrantes en el albergue de Huichapan, Hidalgo, servicio que realizamos durante 3 meses.

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Los días 16 y 19, compartimos en plan de evaluación con la Coordinadora de la Misión Mécico-Centroamérica y el padre Arturo Gonzales, SJ, sobre nuestro trabajo con los migrantes y la colaboración con los jesuitas y laicos con quienes compartimos la tarea. El resultado de la evaluacion es positivo. Fuimos capaces de cumplir con los objetivos de esta misión. Al colaborar con el Servicio Jesuita Migrante y l@s laic@s, pudimos responder a las necesidades de este servicio (como dar la bienvenida, acompañar, animar, escuchar …) de l@s migrantes que viven en sus países las formas actuales de esclavitud y el “calvario” que tienen que vivir al migrar. Creo que las fotos hablarán por sí solas.

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El 21 de noviembre, iniciamos la segunda etapa de ésta experiencia, el servicio en CAFEMIN (Casa de Acogida y Formación para Mujeres y Familias Migrantes), en la Ciudad de México. Sorprendentemente, hay más adolescentes viviendo allí, que mujeres adultas o niños. Nos sorprende que no hay programas para ellos, por lo que no tienen nada que hacer durante todo el día. Al no haber programas para adolescentes, el voluntariado tienen que decidir qué hacer para cubrir esa necesidad. Traté de dar una vuelta por el edificio y descubrí a una niña que no sabe leer ni escribir su nombre, porque su padre nunca le permitió estudiar en la escuela. Ella está interesada en aprender, así que comenzamos a darle clases. img-colegio_01 Una vez que inicié la clase, l@s niñ@s también vinieron a rodearnos y quienes ya saben leer quieren aprender mandarín. Entonces les enseñé el alfabeto en español a la chica a mi derecha y mandarín a l@s niñ@s a mi izquierda. De vez en cuando, l@s chic@s más grandes con tatuajes también entran al aula. Quieren que les enseñe Kung Fu como en la película “Kung Fu Panda”. Pensaron que soy descendiente de Kung Fu Panda!!! img-colegio_01 Además de las clases, ayudo en la cocina a distribuir la comida durante el desayuno y el almuerzo. Más de 50 personas necesitan ser alimentadas diariamente. El gobierno proporciona suficientes alimentos ya cocinados para quienes viven en CAFEMIN. En casa, nuestra hermana Jose siempre está lista para apoyarnos al mostrar su cariño y cuidado. Lo que más he vivido de esta misión en periferia es ofrecer un servicio muy sencillo con gran amor.

Angela Liu, MMB de Taiwan.