“LAS ESPERANZAS QUE HABITAN NUESTRO CORAZÓN”

Les compartimos en esta noticia los deseos profundos de mujeres del campo que se esperanzan, se ilusionan con su trabajo y compartir en medio de sus comunidades. Esta noticia es simplemente el deseo de gritar esperanzas frente a las realidades de nuestros pueblos de hoy. Expresan desde sus reflexiones de inicio de año lo que quieren y les motiva a seguir adelante participando de nuestra Misión en Soyatitán, Chiapas. Contemplemos junto a ellas lo que les ha brotado del corazón y quieren compartirnos:

Nuestra esperanza está en Dios y así nunca perdamos la fe. La motivación de seguir adelante desde la gracia de Dios dejándonos ayudar por él y poner en práctica su mensaje, cambiar en nuestra forma de ser con nosotras mismas y con quienes nos rodean empezando siempre en el hogar.
enero14_soyatitan_01

enero14_soyatitan_02

enero14_soyatitan_03

Sabemos que nuestros trabajos tendrán consecuencias, son acciones que algún día van a llegar a escuchar y acoger los varones para que haya igualdad, con la esperanza de que se formen grupos de hombres y reflexionemos juntas y juntos. Queremos que exista más participación de parte de las mujeres y así trabajar todas juntas, estar bien informadas para tomar voz y así, todas colaboremos en las actividades que podamos potenciar. Hemos reflexionado de la importancia del trabajo en colectivo y por eso, deseamos que crezca más nuestro grupo, que la comunidad se acerque a escuchar la Palabra de Dios, que las familias se acerquen más como iglesia, que cada día nos amemos más las unas a las otras y que las y los jóvenes se acerquen a Dios tomando decisiones para bien propio y su sociedad.

Afirmamos que las mujeres nos podemos valorar más por sí mismas y que frente a los temores y miedos debemos buscar ser mujeres libres, sin opresión, sin maltrato y sufrimiento, que lo que habita nuestro corazón no se pierda iluminándonos desde la experiencia del Dios de Jesús.

Ma. Rosa Ramos, MMB

“UN CARISMA VIVO,
LA PASIÓN POR LA MISIÓN”

Aún tengo fresquecito el Encuentro vivido en Perú. Siempre es bello encontrarse con las hermanas de tan distintos lugares y sobre todo en esta ocasión que pudimos compartir en dos temas muy enriquecedores: la Realidad Socio Política, Religiosa de los países donde compartimos la vida, como son: República Democrática del Congo, Zambia, Perú, Ecuador, México, Nicaragua, Guatemala y España, constatando que en todos los lugares hay muchas similitudes como lo es el sufrimiento del pueblo, la violencia, pobreza, etc. pero al mismo tiempo las esperanzas.

También fue muy enriquecedor el adentrarnos en varios temas vitales para nuestro caminar, el constatar la vida misionera de cada lugar y palpar un Carisma vivo, la pasión por la Misión y las esperanzas aún en medio de las dificultades.

El convivir entre el grupo de las 8 representantes, las 4 hermanas de la Comisión Central llegadas desde Roma y con las hermanas de Sudamérica que nos acogieron con tanto cariño fue todo un regalo de Dios.

enero14_santander_01

enero14_santander_02

También tuvimos un espacio lúdico visitando el Círculo Mágico del Agua en un gran parque, un conjunto de 13 fuentes ornamentales, cibernéticas e interactivas en donde el agua, la música, la luz, las imágenes y los efectos láser en perfecta armonía, nos presentan en el telón de agua de la fuente principal el ballet del “Lago de los cisnes”, otros bailes regionales, un majestuoso cóndor que vuela al ritmo de la música de ese mismo nombre. Es un parque lleno de belleza por sus fuentes que ostenta el Record Guinness como el complejo de fuentes más grande del mundo en un parque público. Un lugar para alabar a Dios, para disfrutar de la belleza y del encuentro con la naturaleza.

Rebeca Cervantes Martín, MMB

 
enero14_santander_03

“¡NOS PREPARAMOS PARA LAS MISIONES!”

 

 img_01
Desde el año 1995 el Colegio Instituto de la Vera-Cruz impulsó la experiencia misionera en las alumnas de Preparatoria, posteriormente se abrió esta experiencia a amigas y amigos, familiares y exalumnas. La primera misión la realizamos en dos comunidades, una parroquia en el área rural de la diócesis de Zacatecas y la otra en la misión de San Juan Mixtepec de la diócesis de Huajuapan de León, comunidad en la que vivíamos las MMB, trabajando desde hacía varios años.

Esta primera experiencia nos fue acercando a distintas comunidades donde compartimos su fe y recibimos de ellas el evangelio que nos trasforma.

img_03

img_02
 

A lo largo de ese año se va conformando JUMMER (Juventud Misionera Mercedaria) grupo de jóvenes que quieren vivir su fe desde la experiencia misionera y que desde entonces se reúnen año con año para compartir esa realidad diferente a la suya.

El lunes 20 de enero de este nuevo año 2014 tuvimos el primer contacto con las personas que quieren tener la experiencia de Misión en Semana Santa. A esta reunión asistieron cerca de 50 chavas y chavos, algunas nuevas/os, algunas/os con más experiencia y aunque todavía no definimos los lugares a los que iremos, todas y todos tienen la misma energía y las ganas de compartir con las demás personas de nuestros pueblos, su realidad y toda la riqueza de su fe.

Eli Inzunza y Alicia G. Obregón, MMB

“MI ANDADURA MISIONERA”

 

Hablar de mi andadura misionera es compartir desde las personas con las que he participado en mi vida, lo que ellas han dejado en mí, vivencia de profundo cariño, de bendición y de presencia del Dios vivo. Inicie mi camino en el Valle del Yaqui mi primer envío misionero.

El encuentro con la gente generosa y aguerrida del norte me dejo la vivencia de la fuerza y constancia que se necesita para arrancar del desierto el pan y el vestido.

Mi vida en Ciudad Obregón me llevó a trabajar en el Colegio Instituto de la Vera-Cruz en Guadalajara, Jalisco con alumnas de secundaria con las que compartí mi vida y que me trasmitieron la alegría, la generosidad y el servicio a las personas más necesitadas. Con ellas viví momentos inolvidables, me fui formando como educadora y creciendo como persona.

Con la gente de la ladrillera, barrio donde vivíamos, compartí sus deseos, sus luchas y sus tareas para mejorar, la generosidad y entrega de las y los jóvenes que realizaban distintas actividades y gestiones para tener una vivienda digna, por tener una colonia sana para todas y todos, con sus servicios y sus trabajos en común, por tener alimentos sanos y a buen precio en una cooperativa de consumo y ahorro, en definitiva sus deseos de ser mejores.

Años después al regresar a Obregón, me encontré con mujeres adultas, madres de familia, profesionistas responsables. Visite la colonia donde viví y goce con sus mejoras, sus esfuerzos habían logrado una comunidad digna y hermosa. Pude compartir con algunos de sus pobladores y gozar con sus éxitos.

img_03
 

Hoy he querido compartir mi inicio, donde desde mi juventud me fui forjando en mi vocación Mercedaria y donde comencé a vivir mi andadura misionera. Espero compartir otras experiencias.

Alicia Obregón, MMB