“EL ENCANTO

DE ESTA MISIÓN”

 

Lo primero que tendría que decir es que la gente de Nicaragua es la culpable del encanto de esta Misión. No he estado en muchos lugares del mundo, pero sí que saben hacerte sentir especial. Desde los gritos por todos lados de… “adió’ Amor, qué va a llevar Amor”, hasta sus sinceros abrazos sin importar el tiempo que llevas de conocerles.

Me ha impactado la realidad laboral que existe, las jornadas de trabajo e incluso la violencia que sufren las mujeres en las trasnacionales. También la migración como un fenómeno muy complejo y todas sus repercusiones; al trabajar con el SJM (Servicio Jesuita para Migrantes) e impartir talleres para hijas e hijos de migrantes, resulta muy difícil enfrentar las consecuencias que experimentan las niñas y los niños que viven esta situación. Sin embargo, el estar de cerca con ellas y ellos, y ver la manera en la que se alegran al llegar a jugar o distraerse, siempre me motivará para acompañarles cada vez mejor.

Por otro lado, tuve la oportunidad de vivir quince días en el campo, en una comunidad llamada “Los Pocitos”. Es extraño, pero a pesar de la “pobreza” con la que se conoce que vive la gente del campo, yo vivía “riqueza”. Riqueza de cariño, abrazos, atenciones, riqueza de fe, de motivación para seguir adelante y luchar por sus familias. Es otro tipo de riqueza sin duda, y mucho más valiosa para mí.

 

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Me marcó mucho. Es un cariño muy especial y es otro mundo para mí en el que te das cuenta de cómo la naturaleza nos da todo lo que necesitamos. Al día siguiente que regresé a El Viejo, ya les extrañaba a todas y todos: sus abrazos, sus cantos, su cercanía y su inquietud porque yo (apenas una “aspirante” pero para ellas y ellos ya una hermana), les respondiera todas sus dudas de fe y religión, creyendo o confiando en lo que sabía. Sé que no lo sé todo, pero lo que más rescato de este momento es su confianza, que me impulsa a prepararme cada día más y ser consciente del impacto que pueden tener nuestras palabras y actitudes.

¿Por qué estoy aquí en Nicaragua? Porque he tomado la decisión de ser religiosa misionera con las Mercedarias Misioneras de Bérriz. Así que, como primer proceso, soy aspirante, que es la primera etapa de formación. Después de esta experiencia en esta hermosa tierra, me iré a Guatemala para seguir con otra etapa: el Postulantado.

Sin duda, Nicaragua ha dejado una huella en mi vida, en mi historia. La Comunidad MMB con la que vivo y me acompaña, las voluntarias de nuestro Colegio de Guadalajara en México, cada persona que he conocido ha marcado mi vocación, mi caminar… y me ha enseñado la importancia del diálogo y la cercanía. Doy gracias a Dios por la bendición de traerme a Nicaragua… Nicaragüita, para enseñarme y simplemente… para quererme.

 

Gloria Martínez

“DESCUBRIÉNDONOS EN LA REALIDAD

DE NUESTROS PUEBLOS”

 

“Estudiantes de la Vida”

 
Mi nombre es Ana María Pellat y fui parte de las voluntarias en la Misión de la Mercedarias Misioneras de Bérriz en El Viejo, Nicaragua. Después de haber crecido con una formación mercedaria por 15 años, pude poner en práctica lo que tanto nos enseñaron en el Instituto de la Vera-Cruz y lo que a lo largo de ese caminar aprendí de la vida de la Madre Margarita fundadora de la MMB.

Estuve en un lugar que nunca imagine conocer y me siento totalmente agradecida de haber podido tener esta experiencia, que haya sido en esta etapa de mi vida. Las personas que dejé entrar en ella y coincidieron en mi camino, me han marcado, me han cambiado y han hecho que me conozca mejor a mí misma, a las demás personas y a Dios.

Mi primera experiencia fue en la escuela en “Villa España”, donde las y los niños corren, juegan y aprenden sin zapatos, te dan más de lo que entregas y con una sonrisa y un abrazo dejan detrás todo lo malo y te demuestran un cariño muy significativo, detrás de toda esa inocencia hay muchas ganas de salir adelante y poder estudiar, ahí vi la vida de otra manera, despreocupada por hacer las cosas porque “te nace hacerlas”, no por compromiso, donde una sonrisa y un abrazo vale más que todo. Ellas y ellos tocaron algo muy dentro en mí que no podre quitármelo.

Mi segunda experiencia fue en un proyecto para migrantes del “Centro Recreativo Teodoro Kint” al que se unen los Jesuitas del SJM (Servicio Jesuita para Migrantes). Ahí participé en programas de radio donde hablábamos de temas de migración en Nicaragua y todo el mundo, impartiendo talleres cada quince días a hijas e hijos de migrantes, donde compartíamos un pequeño momento con ellas y ellos, realizando actividades recreativas y dábamos temas que ayudaran en su vida y proceso diario, aprendí que la esperanza es lo último que muere.

En el mes de octubre pase junto con mis dos compañeras, Elsa y Mercedes por casi un mes en la comunidad campesina de “Los Pocitos”, es una comunidad adentrada en la naturaleza, son personas pobres pero a la vez ricas, tienen todo lo que la madre naturaleza nos puede dar, “la vida”, de ella viven día a día y se esfuerzan por salir adelante. Dentro de ellas y ellos hay sueños pero lo más importante hay una sencillez enorme y un amor inigualable. Fueron mis misionaras y misioneros, aprendí más de lo que pude haberles enseñado, fue un honor que me aceptaran como parte de su familia y que me llamaran hija y hermana.

Mi tercera experiencia fue estar en “Casa Esperanza”, donde cada vez que iba salía con una sonrisa que hasta los cachetes me dolían y fue hasta noviembre donde tuve la oportunidad de trabajar con ellas y ellos, mujeres y hombres que tienen capacidades diversas, personas muy capaces. Su trabajo consiste en hacer tarjetas que mandan a Japón y otros países para vender y recoger fondos, también hacen piñatas donde cada una y cada uno tiene su tarea. Zita que pertenece al grupo del laicado MMB es la orientadora, ella les ayuda a hacer la estructura y de ahí todas y todos como equipo le dan forma a la piñata. Ahí aprendí que la palabra equipo también va de la mano de familia y que cada integrante es el soporte de todas y todos. En Casa Esperanza te abren las puertas de su casa, de su familia y te llenan de abrazos, de cariño y lo más bonito es que te guardan en su corazón aunque sea poco el tiempo que estuviste compartiendo.

El conjunto de todas mis experiencias y no solo estas, además ser catequista, facilitadora en grupo de adolescentes, asesora de ADMER- “Adolescencia Mercedaria”, me hacen compañera que se vuelve hermana, hija pero más que nada estudiante porque soy estudiante de la vida.

Nicaragua es un lugar al que probablemente nunca tenga la oportunidad de volver y si llego a ir no será lo mismo pero toda esta experiencia es el trabajo de muchas personas que han quedado dentro de mi mente y que pasan a mi corazón quedándose ahí por siempre.
 

“Misión a donde quiera que vaya”

 
Me llamo Elsa Hernández, fui alumna del Instituto de la Vera-Cruz en Guadalajara, Jal. México por 15 años, y crecí con el “Carisma Mercedario” y ahora lo comprendo mucho más. Es difícil describir lo que viví durante estos 5 meses, es algo que sólo se puede sentir pero no se puede explicar, y al mismo tiempo, es lo más simple que hay. Ir a Nicaragua es lo mejor que me ha pasado. Fue conocer a la gente más cariñosa, fiestera hasta morir, carismática y abierta.

Fui maestra de una escuela en “Villa España”, una colonia tan pobre que las casas eran hechas de lámina y donde las calles tienen aguas negras, donde las niñas y niños corren descalzos y disfrutan ensuciarse como nadie más lo hace y cuidan sus cuadernos y lápices como si fueran oro porque si los pierden, no tienen más. Y en cada sonrisa tan sincera, puedes ver toda la ternura y el amor que te brindan sin esperar nada a cambio. Ver a las y los hermanos grandes cuidando a los chiquitos y dándoles su comida aunque ellos se queden sin comer, o cargándoles para que no se cansen, llevándoles de un lugar a otro para defenderles. Puedes ver la alegría en sus ojos y la inocencia que solo tiene una niña y un niño, esas ganas de aprender y conocer el mundo.

Trabajé en “Casa Esperanza”, donde mujeres y hombres, con capacidades diversas hacen piñatas y decoran tarjetas con flores pintadas a mano que se van a Japón y otros países. En cuanto pones un pie ahí, te contagias de la alegría que tiene esa gran familia. En cada tarjeta y cada piñata, no solo va el trabajo duro y constante sino que también va un pedazo de cada una de ellas y ellos, de su historia, sus dificultades y sus logros.

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“A veces el corazón nos lleva a lugares que la mente nunca imaginó”

Despertar cada mañana al escuchar cantos, bombas, cohetes, buses llenos de personas que van cargados con el mandado, chavalitas, chavalitos y unas gallinas es algo que decidí, por motivos del corazón.

Soy Mercedes Moncada exalumna del Instituto de la Vera-Cruz en Guadalajara, México y decidí ir de voluntaria a Nicaragua sin tener en cuenta todo lo que ésta experiencia implicaría. Piquetes de unos insectitos rojos microscópicos llamados coloradillas, golpes, caídas, resbalones, peleas, reconciliaciones, cantos, risas, alegría y hasta unos kilitos de más, es una lista bastante reducida. La verdad es que jamás pensé que después de cuidar mi piel por 19 años acabaría con todas estas cicatrices, pero soy feliz porque no solo llevo cicatrices en la piel, también las llevo en el alma. Las llevo por las madres de familia que conocí en el Servicio Jesuita para Migrantes, donde fui voluntaria en agosto, mujeres que sufren porque hace muchos años no saben de sus hijas e hijos que se fueron en busca de una vida mejor, quizás en Costa Rica, en México o en Estados Unidos.

También por las niñas y niños a quienes di clases en una escuelita primaria en un barrio en la periferia de la ciudad donde viví, que más que ganas de estudiar les falta amor en casa, paz, alguien que les tome en cuenta. La verdad es que no todo es dolor, siempre se recibe, sin querer, más de lo que se da. Esas niñas y  niños te agradecen con una sonrisa, con flores que cortan en los patios de sus casas o con un “Adiós Profe, nos vemos mañana!”

Estuve en “Casa Esperanza”, un proyecto hecho de mujeres para mujeres. Pintan tarjetas que se venden en Japón y otros países, hacen piñatas y más que todo, son una familia, son compañeras, amigas y confidentes, trabajan en equipo para salir adelante dejando a un lado sus dificultades físicas.

Todos los viernes en la tarde y los sábados por la mañana fui catequista. Más de 140 niños de todo El Viejo se prepararon para hacer su primera comunión en diciembre. Les emocionó poder usar sus vestidos blancos y mangas largas, pero más allá de la vestimenta, anhelaban recibir a Cristo en su corazón.

No necesito decir mucho para expresar que estoy encantada por ese lugar, por su gente, sus costumbres, su alegría y sus ganas de vivir en esa tierra de lagos y volcanes. En Nicaragua no importa si no sabes cantar, solo necesitas unas buenas bocinas y pareja para bailar, tampoco importa si sudas por el calor de ese lugar, lo que importa es que disfrutes. La gente te abre las puertas de su casa, de su corazón y les basta con que pases al final del día y le digas “Feliz noche!”

Nicaragua, tierra sencilla, sincera y muy fiestera… estoy completamente convencida de que no pude haber tomado mejor decisión que estar en ese lugar. Tuve que dejar a mis papás, mis amistades y la universidad por un tiempo pero la marca de esta Misión no se me va a borrar nunca.

 

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También fue dar talleres a hijas e hijos de migrantes en el “Centro Recreativo Teodoro Kint” con temas como -La autoestima, convivencia familiar, sentimientos-, para poder ayudarles a sentirse acompañadas/os. Lo más impresionante de todas esas niñas y niños de diferentes edades y situaciones, eran la alegría y las ganas con las que hacían las cosas, fuera lo que fuera que les pidieras: cantar, escribir, dibujar, correr, compartir, hablar. No puedo ni imaginar que se siente crecer sin alguno de tus papás a tu lado porque sé que ellas y ellos sacrifican el poder estar con sus hijas e hijos por darles un mejor futuro, y estas niñas y niños desearían poder estar con sus papás aunque no les dieran nada. Además, la mayoría de la gente no entiende lo valientes que son las personas migrantes. Es ir a un lugar desconocido, donde no tienes a nadie, soportando los malos tratos y palabras, dejando todo lo que quieres atrás y no teniendo la certeza de cuando lo vas a recuperar y simplemente, esperando tener suerte.

En el “Centro Catequístico” pude ser catequista de un grupo de niñas y niños que ponen toda su fe y confianza en ti y te dejan llenarlos de tus palabras para así recibir a Jesús por primera vez en sus corazones. Y cuando por fin llega el día de su Primera Comunión, ves en sus caras todo el fruto de tu tiempo y su esfuerzo.

Viví por un mes en una comunidad en el campo llamada “Los Pocitos”, esta consta de 16 casas donde todas y todos son familia, son las personas más trabajadoras y admirables que hay. Viven en un bosque hermoso lleno de diferentes plantas y animales, sin carros, ni contaminación, donde todos los días se despiertan a las 4 de la mañana para empezar a trabajar y ganarse la comida y el agua de cada día sacada de un pozo. Ocuparse de sus animales, subir cerros enteros varias veces para abonar y limpiar sus huertas, levantarse 4 horas antes de que empiece la escuela para llegar a tiempo y aun así, viven con una sonrisa en la cara y sin quejas. Es indescriptible el amor y el cariño que cada una y uno de ellos nos brindó y cómo nos abrieron las puertas de su casa sin siquiera conocernos o tener idea de cómo éramos. Siempre serán mi segunda familia.

Soy la misma persona que era antes pero transformada por todas esas personas y momentos que compartí, porque ahora son parte de mí. Claro que es difícil vivir con dos compañeras en el mismo espacio de 4x4m y estar con ellas las 24 horas del día, pero conociéndolas a ellas también me conocí a mí. Y como “Comunidad MMB” gané dos hermanas y varias mamás, porque eso fue lo que fueron para mí las Mercedarias, me hicieron sentir en casa, segura, querida, acompañada, guiada y muy agradecida con cada una de ellas por todo lo que me enseñaron y dieron. No me queda más que agradecerles infinitamente por darme esta oportunidad y asegurarles que mi Misión no se va a quedar en Nicaragua sino que estará conmigo a donde sea que vaya.

“DISFRUTAR Y VALORAR EL INSTANTE DE LA VIDA”

 
Terminamos el año 2013 y es difícil resumir la gran variedad de acontecimientos vividos en los distintos grupos con los que nos relacionamos, en nuestra Misión de El Viejo, Nicaragua.
 

“Experiencias del Voluntariado”

 
La presencia de las tres voluntarias: Ana María Pellat, Elsa Hernández y Mercedes Moncada, alumnas graduadas de Bachillerato este último curso en nuestro Colegio de Guadalajara, al igual que la presencia de Gloria Martínez como aspirante al Postulantado, dió un tinte muy especial a nuestra Comunidad en estos cuatro meses que vivieron con nosotras. Les agradecemos su presencia y apoyo durante su estancia en El Viejo.

También durante el mes de noviembre, las voluntarias y Gloria tuvieron una experiencia de inserción en Los Pocitos. Una comunidad del campo formada por unas cuantas familias en la montaña. La cercanía de la gente y la belleza de su naturaleza hicieron que esta experiencia se convirtiera en algo inolvidable para ellas y para las familias que visitaron. Una y otra vez les aseguraban que las puertas de sus casas estarán siempre abiertas esperando su regreso.

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“Nuestros Grupos Mercedarios”

Durante el mes de noviembre y diciembre el grupo de Infancia Mercedaria “INMER”,  tuvo sus últimas sesiones de formación. Este grupo es coordinado y motivado por nuestra hermana Ruth Comahig y el apoyo de dos catequistas, Alicia López y Guillermo Díaz. Una de las experiencias más significativas, fue la “La Misión”; visitar una comunidad del campo, pobre y sencilla para convivir una mañana con las niñas y niños de ese lugar llevando acabo juegos, piñata, dinámicas de reflexión y un pequeño refrigerio. INMER fue acompañado por sus mamás, otras/os catequistas, las voluntarias, y más MMB. Todo esto les hizo gozar muchísimo y convencerse de que el mejor regalo se recibe cuando se comparten abrazos y sonrisas.

Nazareth Ruiz coordinadora con el apoyo de Gloria, prepararon como actividad final con el grupo de Adolescencia Mercedaria “ADMER” el retiro de cierre de año en la casita para los jóvenes de Cosigüina. En un primer momento realizaron su oración para luego hacer la evaluación del año. También se realizaron dinámicas de reflexión y juegos durante toda la mañana y así, dar paso al almuerzo y posteriormente ir a divertirse a un lugar de aguas termales compartiendo con alegría la experiencia vivida como grupo.

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“Catequistas y delegadas/os
en camino”

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Las y los Delegados de la Palabra y Catequistas del Campo tuvieron su retiro anual el último fin de semana de noviembre. Asistieron  alrededor de treinta personas y como cada año se manifestaron felices y deseas/os de seguirse formando y poder tener una experiencia de Dios más profunda. Lo prepararon las hermanas Abdontxu Viar, Tere González, junto a Gloria Martínez, quienes facilitaron varias dinámicas y momentos de reflexión-oración que contribuyeron a que el grupo profundizara aún más sus distintas experiencias.

También las y los Catequistas de la ciudad tuvieron el cierre de año en la casa de Cosigüina, acompañadas/os de las hermanas Tere, Ana Noemi y Pau. Iniciaron con un momento de oración, dinámicas, y posteriormente un tiempo importante de evaluación y planeación para el siguiente año. De la misma manera aprovecharon el día para disfrutar de las aguas termales y concluir el año con esta convivencia que les alienta a seguir su compromiso como Catequistas.

“Nuestros Grupos Mercedarios”

Y así llegó el inicio de la novena para la celebración de la “Purísima Concepción de María” el 8 de diciembre. Es una experiencia inolvidable para quienes lo viven por primera vez por muchos motivos pero muy especialmente por los amaneceres a las cinco de la mañana con el sonido estremecedor de cohetes, música, campanadas y la Basílica de El Viejo repleta de feligreses. Una Celebración Eucarística a las 5:30 de la mañana y la otra a las 6:30 de la tarde. Después de éstas y durante las celebraciones, cohetes y más cohetes, al anochecer el tradicional juego del “torito” con mucha gente por las calles. Sin lugar a duda es la novena de mayor algarabía que muchas personas hemos vivido, la cual termina con la famosa “gritería”, que consiste en ir visitando casas, cantándole a María e ir recibiendo regalos, gente y gente por las calles que ya desde la víspera vive la fiesta, cantando y saludándose a coro… “¡¿Quién causa tanta la alegría?!… La Concepción de María!!!”.

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“Fiestas de fin de año”

Por último nos queda compartirles el final de la Catequesis con la Primera Comunión de 147 niñas y niños que lucían preciosas con sus vestidos y velos blancos y sus trajecitos formales, incluso algunos con corbata, aún a pesar del fuerte calor que hace en El Viejo. Después de la Eucaristía se organizó un pequeño convivio en la cancha del Centro Recreativo Teodoro Kint preparado con adornos alusivos a la Primera Comunión realizados por las voluntarias, algunas catequistas y hermanas, el lugar se veía realmente de fiesta. En el escenario todo el grupo de la Primera Comunión entonó el canto: “Que canten los niños” con las 147 voces a todo pulmón que invitaba a dejarles a las y los niños su lugar de protagonismo en las familias, y creer que ellas y ellos merecen un mejor futuro. Posteriormente se repartió el refrigerio y bolsitas de dulces, lo cual fue preparado y organizado junto con las madres y padres de familia, toda la celebración fue realmente una maravilla.

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Al vivir la Eucaristía de Navidad junto a la gente de nuestro pueblo viejano, el compartir en comunidad y ya en nuestra cena de Noche Buena recordábamos todas estas vivencias… las velas que acompañaron nuestra oración nos recordaron que ante todo, la Navidad es la fiesta de la luz y de la esperanza… en un país de tanta juventud y tanta promesa dábamos gracias por todo lo vivido y recordábamos que este año se cumplieron 32 años de la Revolución Popular Sandinista, la que inspiró a las y los jóvenes de aquel momento comprometiéndoles por una causa común, y quienes hoy quieren seguir creyendo a pesar de la desilusión y desesperanza que nos rodea. Estos anhelos e inquietudes se unen a los sueños de la juventud de todo el mundo:

 
 
 
“No somos anti-sistema, el sistema es anti-nosotros. Si no nos dejan soñar, no los dejaremos dormir. Esto no es de izquierda contra derecha, es de los de abajo contra los de arriba. Mis sueños no caben en tus urnas, no falta el dinero, sobran los ladrones. Apaga la televisión y enciende tu cerebro….”
 
 
 
Que este inicio de año esté iluminado de sentido, de esperanza en la tierna encarnación de Dios con nosotras/os en todo cuanto nos sale al encuentro y nos lleva a disfrutar y valorar el instante de la Vida.

“LA ILUSIÓN DE SEGUIR CONSTRUYENDO

ESPACIOS LIBERADORES ”

 

“Experiencias

que nos sensibilizan”

En el segundo año de Postulantado, hemos tenido la experiencia de llevar la Misión a unas ONG’s que ofrecen ayuda a niñas que han sido víctimas de “trata y/o abuso sexual”.

Conocimos muchos casos dolorosos, los cuales no quedaba más que callar ante la realidad y orar. Vimos el crecimiento de las niñas y adolescentes a partir de los talleres de “valores y acompañamiento espiritual” que impartimos. Fue difícil al principio que nos tuvieran confianza, pero al final lograron aceptarnos y nos robaron el corazón.

Desde nuestra participación espiritual tuvimos la oportunidad de hacer trabajo en equipo con Educadoras, Psicólogas, Trabajadoras Sociales y Maestras. Fue una experiencia que ha marcado nuestras vidas, ha tocado la profundidad de nuestro “ser” y ha despertado en nosotras la ilusión de seguir construyendo espacios liberadores en nuestra Misión “hoy” desde nuestro Carisma MMB.

Al finalizar nuestra experiencia, nos dimos cuenta que nuestra participación nos hizo más sensibles a esta problemática que es mundial. Agradecemos los abrazos, las tarjetas de recuerdos, los regalitos de despedida, la gratitud, los buenos deseos, los reconocimientos y sobretodo la oportunidad de tener esta experiencia tan profunda de Dios Padre-Madre y de las ONG’s del “Refugio de la Niñez y Asociación la Alianza” (Por seguridad de las niñas las fotografías aparecen distorsionadas).

Mayra E. Castro y Betcy Chicoj, MMB

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“Pedagogía integral y dinámica”

Al recoger la experiencia durante el ciclo escolar 2013, he ido constatando que existen muchos retos para lograr que la educación contribuya en la transformación de la sociedad, necesitamos incorporar una pedagogía integral y dinámica para crear personas autoras y gestoras de su propia sociedad. Por ello, es importante valorar las motivaciones que existen al trabajar en este campo.

Este año he tenido la oportunidad de acompañar a un grupo de niñas y niños de segundo año de Educación Primaria. Todas y todos de una comunidad que se formó de familias provenientes de distintas comunidades del interior del país, algunos llegaron a la Capital de Guatemala en busca de mejores oportunidades para vivir.

Ha sido una experiencia intensa de mucha responsabilidad, por lo que al finalizarla me ha quedado la certeza de haber iniciado con muchos objetivos que iluminarían mis logros durante el proceso del año y al evaluar el término del ciclo escolar reconozco que no sólo se han logrado los objetivos, sino que he recibido mucho más de lo que en mi planificación estaba previsto.

Al acompañar el proceso de educación me he dado cuenta que la niñez guatemalteca tiene mucho potencial que hay que fortalecer para que se desarrollen las capacidades que cada persona tiene por naturaleza. Hay una necesidad urgente de creer, soñar y apostar por la formación de las niñas y niños, brindándoles una educación integral, para que desde las primeras etapas de iniciación escolar puedan despertar sus propias sueños, inquietudes y capacidades personales, tal como lo aplicó Paulo Freire en su pedagogía: “Es necesario desarrollar una pedagogía de la pregunta. Siempre estamos escuchando una pedagogía de la respuesta.”

Es necesario potenciar en las niñas y niños su capacidad de pensar, actuar y generar propuestas nuevas, motivándoles a crear, reflexionar y consultar. Para ello se requiere capacidad de escucha y admiración durante el proceso de cada niña y niño de manera individual para que luego desarrollen y entretejan sus capacidades en lo colectivo.

Uno de los aspectos que más he valorado de la experiencia es la inquietud de las niñas y los niños en su deseo de ser escuchados y admirados, su deseo de hacer que las clases sean dinámicas y generen nuevas motivaciones para seguir aprendiendo.

Ileana Vásquez, MMB

“NUESTRO SENTIR, COMPROMISO Y ENTREGA”

 

“El entusiasmo por dar a conocer a Jesús amigo, compañero y hermano”

Quiero compartir mi experiencia con las niñas y niños de la Catequesis de Primera Comunión. Fueron alrededor de 10 meses donde nos fuimos conociendo cada vez más, especialmente ellas y ellos que fueron conociendo y enamorándose del Dios de Jesús, del Dios de la Vida, del Dios hecho ternura que es Padre-Madre misericordioso pero esencialmente de la actitud y la consciencia de saber que Dios hace todo para todas y todos, de sabernos vivir como hermanas y hermanos, agradecer todo lo que somos y todo lo que nos da gratuitamente, que nos quiere, acoge, espera y abraza siempre. Así mismo, de forma sencilla y entendible, responder a sus preguntas, a sus inquietudes, las cuales les fueron motivando para saber adentrarse cada vez más en la persona de Jesús.

Terminamos en la Parroquia con el retiro junto sus mamás y papás, el cual fue una experiencia bastante enriquecedora y gratificante. Se profundizaron los temas de la Eucaristía, el regalo que se nos hace a través de ella, así como también con el tema de la Reconciliación y por último la invitación a seguir descubriendo a Jesús mediante la participación en comunidades, escuelitas de la fe y por supuesto en lo que cada una y cada uno va experimentando en su proceso de fe, en su caminar como Iglesia-Pueblo de Dios, desde la realidad de su niñez y adultez.

Mayra E. Castro, MMB

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“Las Comunidades Eclesiales de Base
dicen: presente”

 

A mediados de noviembre pasado se realizó el Encuentro anual de Comunidades Eclesiales de Base (CEB’s) con una nutrida participación de comunidades de la Ciudad Capital, así como del interior del país y recibiendo una cálida acogida por parte de la Parroquia de San Pedro Nolasco.

Quiero destacar el trabajo de hormiguitas laboriosas que realizan, tanto cada comunidad, como quienes le dedican tiempo al ministerio de la articulación, de manera que la red no se rompa, sino que se fortalezca y extienda en la Arquidiócesis, en el país, en la región Centroamericana y a nivel Continental. Ésta red viene coloreando y anudando todos sus hilos a partir del Tema central: “Las CEB’s rescatando su Identidad”, con el Lema: “Las CEB’s celebran la inculturación en el Bien Vivir del Pueblo, a la luz del Evangelio”.

Todo este contenido lo han venido reflexionando durante los meses anteriores y ya durante el Encuentro se trabajó en cinco Mesas o Comisiones que funcionaron en diferentes parroquias para luego poner en común lo reflexionado todas y todos el último día durante todo el domingo.

Las 6 mesas de trabajo que reflejan la agenda de las CEB’s a nivel continental son: 1) Formación, Espiritualidad y Celebración de la fe liberadora, 2) Fortalecimiento de la Articulación de las CEB’s, 3) Incidencia y participación ciudadana según el espíritu de los/as mártires, 4) Acompañamiento a la formación de comunidades juveniles, 5) Impulso a la Economía Solidaria y Alternativa, 6) Elaboración de materiales y comunicación.

Finalmente  culminamos con  la Eucaristía que nos tocó preparar al área 3 de la ciudad. Durante la celebración se escenificó el texto de Mc. 8, cuando Jesús pregunta a las y los suyos por su identidad. Y luego, las peticiones donde se fue enfatizando en cada una de ellas el tema de las 6 mesas de trabajo. A manera de envío se entregó a cada parroquia un ejemplar de los documentos del Vaticano II, ya que estamos en el marco del Jubileo Conciliar.

Beatriz Eugenia Becerra Vega, MMB

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“Convivios y evaluaciones
en Adviento”

 

Solo empezar el mes de diciembre, nos fuimos situando poco a poco en clima de Adviento, de esperanza activa, con intentos de mirar la realidad conflictiva, paradójica de nuestra humanidad, con ojos de utopía, de esa intuición que nos jalona para construir algo nuevo cada día y que tiene profundas raíces en la experiencia Mariana y Jesuánica de la Encarnación.

En ese marco, nos reunimos el 8 de diciembre con las y los animadores de las Comunidades Eclesiales de Base (CEB’s) de San José la Comunidad y el 15 con toda la Comunidad de Base de Cotió.

Oramos en tónica de Adviento, reflexionamos sobre tanto bien recibido, poniéndole nombre a lo que queremos anunciar como Buena Noticia del Reino para el “Buen Vivir y Convivir”, luego pasamos a evaluar desde la cabeza-razón, corazón-afectos-pasión, entrañas, manos y pies.

En San José la Comunidad cada animadora y animador compartió el fruto de lo recibido a través de los talleres que tuvimos durante el año con el tema de los Evangelios Sinópticos, lo que eso les ha ayudado en su vida personal, familiar, laboral y de comunidad; algunos de los varones expresaron algo de su proceso de liberación del machismo a través de la vivencia de las CEB’s. En Cotió terminamos con el animado intercambio de regalos, abrazos y almuerzo compartido, para luego incorporarnos durante la noche a la primera posada.

Beatriz Eugenia Becerra Vega, MMB

“Nuestra fe y nuestra esperanza
nos une en un mismo sentir”

Desde el pasado domingo 1 de diciembre entramos en el tiempo Litúrgico de Adviento y con ello las Posadas, dando inicio con el entusiasmo y la entrega de Mayra y Betcy (postulantes) con el ensayo de villancicos de las niñas y niños que desde este espacio comparten su fe y alegría.

Así mismo dimos inicio con la primera posada el domingo 15 de diciembre, saliendo desde nuestra casa (MMB) para el hogar de la primera familia que con mucho gozo y esperanza la recibe; es desbordante la participación de familias enteras no sólo de nuestra comunidad Eclesial de Base, sino de otras familias que se unen a nuestra celebración de fe.

Cada día fuimos reflexionando varios temas a partir del material “ Misión por la Fraternidad”, en relación al contexto, retos y desafíos que presenta nuestra sociedad “hoy” que de alguna u otra manera nos afecta no sólo como iglesia sino como país, donde se nos sigue haciendo énfasis que estamos frente a un contexto mundial, donde las personas más desfavorecidas siguen siendo las mujeres y los hombres con mayores vulnerabilidades sociales, económicas, políticas y culturales, y que es necesario seguir haciendo proceso de empoderamiento en todos los espacios.

En torno a este sentir, al final de cada tema se realizaba un compromiso, en la línea de búsqueda de mejores espacios y oportunidades para todas y todos, especialmente en este tiempo donde se nos invita a acoger a Dios a través de nuestras hermanas y hermanos, de salir a su encuentro y anunciar que está entre nosotras y nosotros. Cada tema fue llevado en su mayoría por las mismas laicas y laicos que van haciendo camino no sólo de fe sino de empoderamiento junto a nosotras MMB.

Que esta experiencia de fe, de recordar la vivencia de José y María junto al niño Jesús, y de un Dios que es Padre y Madre, que se hace amigo en el caminar, nos siga impulsando para apostar por lo que creemos que puede ser posible, en el acompañamiento a los pueblos y comunidades desde nuestro sentir, compromiso y entrega como MMB.

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“FE QUE NOS HERMANA

Y NOS UNE

EN UN MISMO IDEAL”

Con anticipación, estuvimos reflexionando de qué manera podríamos hacer esta celebración, en la que participara el mayor número posible de fieles de nuestra Parroquia Santo Cristo de Esquipulas en Coomba, Quetzaltenango. Decidimos que fuera en domingo por la mañana, que es cuando las personas más alejadas de la parroquia vienen a la cabecera municipal y pueden compartir con nosotras.

El 24 de noviembre, día de “Cristo Rey”, fue el día señalado para dar gracias a Dios por habernos permitido vivir junto a este pueblo tan creyente, tan acogedor y servicial, estos 40 años en los que tantas hermanas Mercedarias Misioneras de Bérriz, han dejado parte de su vida en el caminar y compartir de la fe que nos hermana y nos une en un mismo ideal.

Las hermanas de la actual Comunidad MMB de Colomba: Ody, Lilliam, Nora y María Micaela, nos repartimos las tareas para que todo resultara muy bien y sin agobio.

Les compartimos, que desde el domingo 17 de noviembre tenemos nuevo párroco, se llama Aparicio Vicente Ixmay, parece muy dinámico y apostólico, creemos que podremos coordinarnos y trabajar con él por el bien de nuestro pueblo colombino.

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Hablamos con él para compartirle sobre nuestro aniversario y que deseamos llevar la liturgia de la Eucaristía, él cedió inmediatamente y nos dispusimos a organizarla. Resultó una celebración sencilla y bonita, con la participación de mucha gente de las comunidades.

Al final de la Eucaristía ofrecimos un refrigerio que fue pan relleno de ensalada de pollo y verduras, y agua de horchata, hubo personas voluntarias que nos ayudaron a prepararlo, jóvenes y otros miembros de la coral Santa Ana. Al repartirlo las personas nos mostraban su gran cariño y solidaridad por tantos años al servicio a la Misión.

Ese mismo día tuvimos el primer Consejo parroquial con el P. Aparicio y después compartimos una sabrosa paella preparada por doña Magda, Ody y Nora. Al postre llegó Estela hermana de Ody con toda su familia y nos obsequiaron un gran pastel. ¡Estuvimos muy celebradas!

Agradecemos a Dios por la Vocación Misionera que nos ha regalado y por permitirnos compartirla con este pueblo colombino tan querido.

 

“EN LA NAVIDAD, SE JUNTAN EL SÍ DE DIOS

CON EL SÍ DE LA PERSONA HUMANA”

“Llevando energía,
creatividad y alegría”

Queremos compartirles que en nuestro Colegio vivimos el Carisma Mercedario de múltiples maneras, y una de ellas es el GRUMMER, proyecto dirigido a las alumnas donde de manera voluntaria otorgan una tarde de la semana para realizar una labor social con las personas menos favorecidas.

Como sabemos que las pequeñas pueden aportar con su alegría y energía también a los demás, dimos inicio este ciclo escolar 2013-2014 a nuestro proyecto “GRUMMER Primaria”, el cuál va dirigido a todas aquellas alumnas que desean ampliar y fortalecer lazos de amistad, vivir espacios de reflexión y comenzar a alimentar el deseo de entrega y ayuda hacia las y los demás.

Durante nuestro primer semestre hemos fomentado por medio de diversas actividades creativas el trabajo en equipo, respeto, responsabilidad, entrega y amistad. Cada viernes las alumnas han mostrado mucho interés, ya que a pesar de ser un proyecto voluntario, tenemos la participación activa de 60 alumnas de 4to. a 6to. grado de Primaria. Comenzamos con una convivencia y comida compartida en el patio y posteriormente realizamos diversas actividades de integración, juegos y manualidades que se empapan del Carisma Mercedario, finalizando a las 4:30 pm.

“GRUMMER Primaria” es una plataforma de compañerismo, ya que alumnas de preparatoria son quienes asesoran a las alumnas de primaria y además de dirigir y acompañar, comparten sus experiencias y son modelo para las más pequeñas. Como base fundamental destinamos un espacio para la oración, donde las alumnas van siendo conscientes de su realidad, invitándolas a sensibilizarse en el mundo que nos rodea, siempre guiadas de las MMB y encargadas del Departamento del Pastoral del Colegio.

A partir del siguiente semestre las alumnas comenzarán a compartir la tarde con otras niñas y niños de su edad que viven en Casas Hogares u Orfanatos jugando con ellas y ellos, llevando su energía, creatividad y alegría.

Angelica Nieto

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“Dejar entrar al niño Jesús

en nuestro ser”

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“Experiencia de Adviento y
Navidad con los Niños y Niñas
de Hellen Keller”

Adviento tiempo de espera, de preparación para la venida de Jesús, de compartir con nuestras hermanas y hermanos lo que somos y lo que tenemos.
En este ambiente las alumnas de Preparatoria tuvieron la visita de las niñas y niños ciegos de la escuela de Hellen Keller en su festejo navideño. Estas pequeñas/os les presentaron la pastorela cómica “Lucifer anda suelto” del autor Hugo R. Gómez Paredes.

Las niñas y niños desde su llegada fueron recibido con mucha alegría por parte de las alumnas, algunas se acercaron a saludarles ya que los lunes les acompañan en su clase de educación física como parte de su servicio social, otras en sus años anteriores también estuvieron con ellas y ellos.

El verles expresar sus habilidades histriónicas superando su limitante física, es ya un mensaje fuerte para ellas, “Querer es poder” y “El querer se hace más grande cuando superamos los obstáculos”.

Durante los 45 o 50 minutos de la obra de teatro, nuestras alumnas se mantuvieron atentas a su desarrollo, las risas, el buscar el mejor lugar para verles, los aplausos, demostró como hay una conexión con ellas y ellos, una comunicación más allá, un intercambio de su ser persona.

Esta experiencia nos deja una gran enseñanza llena de esperanza para todos los seres humanos; en este mundo en donde el poder, el tener, son valores tan importantes, Jesús viene a manifestarse en lo pequeño, en lo sencillo, en los gratuito, en nuestra persona. Y así, se cumple esta frase tan celebre de la Beata Margarita López de Maturana:

“Que nada de lo humano nos sea ajeno”

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Con un nacimiento viviente, cantos, pastorcitas y angelitas, se llevó a cabo la Eucaristía de Navidad en nuestro Colegio el Instituto de la Vera-Cruz, en donde año con año nos reunimos toda la Comunidad Educativa para compartir con alegría y esperanza la Navidad y fin de Año. Participamos en la alegría de sentir que en ese niño, se hizo presente la ternura entrañable de un Dios que se hace debilidad. Celebrar la Navidad es acoger el “amor” y la “paz” que nos vino a mostrar el Dios encarnado, Jesús.

Estos eventos son una oportunidad muy especial para convivir como familia y profundizar el gran significado de Dios entre nosotras/os, se nos invita a dejar entrar al niño Jesús en nuestra ser y que la paz y la armonía llenen nuestros hogares.

Al terminar la Eucaristía como es costumbre, se comparte el tradicional ponche y buñuelos, contagiando el ambiente navideño y año nuevo que reina en nuestro Colegio.

Alicia G. Obregón, MMB

“COMPARTIENDO

LA VIDA EN -EL VIEJO- ”

  

“La diversidad abre
a la sensibilidad”

  

En agosto de los días 25 al 29, se celebró en Nicaragua “La semana de las personas con capacidades diversas”. Fue un espacio para reflexionar sobre la exclusión que ellas sufren en nuestra sociedad. Nosotras como participantes de “Casa Esperanza”, Centro que acompaña estas personas y especialmente a mujeres, nos unimos con los miembros de la Escuela Especial para crear mayor sensibilidad en El Viejo y así conseguir que las personas con capacidades diversas conozcan sus derechos y disfruten de ellos. Para cerrar con broche de oro, el día 29 en “Casa Esperanza”, compartimos las tortillas y un platillo típico nicaragüense, chicheros (grupo musical) y así, celebrar la vida junto con ellas y ellos.

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“Jóvenes, cambiamos el mundo?”.
“Que tu vida sea una respuesta!!!”.

 

Tuvimos nuestro Retiro Juvenil el pasado 7 y 8 de septiembre. Fue un momento de acompañar a las y los jóvenes desde una perspectiva “ignaciana”, propiciando momentos de silencio, interiorización y compartir juntas-os la experiencia de Dios. El lema que nos acompañó todo el momento fue: “Jóvenes, cambiamos el mundo? … que tu vida sea una respuesta!!!El grupo de jóvenes expresaron gratitud por esta oportunidad de reflexionar y ahondar su compromiso cristiano. Expresaron sus deseos y sueños de cambiar el mundo… y para que éste sea más humano, depende de cómo lo vayamos construyendo cada una-o desde los lugares donde trabajamos y compartimos la vida diaria.

“Oración por la PAZ-
“Pray for PEACE”

 

Desde el lunes 9 de septiembre hasta hoy, nos hemos solidarizado con nuestras hermanas y con todo el pueblo de Zamboanga-Filipinas quienes han vivido y siguen viviendo momentos difíciles y de conflicto. Los días 11 y 12 fueron momentos intensivos de pedir por todos los pueblos que sufren la guerra pero de manera especial por Zamboanga… pedimos por la PAZ y reafirmamos una vez más que decimos…

  

“ Sí A LA VIDA, SI A LA PAZ Y NO A LA GUERRA”.

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“LA SOLIDARIDAD

NOS UNE”

  

El pasado 18 de agosto jugamos nuestro mejor partido de papi futbol. Eran las 8:00 am cuando fueron llegando al Gimnasio Municipal los distintos grupos juveniles de la parroquia y algunos otros equipos de jóvenes en Colomba Costa Cuca para unirnos en la noble causa de ayudar a Eliseo Hernández. Quien después de haber sufrido un accidente en EE UU. quedó cuadripléjico.

Desde que lo conocimos nos trazamos una meta, recolectar por lo menos Q.2, 000.00 los cuales ayudarían para sustentar, aunque sea un poco, su vida ya que actualmente sólo depende, junto con su hermano, de la jubilación de su abuelo.

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En el trascurso de la jornada deportiva se anotaron 24 equipos y tuvimos que cerrar inscripciones porque ya no teníamos capacidad por el tiempo. El ambiente era como el de una gran fiesta, por un día entero supimos que como jóvenes podemos hacer algo por las necesidades de nuestros hermanos y hermanas, nos dimos cuenta que por medio del deporte podemos liberar a más de dos pájaros de una jaula: por un lado nos divertimos, por otro jugamos sanamente y para darle un plus a lo que más nos gusta, nos solidarizamos con nuestro hermano Eliseo.

Finalmente el día 1 de septiembre fuimos a la casa de Eliseo. El abuelito nos recibió con alegría. Después de hacer una pequeña oración y platicar un rato de su situación, le hicimos entrega de Q.2, 572.00, un poco más de la meta trazada ya que más jóvenes se interesaron en ayudar realizando una rifa relámpago, lo cual fue de mucho éxito. Al final de todo nos quedamos con la satisfacción de haber colaborado y de reconocer que en Colomba vive mucha gente que en su sencillez nos dan ejemplo y nos motiva a desprendernos aún de lo poco que tenemos y que cuando se trata de solidaridad las y los jóvenes damos la vida por ello.

     

“EL CARISMA

NOS TRASCIENDE”

 

“Primeros Votos de
Ana Noemi y Paulina”

  

Era la víspera de los Primeros Votos, cuando en nuestra Comunidad todo era movimiento, no sólo de hermanas y visitas venidas de Guadalajara como Blanca, la mamá de Paulina y dos de sus amigas, Natalie y Ana Paula, sino también de personas solidarias del barrio aquí en Guatemala que vinieron a preparar los adornos florales, a poner los toldos, pues lo más probable es que lloviera, como en realidad sucedió, aunque gracias a Dios de manera leve.

La Eucaristía estaba programada para las tres de la tarde y poco a poco iban llegando las personas invitadas: miembros de las CEB´s (Comunidades Eclesiales de Base), amigas y amigos, el Coro de San José la Comunidad, desde donde brotó la vocación de Ana, también un grupo de jóvenes mujeres-indígenas en formación donde algunas hermanas trabajan y donde Paulina colaboró por un tiempo.

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La celebración se llevó a cabo en nuestra casa, pequeña pero ahí apretaditas y apretaditos nos acompañamos, con un ánimo muy alegre, festivo como ameritaba el acto, así dió comienzo la Eucaristía presidida por un gran amigo, el P. Cirilo Santamaría, OCD, quien con su estilo cercano, sencillo y comprometido nos fue adentrando en todo lo que suponía el compromiso de Ana Noemi y Paulina. Las lecturas fueron muy significativas. Con Jeremías que nos decía “irás a dondequiera que te envíe y proclamarás… no tengas miedo porque estaré contigo para protegerte”. Un salmo responsorial preparado especialmente a partir de las Bienaventuranzas Mercedarias y El Evangelio de Juan que nos recordaba… “ustedes no me escogieron a mí. Yo soy quien las escogí a ustedes y las he elegido para que vayan y produzcan frutos”. Una homilía muy sentida, profunda y a continuación Ana Noemi y Paulina de manera muy sencilla pero linda y profundamente, compartieron lo que ha sido su caminar durante estos 4 años y también algunas otras personas hablaron brevemente.

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Cirilio, preguntó a las dos si estaban dispuestas a “comprometerse libremente, a que su vida sea Anuncio, Testimonio y Servicio del Evangelio, a seguir el ejemplo de Jesús, a una opción por las iglesias jóvenes y en los grupos más excluidos, con una opción preferencial por ellos, y así, a las MMB, si estábamos dispuestas a compartir con ellas la fe, Vida-Misión y acompañarlas sororalmente, a crecer con ellas con el compromiso contraído con el pueblo”. También a la Asamblea le invitó a: “tomar conciencia de la responsabilidad de apoyarlas para que sean siempre fieles a lo que hoy prometen a Dios”.

Llegó el momento de expresar su compromiso, Ana Noemi y Paulina manifestaron algunos de sus deseos: “ser mujer discípula, bendecida y sostenida por la gracia de Dios Padre-Madre, la ilusión de recorrer nuevos horizontes”, “vivir la Vida-Misión al estilo de la M. Margarita, descubriéndome como mujer esperanzada y en búsqueda” y así vivir los Cuatro Votos. Un aplauso grande mereció este momento.

 

La entrega de los anillos, “signo de su alianza con Dios y con el pueblo como Mercedarias Misioneras de Bérriz, mereció otro sentido aplauso. Algo muy bello y emotivo es que gracias a la tecnología, en la computadora vía Skype, la familia de Paulina, pudo seguir la ceremonia paso a paso en tiempo real, se le sentía a la familia aquí y al mismo tiempo a nosotras allá con ella.

Una vez concluida la celebración, pasamos a la convivencia compartiendo felicitaciones y degustando un ponche y los típicos paches (tamales de papá) elaborados por la familia de Ana Noemi, amenizado todo esto con música. Las jóvenes indígenas del Centro de Formación nos obsequiaron un canto, una danza y otra amiga de la Comunidad, un canto con letra de Santa Teresa. Luego siguió la música, jóvenes y mayores disfrutamos bailando en medio de la alegría.

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Posteriormente ya al compartir en casa junto a la comunidad de Colomba y otras amistades, terminamos el día con la cena y la apertura de los regalos, la sorpresa escondida tras cada uno y el gozar juntas este rato. Así concluimos con un corazón alegre y agradecido por la entrega de Ana Noemi y Paulina a la causa del Reino, diciéndoles ¡BIENVENIDAS!… a hacerlo desde este bello Carisma Liberador en nuestro Instituto de Mercedarias Misioneras de Bérriz.

Ellas, después de la visita a su familia, arribarán a “El Viejo”, Nicaragua donde estrenarán su primer destino en medio de aquel querido y empobrecido pueblo.