“COMPARTIENDO UNA
-VIEJA- EXPERIENCIA”

Era 1989, cuando Gloria Borobio, MMB y yo llegamos a fundar la comunidad de Cotió, en Guatemala.

Mi tarea o destino era para trabajar en la Pastoral Juvenil Vocacional. Siempre había estado realizando trabajo de otros tipos y sólo con adultos, pero nunca con jóvenes cosa que sentía no se me daba y en esos momentos era para mí un reto gigante, algo que no me era nada fácil, sin embargo, pensé que debía hacer todo lo posible y ponerlo en manos de Dios y que Él actuara en medio de las limitaciones que yo sentía, así que inicié la tarea con “temor y temblor”. Después de muchos años constaté que realmente “ÉL actúa”, es quien dirige todo, que se siembra la semilla pero que quien le da crecimiento en el corazón de cada joven es Dios… ¿Por qué digo eso?

Al iniciar esta pastoral dirigí “mis pasos” a varios campos de acción, entre ellos a mi Parroquia San José del Buen Consejo. Ahí me encontré con las y los jóvenes, fuimos intentando caminar, al menos de mi parte e ir dando los primeros pasos en esta tarea.

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¡Era 1990! Se fue consolidando el grupo, teníamos nuestras reuniones, reflexiones, oración e íbamos caminando. Tiempo después fui destinada a Colomba en Quetzaltenango, una misión rural también en Guatemala.

Los años pasaron, yo durante todos esos años había andado a veces lejos de esta bendita tierra guatemalteca, por México, Italia, etc. hasta que hace como unos 5 o 6 años, por azares de la vida hubo contacto con uno de aquellos jóvenes y luego tuve la gigante alegría de reencontrarme con algunos de ellos.

Compartimos en una primera cena lo qué había sido de nuestras vidas después de tantos años en que nos perdimos de vista y así cada una/o fue desgranando su vivencia… ¡Cuánto gocé con su compartir! Viendo que son unos mujeres y hombres de bien, trabajadores, con hogares consolidados. ¡Todo un regalo de Dios para mí ese encuentro y, cuánto agradecí a Dios todo lo bueno que me dejaron! Me impactaba y me sigue impactando que, al día de hoy, se acuerden de reflexiones de aquel tiempo, de frases que se ve, hicieron mella en su vida, porque a aquella pequeñita semilla sembrada, el Dios de la vida la ha hecho germinar y dar fruto. Me reconfirma que es Él quien actúa… este es mi aprendizaje: confianza y abandono… “Hacer todo como si todo dependiera de ti sabiendo que todo depende de Dios”.

Anteayer tuvimos nuevamente la posibilidad de encontrarnos y cada ocasión es para mí un gran gozo, poder convivir y compartir sobre nuestras vidas. Pero, quiero dejarles la palabra a ellas/os expresando algo de lo que les dejó aquel grupo:

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Después de oír todo lo que ellas y ellos han expresado y lo que hemos ido recogiendo en los diversos encuentros no cabe duda de que Dios estuvo presente en aquel grupo, que ÉL actuó y nos ha ido acompañando, hasta hoy, a cada quien, desde nuestras propias vidas, que ÉL es un Dios Padre-Madre presente en la historia, cercano, misericordioso y lleno de amor.

Rebeca Cervantes Martín, MMB
Coordinadora del Área de México-Centroamérica

“A mis 48 años, comparto que, en los años de la adolescencia y juventud, el pertenecer a los Grupos Juveniles, me permitió aceptar la realidad de un cáncer incurable de mi mamá, que la consumió en un par de años, donde hubo mucha impotencia y finalmente el momento de la separación, que fue un aceptar que Dios es grande, que nos apoyo en esos momentos, ya que le permitió reconciliar su vida. Fue el momento que más cerca sentí a Jesús. A pesar de no tener un hogar completo, fue compensado por mi participación en las actividades del Grupo Juvenil, que cimentó mi fe y mi forma de ser, mi lucha constante, por seguir a Jesús, sabiendo que soy pecador y que no puedo dejar de trabajar por acercarme a Él. El apoyo que recibimos del Padre Osmin y de la hermana Rebeca, nos ayudó a trabajar esos años como jóvenes por los/as jóvenes. Hay mucho que agradecer, Dios los bendiga”

Luis Call

“En el grupo juvenil recibimos una valiosa base espiritual que se fue fortaleciendo día con día. Ayudándonos en nuestra juventud para mantenernos firmes en los caminos del Señor y que ha sido de gran bendición para nuestra familia. Sor Rebeca gracias por ser el vivo ejemplo de la palabra y amor de Dios y un testimonio de vida digno de seguir. La queremos mucho y la extrañamos en Guatemala”. (De aquel grupo juvenil salió ésta feliz pareja)

Edy y Glenda

“Es difícil empezar a escribir que fue el Grupo de Semilla de Juventud en mi vida. Son tantos y tantos recuerdos gratos y llenos de esperanza que me es complicado describirlo, no encuentro las palabras que puedan expresar con certeza todo lo que ha significado, pero lo intentaré. Junto con la llegada de la adolescencia y la juventud, llego el llamado amoroso de Jesús quien con lazos de amor y ternura nos reunió a cada una/o de quienes conformamos este hermoso grupo de jóvenes “Semilla de Juventud”.

Pero no lo hicimos solas/os, el plan perfecto de Dios era enviarnos a dos siervos fieles y llenos del compromiso de servir, el Hermano Osmin y Sor Rebeca a quienes les tenemos mucho cariño, admiración y respeto, ellos fueron los pilares que nos sostuvieron y nos enseñaron el valor de la unidad, la solidaridad y la empatía con el más necesitado, el orar sin reservas y con la confianza plena en que éramos escuchadas/os, con su entusiasmo nos impregnaron del dinamismo y la fuerza del amor y la paz que sobrepasa todo entendimiento.

Fue un tiempo hermoso, indescriptible, único… Después de tantos años sigo unida a mi mejor amigo Jesús, él me ha llevado a lugares inimaginables y lo que aprendí en el grupo, me ha motivado a seguir amándolo, cantándole, buscándolo, aprendiendo en Él y confiando en que sus planes son de bendición para mi vida. El camino no ha sido fácil, pero creo en sus promesas”.

Disnarda de León

“ ¿Qué significó para mí estar en el grupo? Tenía menos de 20 años cuando ingresé al grupo. Como cualquier joven de esa edad, tenía muchas ganas de entender el mundo, de vivir a Cristo, pero muy poca experiencia. Estar en el grupo, significó adentrarme más en la experiencia cristiana, en cuestionarme a mí mismo, sobre quién era. Significó empezar a vivir la fe, adentrarme en mi vocación. Inclusive, pensar en el camino del sacerdocio. No me hice sacerdote, pero vivo hoy sobre las bases, sobre los cimientos que fueron fundados en aquel entonces, y que continúan siendo parte de mí”.

Jorge García Gaitán

“VIOLENCIA INTRAFAMILIAR”

“Un esfuerzo de trabajo
desde el aprendizaje Gestalt”

Las parejas comienzan con el enamoramiento, y en esta etapa es tal la confluencia que, la mayoría de las veces no se puede delimitar el contacto físico, porque se pierde el límite entre una y otra persona. La realidad es que en esta convivencia de parejas enamoradas y en esta etapa no se dan cuenta de nada porque están en la luna, y cualquier cosa que decidan con el correr del tiempo y la convivencia llegarán a los pleitos y, a veces muy violentos; todo aquello del comienzo, con eso de que… “somos uno” y… “lo que tú quieras amor”, se convertirá en una fuerte polaridad, que al igual que la confluencia resulta un mecanismo neurótico por el cual se bajan de la nube y es cuando se da la violencia en el hogar.

La convivencia entre los seres humanos no es fácil. Las personas tendemos a resolver con mayor facilidad conflictos con padres, hermanas/os, compañeras/os de trabajo, amistades y jefas/es, pero cuando es una pareja se hace más difícil.

El 18 de febrero en el Salón Gerardi del Edificio Bérriz en nuestra Colomba, Guatemala, nos reunimos unas 30 mujeres aproximadamente para realizar un taller sobre “Violencia intrafamiliar”, tocando el tema desde la Gestalt. El mismo había sido pedido por ellas en la evaluación del Proyecto de Pastoral de la Mujer en diciembre del año pasado.

El trabajo resultó muy bonito y bastante participado, ya que ellas son dinámicas y creativas. Facilitamos el trabajo por medio de un Power Point y otras actividades donde fuimos comentando los distintos tipos de maltrato: físico, psicológico, sexual, económico.

Terminada esta etapa pasamos a realizar socio-dramas, donde reflejaron claramente que “el abusador por su proyección neurótica” no se responsabilizaba de su abuso y las culpaba a ellas de su conducta violenta.

Fue un momento de mucha riqueza, asimilación y sobretodo de contacto con su interior, donde vivenciaron momentos de dolor, de fracaso y de sentirse indefensas y minimizadas.

Dos o tres señoras se abrieron en el proceso y hubo que darles atención. En este momento el resto del grupo trabajó el rescate de su fuerza “yoica” por medio de un pequeño ejercicio de fortalecimiento de su Yo. Recogimos el día y cerramos con una meditación guiada teniendo como fondo lo valioso y maravilloso que es ser mujer.

El 18 de marzo un mes después, las mismas mujeres continuamos, trabajando y aquí el tema fue:
“Los valores evangélicos son todas aquellas actitudes que nos forman como personas, como mujeres y hombres” FL. 4, 8-9.

La propuesta inicial de trabajo fueron 6 valores: amor, respeto, agradecimiento, responsabilidad, honradez y honestidad. Iniciamos el trabajo con una oración como siempre lo hacemos y desde ese momento comenzamos la sensibilización.

Lo primero que plantearon fue, nosotras como mamás, formamos a nuestras/os hijas/os y si nosotras/os practicamos estos valores seremos buen reflejo para ellos.

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En realidad, nos quedamos en el primer valor del tema porque con mucha lucidez plantearon que del amor se derivaban todos los otros valores que teníamos para trabajar, e incluso hicimos una lista enorme de valores. En este proceso cada una fue dejando caer lo que sentía según lo que expresaba y a la vez se comprometía con ella misma y con su entorno a fortalecer esa experiencia.

A continuación, pasamos a enumerarnos y formar grupos para expresar los valores tratados y fue algo bello el trabajo que hicieron por medio de poesías, cantos, cuentos, teatro y bailes. Fue una manera muy bonita de expresar lo que aprendieron.

El sentimiento general fue de sentirse regresando a ellas mismas: amarse, perdonarse, responsabilizarse. Algunas expresiones fueron: “Antes estaba fuera de mí y por eso me pasaron muchas cosas que me dolieron, me golpearon y me hicieron sentir que no valía”. “Hoy siento que soy yo, me amo y me valoro”. Fue un retomar su centro y descubrir que en ellas había nacido algo nuevo, volver a sí mismas, volver a casa.

“El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor” (1 Corintios 13).

Como deseamos que la formación de la Pastoral de la Mujer sea de manera sistémica, el domingo 19, las responsables de “Medicina natural” enseñaron a las señoras, a elaborar una pomada contra los dolores de huesos, esto les encanta, porque van aprendiendo cosas que les ayudan a dar un servicio en sus comunidades.

Petronila Torres, MMB

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“SENTIR-PAUSA-REPARA”

El pasado 1 de marzo en el colegio, nuestro Instituto de la Vera-Cruz, en cada uno de los niveles, alumnas, maestras, en sí todo el personal tuvimos la celebración de “Miércoles de ceniza”, iniciando así la “Cuaresma”. En los diferentes niveles se realizaron algunas actividades previas, propiciando tiempo de reflexión y de preparación para iniciar con Jesús el camino hacia la Pascua.

En Preescolar, las alumnas irán preparándose en esta Cuaresma desde pequeñas actitudes cotidianas, sintiéndose invitadas a seguir el ejemplo de Jesús. Desde su clase de educación en la fe, las alumnas prepararán su camino a la Pascua a través de una oración contemplativa haciendo énfasis desde estas consignas: “Juego con mis amigas”, “Comparto”, “Obedezco”, “Pido perdón”, “Perdono”.

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Primaria centró la preparación con las alumnas desde el lema de: “Sentir”. El cual Consiste en “ver” más allá de lo que ven nuestros ojos, ver con los ojos del corazón, ver de una manera especial a quien tenemos a nuestro alrededor, para no dejarle en soledad y así, se sienta la compañía en su camino. Pensemos que en esta Cuaresma nuestro interior también necesita ser cuidado y atendido.

Esas cosas que tenemos que “reparar” en nuestro interior, son aquellas acciones o actitudes que tenemos en nuestro corazón que impiden escuchar, seguir y amar a Jesús y ser como él quiere que seamos: generosas, buenas compañeras, responsables, amistosa, sinceras, etc.
Para poder hacer estas reparaciones, es necesario seguir estos pasos: “sentir”, “pausa”, “repara”.

En Secundaria y Preparatoria contamos con la presencia del Padre Benjamín Aguirre quien nos acompañó en la celebración de la Eucaristía y desde los textos correspondientes al día hizo la invitación a las alumnas a vivir profundamente el tiempo de Cuaresma como un tiempo de conversión interior, compartió también con las alumnas el sentido de la Cuaresma como camino a la Pascua.

Previamente en ambos niveles se fue reflexionando en torno al “tren de la vida”, desde el cuál las alumnas irán realizando cambios concretos para ir generando cambios en las pequeñas acciones cotidianas, mismos que se vean reflejados en la convivencia con sus compañeras de clase y para su vida fuera del colegio.

Natalie Alonso Olmedo
Coordinadora del Departamento
de Pastoral Integral

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“VIVIR LA FE DEL PUEBLO”

Vivir el retorno a Guatemala después de dos años de no estar en ese hermoso país, de volcanes y lagos y de gente maravillosa que, desde su generosidad, alegría, fe sencilla nos acerca al Dios de Jesús, siempre ha sido un gran regalo de Dios para mí.

Llegue a Guatemala el jueves 23 de marzo a una reunión de la Asamblea de nuestra Área México-Centroamérica, nunca pensé que regresaría a ese querido país que durante doce años y medio me fue mostrando el rostro de un Dios entrañable, solidario y comprometido con los más débiles de nuestro mundo, concretamente en Guatemala, país de profundas riquezas y grandes desigualdades.

Quise ir a Colomba, pero la falta de tiempo y la realidad de carreteras, transportes y posibles bloqueos me desanimaron, me quedé todo el tiempo en la capital. Fue aquí donde volvía vivir de manera sencilla una expresión de la fe popular en el Viacrucis.

La Comunidad Eclesial de Base, de la avenida Mateo Flores que se reúne los martes, realiza su Viacrucis los viernes de Cuaresma, antes de la Semana Santa. Este día viví otra vez junto con ellas/os esta celebración de fe, el olor a copal, la alfombra donde la cruz era el centro, que adornaba de manera sencilla al Nazareno y que, me regresaron a todas las celebraciones vividas en Colomba.

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La sencillez me acerco a las comunidades del campo en la zona de Mujuliá, Chuvá, Saquichillá, Santa Rosa, Mercedes, El Retiro y muchas otras comunidades que durante este tiempo acompañan a Jesús en su vía dolorosa.

Caminamos de la casa que lo recibió el Viacrucis el viernes pasado en uno de los callejones tan conocidos en esa zona, a otra casa que lo recibía, fue una caminata corta, llegamos a esa casa y después de las oración y meditaciones de tres estaciones del Viacrucis, se compartió con nosotras/os un pan y un rico café. Hablamos largamente sobre la situación de Guatemala, sobre la problemática que se vive y el compromiso que como ciudadanos y creyentes tenemos que hacer, desde lo pequeño para cambiar las realidades de violencia y de muerte.

Después de ver en donde se recibiría el Viacrucis la semana próxima, nos retiramos agradeciendo su acogida y calidez, muy al estilo Guatemalteco y, en el regreso y luego en casa, agradecía al Dios de Jesús este otro regalo que me daba, experimentar una vez más el sentirme tocada por Jesús, que me invitaba a seguir caminando en su seguimiento, desde mi opción por la vida y por las personas más pobres y excluidas.

Alicia obregón Torres, MMB

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“PODEMOS TRANSFORMAR EL MUNDO”

“Haciendo cosas pequeñas, en lugares pequeños podemos transformar el mundo”

Este año tuve la suerte de volver a estar presente en el UNDOKAY de nuestro Colegio de Guadalajara el Instituto de la Vera-Cruz. Así, comparto desde mi vivencia personal.

El participar en este evento me recuerda aquellos UNDOKAY o kermesse, que cuando yo era joven iniciaba con las tablas gimnásticas de la Mis Bell, en el lindo patio central del Colegio, con todo el alumnado pendiente de sus indicaciones para que cada número saliera lo más perfecto posible.

Han paso ya varias décadas de aquellos primeros eventos y el espíritu no ha decrecido sino al contrario. El sábado previo a la kermesse, es admirable ver encabezada por las Mesas Directivas de los distintos niveles, a toda la Comunidad Educativa trabajar arduamente para dejar todos los puestos preparados: tómbola, un sinfín de espacios para diversas comidas, juegos, discoteca que es el punto más atractivo para las y los jóvenes. En el área del Kínder se instalaba lo llamado “ciudad de los niños” con todo preparado para su edad, un hermoso restaurante, supermercado, juegos, un jardín ecológico y hasta discoteca.

Al atardecer se tuvo la ya tradicional Eucaristía en la que lógicamente estuvo presente de manera especial Haití. En la ofrenda cada asistente ofreció una bolsita con arena, símbolo de ese granito que queríamos aportar a la reconstrucción de esa Diócesis.

Una gigantesca carpa en el patio de primaria da acogida al lugar donde todas las familias disfrutaran en un ambiente sano, de alegría y unidad, de poder comer y convivir un largo rato.

Eran las 12 del domingo, cuando la Directora del Colegio Ma. Del Pilar Ríos declaraba la apertura de esta tradicional actividad y que concluyó hacia las 10 de la noche.

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En esta ocasión los beneficios del UNDOKAY serán para una diócesis de Haití, cuyo Obispo un Jesuita compartía que casi el 70% de su Diócesis estaba prácticamente en el suelo: Iglesias, escuelas, dispensarios y cientos y cientos de casas todo ello debido al terrible huracán que no después de mucho tiempo del terremoto ha azotado nuevamente esa isla. Él manifestaba su admiración de que personas de México se hicieran presentes con su ayuda solidaria.

Durante todo el día se respiro un aire de alegría, colaboración, entusiasmo y solidaridad, para que todo saliera lo mejor posible y así fue, a fin de llevar a buen término esta actividad a favor de nuestras hermanas y hermanos haitianas/os que tanto han sufrido.

Es de agradecer el espíritu misionero y de solidaridad con que toda la Comunidad Educativa fue poniendo su granito de arena para este apoyo a Haití, concluyendo esto, hasta el lunes en que por varias horas se colaboró para recoger todo y dejar limpio toda aquella grande extensión de los campos de Primaria y Kínder.

Rebeca Cervantes Martín, MMB
Coordinadora del Área de México-Centroamérica

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“SALGAMOS APRISA AL ENCUENTRO CON LA VIDA”

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“Encuentro nacional de religiosas y
religiosos de Guatemala 2017”

El Encuentro se llevó a cabo del 27 al 29 de enero en la ciudad de Guatemala. El día 27 por la tarde se tuvo una reunión con las distintas Comisiones de Trabajo de CONFREGUA. Se presentó el Plan Global y el POA 2017.

Se trabajó en cuatro grupos formados por las Áreas de Misión: Pastoral Educativa (niñas/os y jóvenes, en claves de prevención y protección), Pastoral de la Salud, Pastoral con ancianas/os y Pastoral Parroquial en general (urbana y marginal), con una única pregunta: Qué temáticas nos ayudarían a mejorar nuestro trabajo, con el fin de organizar las cuatro Jornadas de Reflexión a lo largo del año 2017.

Después se trabajó por Regiones con el fin de presentar a la asamblea cada Región Pastoral en clave de JPIC y programar los Encuentros.

Los dos días siguientes del Encuentro en clave de formación, se iniciaron con el análisis de realidad, el cual fue abordado por dos panelistas: el Lic. Jorge Santos de DDHH y Rosalina Tuyuc, mujer grandemente comprometida con las luchas más significativas de los últimos años en el país, entre sus grandes compromisos ha sido diputada y de las fundadoras de CONAVIGUA.

El tema “Reconfiguración y resignificación de la Vida Consagrada a la luz de la Visitación”, fue animado por la Hna. Cristina Rovaina, RSTJ, de nacionalidad uruguaya. El tema está enmarcado en el horizonte inspirador del Plan Global de la CLAR y el Plan Global de CONFREGUA, representados con el ícono de la Visitación de María a su prima Isabel (Lc. 1, 39-45).

El ícono de la Visitación, sugiere una “salida” urgente al encuentro con la vida, en el marco de la realidad (clave de lectura) donde la vida clama y en donde el sufrimiento, la violencia, la corrupción y muerte están presentes cada día aquejando nuestras realidades. Estos signos que nos agreden, provocan y convocan, nos invitan a ir más allá, nos interpelan a ser presencia profética que ilumine y alimente, para descubrir allí el Misterio escondido: Jesús, el cumplimiento de la Promesa.

La “reconfiguración” de las estructuras, liderazgos, formación, etc. de la Vida Consagrada, tiene que ver con el horizonte de sentido, saber hacia dónde vamos, puesto que en cada tiempo hay una forma, unos ritmos y manifestaciones distintas para llegar a ser una Vida Consagrada significativa. Es volver a las raíces evangélicas y carismáticas desde la oración y el encuentro con Jesús en un proceso continuo de identificación con él, “desconfigurando” procesos degenerativos (corruptelas, adulterios, etc.), es decir, a una continua “resignificación” (conversión), y desde una fidelidad creativa preguntarnos: qué harían aquí y ahora nuestras/os fundadoras/es, para dar mejores respuestas con flexibilidad a las urgencias de la realidad hoy.

En el “cómo” realizamos la misión, está nuestro “profetismo”. El profetismo vivido desde la Mística, la Comunidad-comunión (las relaciones interpersonales evangélicas) y los compromisos apostólicos.

El ícono de la Visitación, nos abre a una nueva perspectiva del encuentro y al necesario complemento generacional. María e Isabel juntas, en un nosotras/os.
El ícono nos sugiere e invita a una Vida Consagrada que dé una palabra ante las realidades del mundo actual y se comprometa desde unas opciones de vida significativas:

•En comunidades místicas y proféticas.
•Volver a las fuentes en fidelidad creativa: Evangelio y Carismas.
•En comunidades que humanizan sus vínculos y estructuras.
•En salida misionera hacia las periferias humanas y existenciales.
•En comunión con la Iglesia.
•En misión compartida con laicas/os.
•Intercongregacionalmente.

La metodología del Encuentro fue muy ágil y participativa. Se nos iba invitando en cada bloque de trabajo a reflexionar algunas preguntas a nivel individual y luego a compartirlas en grupos intercongregacionales. La experiencia fue muy rica, ya que pudimos reflejar algunos puntos comunes que nos atañen a todas/os y a la vez poner el énfasis en distintos matices por las realidades geográficas, generacionales y carismáticas de quienes participamos.

Salimos con el corazón agradecido y con deseos de profundizar y ponernos en camino de conversión y en apertura a los cambios que la realidad nos sugiera.

Comunidad MMB de Cotió

“ENTRETEJIENDO NUESTRA INTERCONECTIVIDAD”

“Encuentro en Filipinas”

Desde este rinconcito “chapín” (guatemalteco) me acerco a cada una/o de ustedes para compartir algunas experiencias vividas en tierras filipinas especialmente aquellas que hacen ruido internamente y que motivan para seguir ampliando mi-nuestra mirada.

Después del encuentro, lo primero que se me viene a la mente es que “tejer la interconectividad” a nivel Instituto MMB, es un sueño, una utopía, un deseo, un anhelo, una necesidad. Y, esta necesidad de entretejerla está en el sueño de un grupo de mujeres, limitadas y habitadas por el Dios de la Vida que desea seguir tejiendo su proyecto en y, desde nuestras propias realidades, es decir, desde nuestro ser mujeres en proceso de hacernos más humanas en el día a día. Y, éste tejido se va haciendo entre todas, como nos recuerda el proverbio africano: “Si quieres llegar rápido, camina sola/o. Si quieres llegar lejos, camina en grupo”.

Este caminar grupal está marcado por una diversidad cultural, generacional, de misiones, servicios y/o responsabilidades diferentes donde compartimos la vida en las distintas áreas. Hemos constatado que en el futuro seremos pocas MMB, pero estaremos más unidas, compartiremos nuestros recursos humanos y trabajaremos más en redes e involucraremos más al laicado.

Somos mujeres soñadoras-apasionadas así que, soñamos un Instituto, áreas y comunidades, donde se viva la interculturalidad y la interdependencia con un estilo de vida que hable de esperanza, de testimonio, de compromiso, de sencillez y, centradas en el seguimiento de Jesús de Nazaret. Para ello, nos ayudará el tener como referencia a las personas más vulneradas de nuestras misiones.

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Estamos en el siglo XXI donde se constata que nuestra tierra está gritando porque necesita respirar y tener una vida diferente. Así que en CARES (El proyecto del Instituto que se tiene en Manila-Filipinas), se vivió el encuentro y se nos dio la oportunidad de cuidar-proteger-amar a nuestra madre Tierra porque todo era ecológico desde la forma de dormir hasta la forma de bañarnos, utilizamos productos 100% naturales. Además, trabajamos en pequeños grupos para realizar actividades relacionadas con el cuidado de la tierra. A mi grupo nos correspondió preparar abono orgánico que viene de los residuos de las lombrices y también cortamos bolsas de plástico en pequeños pedacitos para luego hacer cojines. A otros grupos, en cambio, les tocó cortar algunas plantas para hacer abono, sembrarlas y regarlas. Éstas pequeñas experiencias, pero significativas, cuestionan el tipo de productos que consumimos, dónde compramos, a quiénes beneficiamos, etc.

Quiero agradecer a Dios amante de la Vida por la oportunidad de haber compartido y coincidido estos días con las “jóvenes profesas” porque seguimos apostando por un Instituto con talante misionero. A las hermanas filipinas muchas gracias por todo. To all the filipino sisters. Thank you so much for everything, Maraming Salamat po mula sa puso.

Graciela Pérez G., MMB

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“LA CRUZ REPRESENTA LA VOCACIÓN

La Cruz de la Evangelización es el Símbolo del próximo “Vº Congreso Misionero Americano” que se celebrará en la Ciudad Boliviana de Santa Cruz de la Sierra en Julio de 2018.

“La Cruz Misionera plantada
por los Jesuitas en 1991”

• Historia:
La Compañía de Jesús, por inspiración de Ignacio de Loyola y por mandato del Papa Paulo III, comenzó en 1540 la labor de fundar “reducciones” y evangelizar a las personas nativas de Sudamérica.

Los Jesuitas organizaron las reducciones de Chiquitos al norte de Santa Cruz, las misiones comenzaron en la localidad de San Javier en 1691, con el sacerdote Jesuita José Francisco Arce y el hermano Antonio Rivas. Años después fue colocada la Cruz, plantada en la plaza principal de San Javier como recuerdo del III Centenario de la Evangelización en Chiquitos (1691-1991).

La labor misionera de los Jesuitas tuvo gran éxito, las personas nativas asimilaron el mensaje del Evangelio aceptando a Jesucristo en su cultura, fruto de este hecho se refleja hoy en los templos construidos y el arte que dejaron las misiones jesuíticas. Esta Cruz prosigue impulsando la evangelización, por eso fue elegida como símbolo del andar misionero cristiano del continente.

• Significado de la cruz:
Este símbolo cristiano, guarda dentro de sí una serie de características peculiares que fusiona dos visiones:
-Aquella donde los hombres quieren imponerse por la fuerza, instaurando su reino de violencia.
-Y la de Dios, que en un acto de amor a la humanidad entrega a su hijo Jesús para morir a favor de ésta.
-Ambas cruces, la de la violencia humana y la de la ofrenda de Jesús forman la única Cruz del Hijo de Dios.

• Los mensajes de los símbolos de la Cruz de la evangelización son:
-Su ubicación en el centro de la plaza principal; como signo de salvación de la comunidad bautizada que alaba a Dios Padre por la redención. Su cima y ambos lados acaban con el signo de Cristo Redentor, el tallado de los bordes de madero expresa el cariño y la fe del pueblo trabajador.
-Testimonia la redención universal que Cristo ofrece a la humanidad. La cifra número tres, según la numerología bíblica subraya la perfección y profundidad de la Redención de Cristo.
-Las flores expresan la exuberante naturaleza de Chiquitos, la flor de tulipán simboliza que de la Cruz gloriosa brota la vida en abundancia.
-El monograma latino IHS, testimonio de la realidad histórica de Jesús y de su identidad divina. Él se llama Jesús (I), es el Hijo de Dios (H), es el Salvador (H) de la humanidad.
-Los tres clavos revelan la crueldad de la crucifixión de Jesús, su oblación en libertad, a Dios Padre y su amor sin límites por todos los seres humanos.
-La reliquia de la Bienaventurada Nazaria Ignacia March Meza; Beatificada por S.S. Juan Pablo II en Roma, el 27 de septiembre de 1992 y proclamada su fiesta el 6 de julio. Esta reliquia colocada debajo del monograma, expresa su labor apasionada de Discípula/Misionera, que continúa hoy vigente en la vida y misión de la iglesia católica.
-Los ocho bordes en espiral ascendente del palo vertical; significa “octava de días, término muy empleado por los padres de la iglesia para referirse al domingo cristiano, que a la vez es “día primero” y “día octavo”, porque cada día octavo supera a la semana siete. Este mensaje pascual se inspira en la aparición de Jesús resucitado a Tomás que le sucedió el octavo día (Jn 20,26-29).
-La dimensión cósmica de la Cruz. Del naciente al poniente, camino diurno del sol que ilumina los cuatro puntos cardinales. De noreste a sudoeste y viceversa, cruce de vientos de los cuatro rumbos del mundo. Del sur, camino nocturno de la cruz del Sur, como presencia providente de Dios-amor que orienta quien camina en la noche. La dimensión cósmica de la Cruz es la traducción de lo que dijo Jesús al pueblo:

MISIONERA DE LA IGLESIA”

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“Y yo cuando sea levantado de la tierra,
atraeré a todos hacia mí” (Jn 12,32).

La cruz se estableció como símbolo de este evento (V CAM) porque representa la salvación del género humano en el madero de la cruz, “para que, donde tuvo la muerte Jesús ahí surgiera la vida”, así como se indica en el Prefacio de la Exaltación de la Santa Cruz. También se quiere que el recorrido de la Cruz por todos los países del continente americano introduzca a todo el pueblo de Dios en la dinámica el Éxodo, que conduce al Pueblo de Dios hacia la libertad plena.

“La Cruz de la Evangelización por toda América”

Durante la Visita Apostólica del Papa Francisco a Bolivia le fue entregada a cada Director Nacional de las OMP en América, una réplica de la Cruz.

Junto a la cruz se ha dispuesto un manual. Este manual consta de cinco grandes partes, los cuales van desde una breve historia de las misiones jesuíticas en Chiquitos (Bolivia); se propone una iluminación y meditación bíblica sobre la Cruz en la vida de la persona misionera, así como un rito de entrega y recepción de la Cruz Evangelizadora que oriente el proceso de animación misionera durante la visita de la réplica a las Diócesis, Parroquias, Instituciones educativas, y otros.

“La Cruz de la Evangelización en Colomba”

El domingo 29 de enero, nuestra Parroquia Santo Cristo de Esquipulas, de Colomba Quetzaltenango en Guatemala, nos organizamos para ir al encuentro de la Cruz de la Evangelización, y a recibir también la reliquia de Monseñor Romero como Mártir y Evangelizador de América Latina.

La Parroquia de Coatepeque nos entregaba tanto la Cruz como la reliquia de Monseñor en la carretera de la costa, a la altura de la Finca “Las Delicias”.

Es bello ver cómo responde la gente, adornaron los vehículos, llevaban palmas en la mano, cantaban y oraban mientras esperábamos, casi dos horas hasta que apareció en el horizonte la Parroquia de Coatepeque, pero nadie se quejaba.

La entrega se hizo con mucha solemnidad y orden. Los sacerdotes de Coatepeque leyeron lo que se preparó desde Bolivia para esta entrega y nuestro sacerdote la recibió y agradeció este momento tan importante para toda la América Latina y de manera especial para Colomba.

De ahí nos dirigimos en caravana hasta nuestra Parroquia. A las cinco de la tarde hubo una Eucaristía solemne en la que se resaltó la importancia de la Evangelización en nuestro continente y se comentó sobre la figura indiscutible de Monseñor Romero como ejemplo de testimonio y compromiso evangélico.

Después de la Eucaristía salimos para hacer una procesión, recorriendo algunas calles de Colomba. También hubo una buena participación. La Cruz y la reliquia permanecieron con nosotras/os hasta el día siguiente que nos correspondió entregarla a la Parroquia de San Martin.

Maria Micaela Reynoso Primo, MMB

“VIVIR LA EXPERIENCIA DE GRUMMER”

Hablar de GRUMMER- Grupo Misionero Mercedario en el Instituto de la Vera-Cruz, nos remonta a más de treinta años de vivencias con grupos de adolescentes de Secundaria que, desde la vivencia del Carisma Mercedario y Misionero, quieren iniciar un contacto con una realidad de personas excluidas y desprotegidas de la sociedad.

Al volver al colegio en el 2013 quise retomar esta experiencia y, buscamos la forma de hacerlo en Primaria y Secundaria, involucrando a alumnas de Preparatoria, que desde su servicio social acompañaban a las alumnas de Primaria. En Secundaria, continuaban con su experiencia habitual; diversas razones nos llevaron a dejar la experiencia de Primaria y buscar reforzar de manera nueva la de Secundaria.

Muchas cosas han pasado en estos cuatro años, hemos tenido logros y desaciertos, buscado caminos nuevos, tratando de abonar a esta experiencia desde una nueva realidad de la actual juventud. Me di cuenta que las muchachas y niñas han cambiado su forma de ver la vida y el compromiso es diferente, pero creo que, en medio de todo, encontramos la forma de seguir manteniendo esta experiencia.

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Hoy un grupo de 30 jóvenes asisten a dos centros de niñas/os simplemente con el fin de compartir una hora y media con ellas y ellos que quienes están abandonadas/os, huérfanas/os y hay quienes son hijas/os de madres solteras. Las actividades que comparte son en su mayoría lúdicas, pasar y hacer pasar una tarde alegre a las niñas y los niños que carecen de amor y muchas otras seguridades.

Muchas de las alumnas que llevan 3 años seguidos realizando esta actividad social y misionera y, otros más años, ya que en Primaria estuvieron los tres años y ahora llevan cuatro o cinco años de presencia ininterrumpida. Esta experiencia esponja el espíritu y nos anima a seguir esforzándonos para que ellas sigan viviendo esa experiencia que las lleva a encontrar a Jesús en el rostro de una niña o niño abandonado o con carencias grandes.

No dejo de dar gracias al Dios de Jesús por ser testigo del trabajo desinteresado de las voluntarias que acompañan y reflexionan con las niñas cada viernes que van a vivir su experiencia de GRUMMER.

Alicia Obregón Torres, MMB

“TOD@S POR HAITÍ”

El pasado domingo 12 de febrero se llevó a cabo la kermesse del colegio en nuestro Instituto de la Vera-Cruz, kermesse mejor conocida como “UNDOKAY”, en la que como cada año tenía un propósito. Este año fue para ayudar a nuestras hermanas y hermanos de Haití, quienes últimamente la han pasado muy mal y, qué mejor manera de apoyar, que como muy bien sabemos en el colegio, toda la Familia Mercedaria unida.

Este día es un día muy especial para toda la Comunidad Educativa, es un evento que se prepara con anticipación y con un trabajo solidario de parte de las alumnas, maestras/os, personal, madres y padres de familia, quienes organizan los diferentes puestos, la recolección de cascarones, los regalos para la tómbola, entre otras actividades que se llevan a cabo anticipadamente.

Admiro mucho, por ejemplo, la organización de la tómbola, cómo es que desde dos o tres días antes las mamás y algunas maestras empiezan a envolver regalos, numerarlos, acomodarlos, o también, el personal de intendencia acomoda los toldos para los puestos, las mesas, hacen limpieza. Es un trabajo de un gran grupo de personas, que lo podemos reducir a la palabra “solidaridad”, porque todo lo que se hace para el UNDOKAY, son acciones que salen de las entrañas de todas aquellas personas que participamos, es poner nuestro “Granito de arena para formar montañas”.

El día del UNDOKAY, todo el trabajo y dedicación se ven reflejados en la excelente organización, el que todas y todos podamos disfrutar de una rica comida, de divertidos juegos, de la tómbola, de la disco. No es más que el fruto del esfuerzo y de las ganas de ayudar a un país que nos necesita, un país que es el más pobre de nuestro continente azotado por desastres naturales.

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Es un día familiar en el que está de más el grado de estudios del que participes, si eres alumna, maestra/o, mamá, papá, o eres parte del personal, ese día eres parte de la Familia Mercedaria y todas/os estamos ahí con un mismo fin. Como exalumna me llena el corazón darme cuenta de las grandes acciones que se pueden lograr si se unen fuerzas, definitivamente el UNDOKAY es de las acciones más valiosas del colegio, porque es un evento en el que convives, te diviertes y a la ves ayudas.

Con el grupo de exalumnas estuvimos atendiendo el puesto de “guzguerias”, que tiene la tradición de ser coordinado y atendido por exalumnas del colegio. Ahí nos vimos compañeras de diferentes generaciones que con ánimo y sonrisas atendíamos a niñas/os, mamás y papás que se acercaban a comprar dulces, fruta rayada, papitas y diversas golosinas.

Nuestro esfuerzo contribuyó para formar con nuestro granito de arena la posibilidad de que hermanas y hermanos nuestros de Haití, puedan tener una vivienda. Ha sido una experiencia cálida llena de solidaridad y entrega… “Mucha gente pequeña en muchos lugares pequeños, puede transformar el mundo”.

Dani Molina, Exalumna
y Alicia Obregón, MMB