“EL PUEBLO ORGANIZADO GRITA SU DERECHO

A VIVIR CON DIGNIDAD”


Nuestro hogar durante un fin de semana fue la Parroquia del Hermano Pedro; lo que nos llevó hasta ese lugar lejano, entre colinas, árboles y hermosas vistas de la ciudad de Guatemala capital fue el Encuentro Nacional de CEB’s que se llevó a cabo el pasado 15 y el 16 de noviembre.

“Pueblo organizado grita su derecho a vivir con dignidad” fue nuestro tema. Durante la preparación previa como en los días del evento, se convirtió en himno de conciencia, reflexión, alegría, compromiso y búsquedas entre todas las y los asistentes. La riqueza cultural también estuvo presente, pues estuvimos acompañadas de personas sumamente comprometidas de Nicaragua, El Salvador y de otros departamentos de Guatemala.

El encuentro inició con una ceremonia, viviendo nuestra espiritualidad maya, a cargo de una familia Poqomam después de la cual cada una y cada uno nos acercamos a encender una vela y la colocamos alrededor del altar maya. Incluso en el nombre del encuentro también se respetó la riqueza maya con el número cuatro, por lo que el domingo se impartieron cuatro talleres distintos dividiendo y reflexionando cada parte del tema en cuatro lemas: 1) el pueblo, 2) organizado, 3) grita, 4) su derecho a vivir con dignidad.

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En este último lema, Doña Ana, Don Luis, Don Alonso (miembros de la comunidad de CEB’s Cotió) y nosotras (Mayra y Gloria MMB), fuimos facilitadoras y facilitadores, lo cual fue una experiencia sumamente rica porque además del trabajo en equipo, los dotes actorales salieron a la luz haciendo un melodrama en el que representamos las diferencias económicas de nuestro mundo, mismo que permitió la participación y comentarios de las personas a quienes impartimos este taller.

Después de ese momento, hubo una charla de Yuri Melini, activista ambiental, quien nos invitó a reflexionar sobre nuestra manera de ser personas ciudadanas con mayor participación en espacios que nos pertenecen y desde los cuales podemos hacer importantes cambios sociales como un voluntariado, una asociación civil, un partido político o en los Consejos Comunitarios de Desarrollo.

El encuentro terminó con una Eucaristía en donde se compartieron símbolos de la reflexión que se llevó a cabo en cada taller impartido y entre música e incienso, dimos las gracias a nuestras abuelas y abuelos por el momento del compartir, reflexionar, y de co-crear nuevas redes y esperanza para nuestras comunidades que gritan organizadas por su derecho a vivir con dignidad.

Mayra Castro, Novicia MMB y
Gloria Martínez, Postulante MMB

“MI FE SE FORTALECE Y TOMA SENTIDO”

Las posadas en Guatemala, son una preparación hacia la Nochebuena y la Navidad, con el sonido de los chinchincitos, las tortuguitas y los villancicos. Es así como se puede sentir el ambiente más alegre del año, iniciando del 15 al 23 de diciembre. La posada va acompañada de personas de diferentes edades, desde niñas y niños hasta las personas adultas.

En el 2014, las posadas nos dejaron muchas enseñanzas, ya que los temas que se impartieron fueron de gran importancia porque estaban relacionados con lo que estábamos viviendo en nuestra sociedad actual.

A mí, los teman me dejaron mensajes muy positivos, ya que a pesar de todo lo negativo que estamos viviendo podemos observar que hay personas que quieren realizar un cambio, ese cambio por más pequeño que sea será de gratitud hacia nosotras como personas y hacia las demás.

Vivimos en una sociedad en donde los niñas y niños tienen responsabilidades de personas adultas, estas personas tienen que emigrar para mejorar el estatus económico del hogar, donde las mujeres son señaladas, acosadas y reprimidas por el machismo, es ahí, donde tenemos el compromiso de trabajar por la paz.

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Me quedo con lo positivo, con esa pequeña luz que puede lograr mucho poniéndola en práctica y así llenar todo mi interior como mi exterior. Lo que más me llama la atención es la participación de las niñas y niños, se vio como lograban expresarse y tenían voz y voto deseando que se enriquezcan con las tradiciones para que en un futuro puedan ser las y los más beneficiadas/os.

Ahora “mi fe se fortalece, crece y todo toma sentido” ya que se nos acercó la llegada de mi Redentor, el dador de vida que ha dado todo por las personas, el que nos llena de bendiciones en cada respiro!!! Y en estas fiestas navideñas hemos tratado de buscar a ese Dios de vida que nos llene de amor, fe, esperanza y bondad. Busquemos en nuestro interior esa paz que necesitamos para estar bien con Dios, con nosotras/os y con las demás personas.

Dios llene cada hogar de muchas bendiciones, paz y amor! Deseándoles siempre lo mejor para el diario vivir en este 2015!!!

Marielos Tubac C.
Pastoral Juvenil, Guatemala

“LAS PEQUEÑAS COSAS HACEN LA DIFERENCIA”

En el tiempo de Adviento, del 5 al 7 de diciembre, tuvimos la oportunidad de tener una experiencia de Misión, el grupo estaba integrado por diez jóvenes de la parroquia de Colomba, una de la Capital de Guatemala, una de Guadalajara, México, y una MMB, en total éramos trece jóvenes. Tuvimos el gozo de compartir nuestras alegrías y esperanzas con las comunidades del Centro La Mina. Estuvimos en Magnolia Miramar, Santa Eulalia y Blanca Flor con el firme propósito de convivir con las familias de estos tres lugares.

Para ira a las comunidades, nos preparamos con un mes de anticipación y llevar organizado lo que realizaríamos como temas de reflexión sobre adviento, celebraciones de la palabra, también el visitar a enfermos, además de las actividades organizadas por las comunidades.

La estancia en cada lugar fue muy agradable, tenemos mucho que agradecerle a la comunidad por su acogida y cariño, por su alegría y felicidad. En ellas y ellos resonaron las palabras del Papa Francisco: “Puedo decir que los gozos más bellos y espontáneos son los de personas muy sencillas que tienen poco a que aferrarse”.

Esta experiencia nos ha llevado más allá de nuestros propios límites, nos ha permitido descubrir en lo pequeño nuestro ser más verdadero. Somos jóvenes que desean día a día encontrarse con Jesús y su alegría. Nuestro regalo de Adviento ha sido tener la oportunidad de vivir la Misión. Pensábamos que íbamos a dar y dimos todo, y regresamos con las manos llenas, el corazón agradecido y la esperanza puesta en lo que realmente es importante. “Las pequeñas cosas hacen la diferencia”, en lo sencillo se hace presente Dios-Emanuel que camina con el joven pueblo de Colomba.

Nora A. Gómez Mares, MMB

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“Semilla de café que seguirá
dando fruto”

Mi nombre es Ana María Pellat, exalumna del Instituto de la Vera-Cruz, Guadalajara, México. Fui de paso a Guatemala a conocer a su gente y su cultura. Las Hermanas Misioneras de Bérriz: Carmen, Betty, María José, Chela, Ileana, Betcy, Mayra y Gloria me recibieron en su casa de la capital y las hermanas de Colomba: Micaela, Liliam y Nora, me invitaron a pasar unos días para tener una experiencia de Misión.

La hermana Nora junto con el grupo de Juventud Misionera Mercedaria-JUMMER organizaron pasar tres días en comunidades a las afueras de Colomba, adentradas en las montañas, rodeadas de la madre naturaleza y en la que se convive con ella.

En total fuimos trece jóvenes y nos dividimos en grupos, cinco en la comunidad de Rio Negro, cuatro en Magnolia Miramar y cuatro en Santa Eulalia, ahí me quede junto con la hermana Nora. Ruth una muchacha comprometida con su fe que fue desde la capital a la Misión y Jocelyn del grupo de jóvenes que fue su primera Misión. Don Pedro y su esposa Doña Fidelia nos recibieron muy amablemente y nos regalaron de su techo. Conocimos a algunos vecinos que nos compartieron de su café y también de sus historias. Ellos tienen una fuente económica que les regala la naturaleza, el café. Cada año por noviembre y diciembre cortan los granos de café que ya están maduros y que los han ido cuidando desde principios del año; desde preparar la tierra, sembrar las semillas, abonarlas para que crezcan y den el café que después será cortado, despulpado, tostado y al final llevarlo a las fincas donde lo procesarán para su venta.

El viernes, día que llegamos, por la tarde se reunieron las tres comunidades en Rio Negro para festejar la Eucaristía y dar gracias por los terrenos que regresaban a manos de las personas que correspondía. Se reunieron personas mayores, niñas y niños, y al final en comunidad disfrutamos de tamalitos y café.

Ese mismo día por la noche nos reunimos en la capilla de la finca de Santa Eulalia para rezar el rosario a la Virgen de Concepción en su novena. Al día siguiente por la mañana Don Chepe un señor que es Laico de la comunidad nos guio con sus fuerzas a visitar la casa de Doña Juana una señora mayor que vive acompañada de su perro, viste de corte y unos hermosos y coloridos huipiles; no le falta en su vida la felicidad que contagia y la fe que la mantiene viva.

Esa tarde las y los niños representaron en pequeñas obras a San Juan Bautista y el anuncio del Ángel a María. Por la noche volvimos a reunirnos en la capilla para celebrar la novena y compartimos la palabra del Evangelio.

Termino la Misión, dejamos amigas y amigos pero nos trajimos historias que recordaremos y estoy segura que las personas que conocimos sembraron en nosotras/os una “semilla de café que seguirá dando fruto” cada año para que esas fuerzas y la alegría que comparten les regrese cada que vuelvan. Para mí fue un gusto conocer a los y las misioneras, gracias a ellas y ellos se fue a compartir y a aprender por su sencillez y su honestidad al sonreír.

Ana María Pellat
Ex alumna del Instituto de la Vera-Cruz,
Guadalajara, México

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“Juventud con
responsabilidad y compromiso”

El Adviento y Navidad son un tiempo para reconsiderar todo aquello que el año nos ha dejado. Son una oportunidad que nos permite tomar conciencia de quiénes somos y hacia donde queremos seguir caminando.

Como jóvenes tenemos muchos sueños, deseos, anhelos, queremos un mundo donde podamos vivir en paz y armonía, una sociedad que crea en la juventud y sus capacidades. Nos da tristeza escuchar de muchas personas adultas “los tiempos de ahora no son como antes, en mis tiempos las/los jóvenes respetaban, cuando yo era joven vivíamos en armonía, ahora las/los jóvenes sólo problemas son, etc.”. Frente a todo esto, en la experiencia que hemos tenido en las posadas tenían expresiones como estas: “los jóvenes se pusieron las pilas; allá van las/los jóvenes con su posada y que bien cantan; qué alegría nos da recibir a las/los jóvenes porque nos traen alegría; las y los jóvenes nos han ayudado mucho, gracias a Dios que los puso en nuestro camino…”.

Yo soy joven y al igual que muchas otras personas ejerzo mi juventud con responsabilidad y compromiso, porque la juventud sí es capaz de crear una realidad más humana y liberadora. Por este motivo, este año nos propusimos llevar la posada a aquellos hogares donde nadie se imaginaría que la podrían recibir, hogares donde los recursos son escasos, donde hay enfermedad, donde hay soledad y abandono, hogares en los que la mayoría de familiares son de otra iglesia y una escasa minoría es católica, hogares en los que viven personas sencillas y humildes, que desean con toda su esperanza que llegue la alegría del Evangelio a su casa.

En esta experiencia que comenzó como una plática entre amigas se nos ha venido revelando la presencia de Dios Encarnado, el Emanuel que camina con nosotras y nosotros, Él es el regalo de Dios para la humanidad, fruto de su amor que no excluye a nadie, por el contrario, cree en la juventud y acoge a cada persona para darle vida en abundancia.

Joven del grupo Misionero Mercedario, Colomba

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“DEJARNOS ACOMPAÑAR”

“Clausura de la
Pastoral de la mujer”

El domingo 14 de diciembre, comenzamos con la participación en la Eucaristía parroquial, que fue muy concurrida y en la que una familia muy comprometida fue invitada a encender la tercera candela de la corona de Adviento.

Agradecimos a Dios su presencia en nuestra vida cotidiana y en Nuestra Pastoral, Pastoral que se ha rejuvenecido, pues han llegado muchas mujeres jóvenes que nos revitalizan y animan a continuar en el camino.

Después nos reunimos en el Salón Gerardi éramos un grupo muy alegre, 35 mujeres y 21 niñas y niños. La hermana Lilliam entrego los juguetes que recibimos de los Hermanos Maristas de Guatemala que colaboran donando juguetes en tiempos Navidad, y en seguida, comenzamos con el programa que ya se había acordado en la última reunión, las mujeres son muy propositivas y creativas. Tuvimos una posada, bailables modernos y típicos, adivinanzas, dinámicas y chistes. Fue una reunión muy agradable, llena de sentido, hermandad, y tuvimos un rico almuerzo para clausurar el encuentro, en el que nos acompañaron las Hermanas MMB de la comunidad y el Párroco.

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“Las posadas”

El lunes 15 de diciembre a las 5 de la tarde, se celebró la Eucaristía de envío de las posadas de las comunidades de Base, de los coros y grupos que quisieron participar. Anteriormente se había elaborado el folleto para reflexionar y que sirve para evangelizar y para unificar la parroquia.

La hermana Ody y yo participamos en la posada de la comunidad de “5 de enero”, fuimos con todas las personas cantando villancicos, al llegar, nos invitaron a compartir el tema, agradeciendo nuestra presencia y diciéndonos que nos esperaban para que a lo largo del año participáramos con ellos, que necesitan mucha formación cristiana.

Al día siguiente fuimos con el grupo de JUMMER (Juventud Misionera Mercedaria) a la casa de Doña Amarilis, la abuela de Daniel, un niño ciego que ha sido esencia de tanta solidaridad de parte del grupo y de otra mucha gente de Colomba que lo conoció a través de JUMMER.

Ha sido una experiencia de mucho compartir, acompañar y dejarnos acompañar desde la espera del nacimiento del niño Jesús que nos hace vivirnos en hermandad.

María Micaela Reynoso, MMB