“¿QUÉ DECIMOS DE NUESTRO PROCESO

COLECTIVO JUVENIL?”

Durante un mes estuvimos preparando, objetivo, carteles, frases, logística… con la participación de las y los jóvenes, niñas/os y personas adultas para que estuviera lista nuestra “peregrinación”, una marcha organizada con la participación de la comunidades de nuestra Parroquia.

Nuestro objetivo fue que “Desde nuestro ser cristianas/os y personas iluminadas por la palabra de Dios, queremos cuidar y proteger la tierra y territorio, tomando consciencia de todo lo que destruye la vida, denunciando el alcoholismo y droga que afectan a nuestros pueblos”.

Fue una experiencia muy significativa, porque todas las comunidades respondieron a este llamado, ha sido todo un aprendizaje, porque creemos que es cuestión de proponer, de tomar iniciativa, de animar, de abrir caminos y el pueblo va siendo sujeto de su propio proceso. Estamos conscientes de que es el inicio de algo nuevo que va surgiendo en la Parroquia, que hace falta seguir creando consciencia para cuidar y proteger la tierra y territorio, pero lo importante es sembrar la semilla, ya que este es nuestro objetivo, sembrar consciencia para cosechar compromiso en el cuidado de la casa común.

En el mes de julio tuvimos nuestro encuentro de Zona Sur, donde participamos las cinco parroquias, con el tema de “La Alegría del Evangelio”. Hubo mucha participación de las y los jóvenes y, cada parroquia asumió un compromiso concreto de comunicar el amor a otras/os jóvenes y periferias donde no hemos llegado.

En la primera semana de agosto tuvimos nuestro Encuentro Juvenil Parroquial, con el tema “Ecología integral”. El objetivo de este encuentro fue que “Que las y los jóvenes descubrieran nuevas formas de relacionarse con ellas/os mismas/os y con todo lo creado, desde la conexión y sabiduría de nuestras abuela y abuelos, rescatando y viviendo desde nuevos valores”.

Ha sido una experiencia muy significativa, porque vamos tomando consciencia que estamos aprendiendo a relacionarnos de una manera nueva con la madre tierra, estamos haciendo trabajos colectivos, sembrando hortalizas, reciclando, sembrando árboles, peregrinaciones-marcha para denunciar megaproyectos, pero también nos hace falta cuidar nuestras emociones y sentimientos.

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Estamos conscientes que vivimos en un mundo que nos induce a la violencia, como si fuera la única manera de resolver las dificultades, hoy cada vez más se nos invita a que cada persona sea artista de su propia vida, que sea creadora y que tenga la capacidad de gestionar sus propias emociones de una manera creativa, y sin duda la juventud tienes esa capacidad de ir creando nuevas relaciones.

Estuvimos reflexionando los escritos de Mercé Conangla y Jaume Soler sobre “Ecología Emocional” que nos aportan mucho en nuestro crecimiento personal, ellos proponen que las emociones mal gestionadas son fuente de contaminación, agresión, destrucción, enfermedades, muerte interior y muerte exterior; por ello, no basta con afrontar nuestros estados de ánimo de una manera inteligente, sino hacerlo también sin perder la perspectiva del mundo que nos rodea y el compromiso responsable. Les compartimos algunas vivencias personales:

“El encuentro me pareció muy importante y la vez sorprendente porque descubrí nuevas experiencias el saber que cada día tiene un significado, en cuanto a las energías sobre nuestras abuelas/os mayas y todo lo que rodea a la madre tierra, el saber que el cuidado del medio ambiente también es esencial en nuestro ser porque con ello reflejamos lo que somos como persona”.

Con toda esta experiencia profunda de fondo hemos celebrado la Asunción de María el 7 de agosto, dando así inicio a la novena con mucha alegría y entusiasmo, disfrutando de nuestra fiesta patronal, donde todas y todos compartimos con gran gozo esta festividad que nos hermana.


Rosvia Pol Chaj, MMB

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“EJEMPLO CON SU PROPIO SER”

En esta ocasión queremos dar a conocer el reconocimiento que CONFREGUA, la Conferencia de Religiosas/os de Guatemala, hace en su carta trimestral, a nuestra Hermana Beatriz E. Becerra Vega dando la oportunidad de transmitir sus palabra de agradecimiento por su vida compartida en Guatemala.

El titular del apartado en la carta le reconoce: “Mujer entregada con un corazón grande que ha dejado huellas en Guatemala. Agradecemos a Dios por darnos personas que son ejemplo con su propio ser”.

Hermana Betty brinda las siguientes palabras:

Amigas y amigos queridos/as. Aunque varios ya lo saben, quiero decirles que en febrero pasado completé el tiempo como formadora de nuestras jóvenes Mercedarias Misioneras de Bérriz en Guatemala.

Estos últimos 8 años de mi vida compartidos con ustedes en tan diferentes espacios chapines, me han aportado un cúmulo de experiencias a muy diferentes niveles, las cuales luego, poco a poco se van compactando en una profunda configuración que estructura y enardece mi vocación misionera en este atardecer de la vida.

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Se me dio la oportunidad de ahondar en la Cosmovisión maya, a través de personas entrañables, paisajes, acontecimientos, gozos, alegrías, sufrimientos y esperanzas, búsquedas y discernimientos antropológico-teológicas, fiestas y despedidas, sueños personales y colectivos, aventuras y hasta fracasos, caer y levantarse, dormir y despertar, crear y aguardar pacientemente amaneceres durante noches y silencios absurdos y elocuentes, placenteros y dolorosos.

Todo ello acompañada del valiente Peregrino Seductor de Nazaret, a veces innombrable, a veces puro Misterio, y otras, pura sencillez cotidiana que atraviesa y honra lo trivial, terca sabiduría encarnada, curativa y misericordiosa, que incesantemente se hace Pueblo caminante, crucificado, resucitador y co-creador en la Ruah.

Pues bien, actualmente estoy de paso por México D.F., de paso para irme a disfrutar un sabático a España, donde intento hacer una Maestría en Espiritualidad, en la Universidad de Comillas, Madrid. Quiero vivir todo éste año 2015-16, agradeciendo, pasando por el corazón tanto bien recibido en compañía de todas y todos ustedes.

No me cabe la menor duda de que cuento con su cariñosa compañía creyente a través de la bendición que seguramente ya me están enviando y que continuamente intercambiaremos.


Beatriz E. Becerra Vega, MMB

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“EL COMPROMISO MISIONERO DE CUATRO JÓVENES”

Hace varios meses iniciamos la aventura del Voluntariado Misionero Mercedario, un grupo de veinte muchachas mostraron interés de vivir esta experiencia al terminar su etapa escolar en nuestro Instituto de la Vera-Cruz. Durante el primer semestre fueron acompañadas por su Educadora de la Fe, quien fue identificando sus motivaciones y capacidades; todo esto, fue necesario para que las candidatas iniciaran un proceso de preparación y de tal forma ellas mismas identificaran las implicaciones y los retos de vivir en un país diferente y con su propia cultura.

El proceso fue lento y durante el segundo semestre se quedaron muchas de las que habían mostrado ese interés, hubo diversos motivos que les llevó a tomar esa decisión y soy testigo de lo que les costó asumirla.

Durante tres meses fuimos haciendo camino profundizando en el seguimiento de Jesús a través de diferentes momentos: tiempos de charla y discernimiento, estudio de diferentes textos, y un retiro; desde estas actividades las voluntarias fueron capaces de discernir en la llamada de Dios a decir si a esta invitación y profundizar en la persona de Jesús y en nuestra respuesta desde el regalo del Carisma Mercedario que nos dejó la M. Margarita.

El Carisma Liberador que nos invita a vivir en libertad y promoverla, nos compromete a construir un mundo que se vaya formando según el sueño de Dios. El mundo de hermanas y hermanos donde todas y todos estemos incluidas/os en esta sociedad.

Terminamos el proceso de formación con una Celebración de Envió en la que estuvieron presentes sus papás y personas más cercanas a ellas. En este espacio sus papás les impusieron su playera de voluntarias, además se les impuso la medalla de María de la Merced y se les bendijo para que Dios les acompañe en esta nueva etapa de su vida. Esta bendición se las dieron sus padres y las Hermanas Mercedarias que estuvieron presentes. En ella les deseábamos:

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Inician una nueva etapa en su camino invitadas por Jesús a su seguimiento en una nueva experiencia misionera, compartir su vida durante cinco meses en Colomba, Guatemala y Huarandoza, Perú.

El sendero por el que caminaran tendrá momentos de alegría y dificultad, pero estarán acompañadas por Jesús de Nazaret que las ha invitado a esta aventura. Que cada amanecer sea una motivación para ascender con pies ligeros.

Que la tierra vaya haciendo camino ante tus pasos, y que el viento sople suave a sus espaldas. Que el sol brille siempre cálido y fraterno en su cara. Que la lluvia caiga suave entre sus campos. Y hasta tanto nos volvamos a encontrar, Dios les guarde en la palma de su mano. Que el camino salga a su encuentro. Que el viento siempre esté detrás de ustedes. Y hasta que nos volvamos a encontrar, que Dios las sostenga con el puño de Su mano. Que el sol les llene de nuevas energías para redoblar su paso cuando las dificultades arrecien. Que la experiencia de este envió en comunidad, por sus papas, hermanas y hermanos, amigas y amigos y Mercedarias, aquiete su mente y les haga disfrutar del sueño de Dios, el mundo de hermanas y hermanos. Que en cada situación que vivan y allá donde vayan, hagan realidad los valores del Carisma Mercedario.

Que en este caminar, Jesús y su Proyecto sean tu faro, tu luz y horizonte al cual mirar. Que no se les pase la vida sin hacer algo grande por Jesús.

Y que el Padre de Jesús, Dios de la Vida las bendiga y las guarde, les muestre su rostro y les haga experimentar su amor y su felicidad, acompañadas de la Virgen de la Merced, Madre, guía y compañera y que el espíritu Misionero de la Madre Margarita pinte de colores sus vivencias misioneras y con un amor universal e incondicional por la Misión. Amén.

Después de esta bendición vino una porra grande a Jesús que nos sigue invitado a seguirlo y a ellas en concreto, a compartir parte de su vida llevando la buena noticia y recibiéndola de los pueblos a los que han sido enviadas.

Por último tuvimos un convivio con todos los familiares, hermanas, hermanos y amistades que asistieron a la celebración.


Alicia Obregón, MMB