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Casa de Acogida, México, D.F.

“ENCUENTRO CON JESÚS Y LA CASA COMÚN”

“Locus in quo stas, terra sancta est” (el lugar donde te encuentras es tierra sagrada (Ex. 3,5). “Al bajar del monte el rostro de Moisés resplandecía” (cf. Ex. 34, 29-35).

Nos dijeron, como programa de la primera semana de “reciclaje”, que íbamos a hacer una “lectura sapiencial” de la Autobiografía de San Ignacio. Y a mí, eso de lo sapiencial me atrajo fuertemente, porque lo relacioné con parte de la Teología feminista que es muy atenta y sensible a ello. Ahora me encontraba en condiciones de profundizar el tema sin prisas. Las dos primeras semanas, durante las noches, cada una, cada uno íbamos compartiendo también nuestra propia autobiografía.

Y ¿En qué consiste la “lectura sapiencial”? pues en “saber y gustar, gustar y saber”; no solo saber, sino un saber sintiente, corporal, disfrutado, saboreado, tocado, latiendo bajo la piel, pisando la tierra sagrada milenariamente, descender unos escalones de mármol para ingresar a esa onda de la interioridad, dejarse penetrar por las energías telúricas de la roca de la “Coveta”, manosear el retablo de alabastro donde está Ignacio arrodillado orando, escribiendo los Ejercicios, vuelta la cara hacia María y hacia las montañas de Montserrat.

Antes de bajar los escalones, en la “ante cueva”, hay un mosaico en el suelo con un gran girasol y la inscripción: “vertitur ad solem” (se gira al sol), como una contundente invitación, como una inclinación connatural de girar hacia el centro de nuestra vida que nos unifica, que nos integra, que nos plenifica y que tiene que ver con todo el emerger de la inteligencia espiritual, de la mística del siglo XXI, pues casualmente, fue raro el maestro que no mencionó la célebre frase de Ranher: “El cristiano del siglo XXI será místico o no será cristiano”.

Y también está profundamente relacionado con el tema del Diálogo Interreligioso, pues quienes van incursionando en él, van visibilizando, articulando y desplegando lo más sabio, rejuvenecedor, fresco y desafiante de las ancestrales Tradiciones religiosas del mundo.

Otro lugar sagrado que estremece es el llamado “Pozo de la Luz” que es donde Ignacio tuvo lo que llaman “la eximia ilustración del Cardoner”, a la que alude en el Nº 30 de su Autobiografía. Dice que, yendo de camino a hacer sus devociones a una Iglesia, se sentó a contemplar el río Cardoner y “se le empezaron a abrir los ojos del entendimiento… entendiendo y conociendo muchas cosas, tanto de cosas espirituales, como de cosas de la fe y de letras; y esto con una ilustración tan grande, que le parecían todas las cosas nuevas… recibió una grande claridad en el entendimiento…” de manera que nunca más en su vida experimentó algo semejante.

A este propósito, se excavó en 2001 un pozo de 15mts. de profundidad a orillas del río Cardoner, que representa la voluntad de llegar al punto de origen de toda inspiración, el cual es coronado por un monumento sobre la superficie y al ras de la tierra, en forma de espiral de latón, en el cual están inscritos 117 nombres de personalidades de distintas épocas, que han tenido significativas experiencias místicas, incluyendo, por supuesto mujeres antes invisibilizadas.

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Mi iniciación al Cardoner fue en el año 1985, cuando pasando por la ciudad de Panamá, Carlos Cabarrús me acompañó unos Ejercicios y la parte de las habitaciones destinadas a los huéspedes se llamaba “El Cardoner”. Las notas que él utilizaba es lo que luego se convirtió en el libro: “Puestos con el Hijo”. Y ya desde entonces había indicaciones para sensibilizarse a la experiencia espiritual con el cuerpo. Esos Ejercicios me marcaron indeleblemente y ahí supe que el Cardoner era el río que va a las orillas de Manresa por donde bordeaba Ignacio.

Ahora, en la Manresa real, experimento que mi cuerpo va y viene, va al pasado y disfruta más sensiblemente del presente, está más perceptible de todo don interrelacional y cosmológico y también del dolor de muchas y muchos, cercanas y lejanas, del clamor de la madre, hermana y amiga tierra. Hay momentos en que descubro que hasta cada paso que doy, voy pisando y dejándome fecundar por la tierra sagrada.

Y en este marco acontecieron 10 semanas de actualización teológica con los temas del esquema acostumbrado: Acceso al Misterio de Dios, Cristología, Eclesiología: la Iglesia que Jesús quería, Eclesiologías del pueblo de Dios, Escatología-la esperanza cristiana, Diálogo Interreligioso, Claves para comprender los conflictos y retos en un mundo globalizado, Moral en tiempos de cambios profundos, y Conducidas por el Espíritu como preparación para los 8 días de Ejercicios.

Ahora, luego de pasados unos días, agradeciendo también el haber logrado conformar una comunidad contemplativa, estudiantil, turística-peregrina, y celebrativa, ya que éramos 33 personas, mujeres 11 y varones 22, la mayoría de los diferentes países de América Latina y el resto de españoles que ya habían estado de misioneras/os en África; nos lanzamos el desafío de encontrar en nuestros propios contextos de origen o de misión, esa misma tierra sagrada que tanto nos nutrió, que conectó con nuestras raíces ancestrales, con la totalidad del ayer y que hoy sabiamente nos hace pisar la complejidad del presente, cuidando con ternura nuestros entornos para que no deje de emerger el resplandor de sus rostros.

Beatriz Eugenia Becerra Vega, MMB