“INICIANDO ANIMADA

Y CON ALEGRÍA”

 

“Programa Materno Infantil”

Una tarde a principios de diciembre fuimos a la comunidad de Nuevo Guadalupe en el Chuva, Quetzaltenango para verificar la casa de Martina, casa que quedó muy dañada con el terremoto del 2012. Ella no nos lo había comunicado, así que sacamos fotos y hemos decidido apoyarla con lo que aún disponemos de la ayuda recibida.

Aprovechamos la ocasión para reunir a las mamás del PMI (Programa Materno Infantil) y llevar alegría, alguna pelota y dulces a las niñas y niños. Fue una reunión muy agradable, las niñas y niños estaban felices, hablamos sobre cómo van los huertos familiares, ahí es donde hemos tenido mejores resultados porque las personas tienen un pequeño trozo de terreno y el lugar es bastante húmedo para cultivar.

Las hemos motivado para que sigan participando en la formación propia del Materno Infantil y sobre todo en los talleres de autoestima y autoconocimiento que se costean con las rifas que hacemos en la Pastoral de la Mujer, les ayudamos con el pasaje porque es una de las zonas más retiradas y les cuesta movilizarse porque no tienen recursos.

 

María Micaela Reinoso, MMB

 
 
 
 
 
 
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“Novena
Santo Cristo de Esquipulas”

 
Esta novena se ha llevado a cabo del 6 al 14 de enero y ha sido una experiencia muy buena para toda la comunidad parroquial. Desde principios de noviembre tenemos nuevo párroco, se llama Aparicio Vicente Ixmay, es joven y entusiasta, ha venido con muchas ganas a trabajar y a motivar a todo nuestro pueblo.
 
La novena fue organizada en el Consejo Parroquial, nuestra parroquia tiene 9 centros, cada uno está formado por varias comunidades. Los representantes del centro escogieron su día para compartir en la novena, cada uno trayendo sus moniciones, sus lectoras/es, su coro, sus ofrendas. El padre invitó sacerdotes de otras parroquias que traían muy preparados sus temas, estos fueron sobre personajes concretos, que destacan por su manera de vivir la fe como por ejemplo: María, La Samaritana que se hace misionera, Zacarías e Isabel, etc.
 
El templo estaba ocupado completamente cada día, no cabía ni una aguja más. Es la primera vez que yo experimento cómo la gente vibraba y participaba con tanto entusiasmo. El padre trató siempre de motivarnos para que toda la gente se apunte y participe en alguna Pastoral. Seguiremos informándoles del proceso que llevemos como Comunidad MMB y así, como comunidad parroquial Santo Cristo de Esquipulas.
 

María Micaela Reinoso, MMB

“PUEBLO SENCILLO,

PEQUEÑO COMO UN GORRIÓN

Y GRANDE DE CORAZÓN”

Muy queridas todas y todos llego a ustedes desde la calidez de este pueblo sencillo, pequeño como un gorrión y grande de corazón, Colomba, Quetzaltenango. Personas que me hacen sentir una más de ellas desde el primer momento en que llegue.

Mi primer contacto, las hermanas MMB, muy cariñosas y a pesar llegar fuera del horario en que me esperaban, estaban contentas de verme,  Ody que estaba de visita a su familia, la interrumpió  y  fue a buscarme a Tapachula. La comunidad es pequeña y muy acogedora, muy cercana al pueblo con una labor pastoral muy bonita y de gran importancia para la gente.

El sacerdote está recién llegado, que también es muy cercano a nosotras y al pueblo, es un hombre muy sencillo. El 15 de enero fue el culmen de las fiestas del Santo Cristo de Esquipulas y nos invitó a comer a su casa, estuvimos muy a gusto.

¿Qué decirles a ustedes de este pueblo?…  Es muy acogedor, me siento cerca de ellas y ellos, su sencillez y compartir me mueve a querer estar unida a este pueblo. El poco tiempo de estar aquí me ha dejado ver dos realidades: en lo económico, hay algo muy característico en todos los pueblos de Centroamérica, no hay trabajo y lo poco que consiguen está mal remunerado o les pagan atrasado el salario. En lo social, existe mucha violencia provocada por las maras que son como un cáncer que poco a poco van minando a la sociedad, toman de los hogares a jóvenes hombres y mujeres para integrarles a sus pandillas. Pareciera una institución clandestina a la que hay que pagarle impuestos por trabajar o tener algún negocio, de hecho tiene su propio sistema de cobro.

El ir conociendo poco a poco al pueblo me va llevando a sentirme como en la Patria Grande que Francisco Morazán soñó y ¿por qué no? Ellas y ellos, al abrir y estirar su brazo para saludar abren su corazón para que una pase, lo hacen con tanta sencillez y calidez que yo entro con facilidad y entonces me doy cuenta que estoy tocando tierra sagrada.

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Yo me imagino que la pobreza les hace gozar de la riqueza de fe que tienen y eso me motiva a querer caminar con ellas y ellos. Creo que en este momento, Dios me está ayudando y llevando a recibir, a acomodar lo que necesito para llenar mi morral y emprender el camino por este rincón de la Patria Grande. En este escenario están siendo fundamentales para mí el acompañamiento de las hermanas y la cercanía del padre Aparicio Vicente, párroco de Colomba.

Por el momento solo he visitado tres comunidades: Las Mercedes, La Loma en El Chuvá y Santa Rosa. Todas han sido de mucha cercanía independientemente del evento que se realizó en ellas. Hay muchos más signos de vida que los que he narrado, y uno de ellos es la naturaleza que con su verdor y sus cascadas que caen de las praderas me dicen que más allá de los sufrimientos del pueblo hay esperanza y hay vida.

La fiesta del Santo Cristo de Esquipulas me ha llevado a una reflexión profunda  sobre la fe, la solidaridad y el compromiso de este pueblo comprometido con su fe y con su iglesia,  a seguir confiando que “sí se puede”, se puede seguir buscando, caminando juntas y juntos, como miembros activos de la iglesia.

 

Nila Torres Olivas, MMB

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“¡NOS PREPARAMOS PARA LAS MISIONES!”

 

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Desde el año 1995 el Colegio Instituto de la Vera-Cruz impulsó la experiencia misionera en las alumnas de Preparatoria, posteriormente se abrió esta experiencia a amigas y amigos, familiares y exalumnas. La primera misión la realizamos en dos comunidades, una parroquia en el área rural de la diócesis de Zacatecas y la otra en la misión de San Juan Mixtepec de la diócesis de Huajuapan de León, comunidad en la que vivíamos las MMB, trabajando desde hacía varios años.

Esta primera experiencia nos fue acercando a distintas comunidades donde compartimos su fe y recibimos de ellas el evangelio que nos trasforma.

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A lo largo de ese año se va conformando JUMMER (Juventud Misionera Mercedaria) grupo de jóvenes que quieren vivir su fe desde la experiencia misionera y que desde entonces se reúnen año con año para compartir esa realidad diferente a la suya.

El lunes 20 de enero de este nuevo año 2014 tuvimos el primer contacto con las personas que quieren tener la experiencia de Misión en Semana Santa. A esta reunión asistieron cerca de 50 chavas y chavos, algunas nuevas/os, algunas/os con más experiencia y aunque todavía no definimos los lugares a los que iremos, todas y todos tienen la misma energía y las ganas de compartir con las demás personas de nuestros pueblos, su realidad y toda la riqueza de su fe.

Eli Inzunza y Alicia G. Obregón, MMB

“MI ANDADURA MISIONERA”

 

Hablar de mi andadura misionera es compartir desde las personas con las que he participado en mi vida, lo que ellas han dejado en mí, vivencia de profundo cariño, de bendición y de presencia del Dios vivo. Inicie mi camino en el Valle del Yaqui mi primer envío misionero.

El encuentro con la gente generosa y aguerrida del norte me dejo la vivencia de la fuerza y constancia que se necesita para arrancar del desierto el pan y el vestido.

Mi vida en Ciudad Obregón me llevó a trabajar en el Colegio Instituto de la Vera-Cruz en Guadalajara, Jalisco con alumnas de secundaria con las que compartí mi vida y que me trasmitieron la alegría, la generosidad y el servicio a las personas más necesitadas. Con ellas viví momentos inolvidables, me fui formando como educadora y creciendo como persona.

Con la gente de la ladrillera, barrio donde vivíamos, compartí sus deseos, sus luchas y sus tareas para mejorar, la generosidad y entrega de las y los jóvenes que realizaban distintas actividades y gestiones para tener una vivienda digna, por tener una colonia sana para todas y todos, con sus servicios y sus trabajos en común, por tener alimentos sanos y a buen precio en una cooperativa de consumo y ahorro, en definitiva sus deseos de ser mejores.

Años después al regresar a Obregón, me encontré con mujeres adultas, madres de familia, profesionistas responsables. Visite la colonia donde viví y goce con sus mejoras, sus esfuerzos habían logrado una comunidad digna y hermosa. Pude compartir con algunos de sus pobladores y gozar con sus éxitos.

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Hoy he querido compartir mi inicio, donde desde mi juventud me fui forjando en mi vocación Mercedaria y donde comencé a vivir mi andadura misionera. Espero compartir otras experiencias.

Alicia Obregón, MMB