“DAR A CONOCER A JESÚS Y SU PROYECTO”

El domingo 23 de octubre, día del DOMUND, participamos como Comunidad de Cotió en la V Expo Vocacional en el Convento de la Merced, en Antigua, Guatemala. La Expo estuvo coordinada y convocada por la Pastoral de la Vicaría de Sacatepéquez, Santo Hermano Pedro.

La actividad dio comienzo a las 9am, con la participación de 23 comunidades religiosas y la Fraternidad de Institutos Seculares.

Una característica muy interesante, fue que cada miembro del Equipo Organizador, llevó a las y los jóvenes de los grupos juveniles con quienes trabajan, reuniéndose así, un gran número de jóvenes.

El Convento de la Merced, es un antiguo convento colonial de grandes dimensiones, ya restaurado después del gran terremoto que asoló a la antigua capital Santiago de los Caballeros en 1773, hoy conocida como Antigua, Guatemala.

El evento se realizó en el gran patio aledaño a la Iglesia y al actual convento de los Padres Mercedarios. El patio cuenta con una monumental fuente en su centro y es rodeado por cuatro grandes corredores, donde nos instalamos todas las Congregaciones con nuestro material para así, brindar información a quien lo requiriera. En el espacio que nos tocó, tuvimos la feliz coincidencia de estar junto a la “Familia Mercedaria”, los hermanos de la Orden de la Merced y las Religiosas de la Orden de la Merced.

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Uno de los corredores se utilizó para improvisar un foro, donde se trabajó con la juventud que llegó de distintas parroquias, impartiéndoles charlas. También se contó con un excelente coro y grupo de animación. Ahí mismo se celebró la Eucaristía como cierre de toda la actividad.

A las 11am, cada integrante del Equipo Organizador con el grupo de jóvenes que le acompañó, fue recorriendo las diferentes mesas en las que nos instalamos las Congregaciones, para ir recibiendo la explicación de cada “Carisma”, así como las obras y trabajo que realizamos. También se mezclaban personas que entraban como turistas o que salían de misa, a recorrer el Convento de la Merced, interesándose muchas de ellas en nuestro material e identidad.

El Equipo Organizador preparó alimentos para todas las personas participantes, logrando un ambiente sencillo, alegre, que nos unió como personas que buscamos un solo fin: llevar la Buena Noticia de Jesús en los ambientes y personas más vulnerables.

Como Comunidad, quedamos muy agradecidas de la experiencia, ya que pudimos relacionarnos y conocer diversos “Carismas Religiosos”, así como las interesantes áreas de trabajo donde cada Congregación realiza su vocación y constatar la necesidad de buscar puntos de encuentro, ya que es más lo que nos une que lo que nos separa, en éste deseo de dar a conocer a Jesús y su Proyecto de Vida en ésta “hora” de la humanidad.

Comunidad MMB, Cotió

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“COMPARTIR LO QUE SE TIENE ES SOLIDARIDAD”

El pasado 16 de octubre se realizó la kermés, organizada por la CEB´s (Comunidad Eclesiales de Base), de nuestra colonia Cotió en la Capital de Guatemala. Es una de las actividades que implica mucha organización como, por ejemplo, ponerse de acuerdo en lo que se venderá el día de la kermés, quién lleva el sonido, el horario y la fecha para ver cuándo es el día más propicio para dicha actividad. Y, lo más importante es que cada familia y/o persona que participa en la CEB´s, comparte lo que puede, nadie se siente obligado/a para dar. Es un compartir gratuito… gratis lo recibieron pues comparten gratuitamente (Mt 10,8).

Les compartimos la experiencia de algunos miembros de la CEB´s que nos contaron cómo vivieron la kermés.

“Fue muy buena, sobre todo el propósito con el que se hace es con el fin de apoyar a las personas que necesitan en momentos difíciles de enfermedad u otras necesidades, así, se les da una ayuda económica, víveres o también se les visita. Es satisfactorio trabajar con un propósito porque cada uno/a colabora (Herlinda).”

“Nos fue muy bien, logramos nuestro objetivo porque todos y todas colaboramos y eso nos motiva. Estuvo muy animada es un trabajo de todos los miembros y, que se convierte en convivencia. En la venta para poder ayudar, cada uno/a aporta su granito de arena que significa mucho para la persona o familia que se ayuda.”

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En definitiva, la kermés no es sólo vender, sino compartir, es un espacio donde se convive, se dialoga más ampliamente y es una oportunidad para conocernos más. ¡Ah! también consumimos, es decir, compramos otros platillos para ayudarnos y vivir la solidaridad (Ana Chamalé y Luis Us).

Además, en la kermés, existe una variedad de platillos típicos guatemaltecos como: pepián, que es el más solicitado, revolcado, churrasco, tostadas, enchiladas, tacos y también tuvimos sopes mexicanos, etc. Y, el postre especial, los deliciosos rellenitos y arroz con leche.

Esta vez, la comunidad MMB de aquí en nuestra colonia, se unió a la CEB´s y elaboró unos deliciosos sopes mexicanos para enriquecer la variedad de platillos.

Herlinda, Ana Chamalé, Luis Us y
Comunidad MMB

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“PARTEAGUAS”

Parteaguas… Podría ser así, como definiría en pocas palabras la tapisca.

La semana del 16 al 23 de octubre fue nuestra primera experiencia en los cafetales y con las comunidades del campo.

A mí me tocó irme a Santa Eulalia en el Chuvá, un lugar en medio del monte a casi tres horas de Colomba donde lo único más bonito que sus paisajes, es su gente.

La tapisca siempre fue una de las cosas que más me entusiasmaba de venir, no cualquiera tiene la oportunidad de desprenderse así de su rutina para vivir una semana llena de aprendizajes y vivencias especiales.

Desde que vi a Don Pedrito llegar por mí y después, juntos cruzamos el mercado de Colomba con todas nuestras cosas, supe que después de esta experiencia ya nada iba a ser igual. Desde el camino es imposible no ir asombrada simplemente, porque viajar en la “chuvasteca” que es el trasporte para ir al Chuvá, ya es toda una aventura y, además la carretera son algo que no tiene comparación.

Allá el día comienza muy temprano donde lo primero que toca hacer es ir al molino para hacer la masa de las tortillas y preparar el desayuno. El primer día desgranamos maíz y fuimos a visitar a algunos enfermos de la comunidad.

El segundo día, fuimos a tapiscar… fue una de las experiencias más reveladoras e increíbles de mi vida. Desde el caminar una hora y poquito más para llegar al terreno que está en la cima del monte, desayunar entre las matas de café y después comenzar a cortarlo es una rutina llena de magia y de detallitos que vale la pena contemplar.

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El resto de la semana hicimos el proceso de preparación del café, desde separarlo, despulparlo, lavarlo y ponerlo a secar. Es un trabajo duro, pero con orgullo.

El jueves fuimos a una cascada y pudimos compartir un rato muy agradable con las y los patojos (jóvenes) y con la llamada “Tierra Sagrada”. Caminar por las veredas del Chuvá es descubrir tesoros naturales que crean una fascinación extrema por amar y agradecer la vida, un deseo intenso de querer volver y compartir la felicidad más auténtica.

Tuve la oportunidad más que nada que convivir y pasar tiempo con la familia en la vida de campo, su manera de vivir es algo que jamás había visto, ni siquiera imaginado. Estas personas viven con mucha serenidad y les brota una desinhibida nobleza natural.

Allá casi todas las personas se llaman entre sí hermanas o hermanos, lo cual, tiene un sentido sumamente profundo de pertenencia y de corresponsabilidad, respeto y solidaridad unas personas con otras. Se vive un estilo de vida tranquilo, sencillo y muy muy sincero.

Viven la fe de una manera admirable y muchísima devoción por un Dios vivo, que da vida como centro y horizonte vital. No cabe duda que a pesar de cualquier cosa no hay persona más dichosa que quien se siente bendecida.

Aprendí y desaprendí, entendí y desentendí muchas cosas y, definitivamente, esto ha hecho un eco sumamente profundo en mi corazón. Sentí, vi y viví cosas que jamás olvidaré, cositas que en la apariencia parecen pequeñas o insignificantes pero que realmente son lo más importante en la vida.

Espero ser capaz de guardar en mi corazón todo lo que ahí pasé, para que “No se me pase la vida sin hacer algo grande por Jesús” como lo vivió lo expresa la M. Margarita.

Margarita Ortiz Covarrubias
Voluntaria del Instituto de la Vera-Cruz

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“AGRADECIDA CON DIOS POR LO VIVIDO”

Como parte de nuestro voluntariado en la Misión de Colomba, Guatemala, tuve la oportunidad de vivir una semana en la comunidad de Santa Rosa con Don Nayo, Doña Lauriana, sus dos hijas y su hijo. Todos en la casa fueron muy amables y atentas/os, tanto que, me llegaron a tratar y a cuidar como a alguien de su familia.

Trabajé con Doña Lauriana en una finca que está a 45min. de camino de su casa, estuvimos recogiendo macadamias ya que el café aún no estaba maduro para cortarlo, eran muchas horas bajo el sol y caminando buscando las macadamias. Es un trabajo muy cansado y a la vez muy mal pagado, es duro ver por todo lo que tienen que pasar los trabajadores en las fincas y que no sea reconocido su trabajo adecuadamente.

Durante la experiencia, tuve la oportunidad de que me invitaran a la escuela de Santa Rosa para ver algunas presentaciones que hicieron las y los alumnos sobre Guatemala y, las culturas indígenas. Ahí, probé algunas de las comidas típicas y conocí a muchas/os jóvenes con quienes después estuve platicando y encontrándonos durante la semana.

También, pude participar en algunas de las Celebraciones de la Palabra de la comunidad y una fiesta de quince años y así, conocí a muchas personas con las que compartí muy buenos momentos.

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Tristemente tuve la experiencia de acompañar a la familia en dos velorios de personas cercanas a ella, aunque también hubo día feriado el 20 de octubre por el aniversario de la Revolución de Guatemala, así que pudimos organizar un paseo. Fuimos a un al río cercano y una cascada con algunas amigas de la clínica donde trabajamos en Colomba, fue una tarde muy alegre y terminamos el día con una rica comida hecha por todas.

Básicamente la semana consistió en vivir con la familia su vida cotidiana. Me siento agradecida con Dios por haber vivido esta experiencia, por haber aprendido tanto de las personas con las que estuve. Desde esta experiencia, valoro mucho más el cariño que me ha dado mi familia y amigos, y por supuesto, el trabajo que hacen las personas del campo.

Ana E. Moreno Casado
Voluntaria del Instituto de la Vera-Cruz

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“DIOS DEJA A NUESTRA VOLUNTAD
LA CORRESPONDENCIA”

El 16 de octubre se realizó la Jornada Vocacional organizada desde la Pastoral Juvenil en nuestra Parroquia de Colomba en Guatemala, así, como se ha venido organizando en años anteriores, con el objetivo de acompañar los procesos de maduración humano-cristiano de las y los jóvenes para que den una respuesta libre y responsable al plan de Dios desde una opción de vida.

La actividad dio inicio con la Eucaristía donde el Padre Aparicio Vicente Ixmay, párroco de Colomba compartió su experiencia como Sacerdote Diocesano.

Luego de la Eucaristía hermana Paulina Soltero Barba MMB, compartió con las y los presentes el tema de “La vocación a la vida” para luego dar inicio con los testimonios de las personas invitadas cada una con su distinta opción de vida.

Quien dio inicio fue Fidel Solís quien pertenece a la Orden de los hermanos de Belén. Fidel es originario de Colomba, nos comentó, cómo fueron sus inicios y como comenzó su proceso hace diez años. También nos platicó que, estuvo en Pastoral Juvenil y que su vocación nació en el grupo JUMMER, fue gracias también a las hermanas MMB que le ayudaron en su proceso de búsqueda. En lo personal fue muy enriquecedor escucharle compartir por primera vez en Colomba, cómo fue que nació su inquietud vocacional y lo que esto supone en su día a día, el estar lejos de su familia, las dificultades que ha encontrado en el camino, pero sobre todo como va descubriendo a Dios en las hermanas y hermanos, nos hizo la invitación a no tener miedo, a seguir lo que nuestro corazón quiere sin importar el qué dirán.

El matrimonio invitado fue don Luis y doña Yoli, ambos participan en la comunidad Hermana Vicky, ella es quien dirige la comunidad y también es Ministra de la Comunión. Compartieron como han sido estos 44 años que llevan de matrimonio, que, aunque en algunas ocasiones tienen dificultades las han sabido sobrellevarlas. Resaltaron que lo primordial en su matrimonio es el respeto, el amor, pero lo principal es tener a Dios como centro del mismo, fue lindo escucharles cómo fue que se conocieron, cómo a través de lo que decían sus rostros expresaban aun esa emoción que sintieron en ese entonces.

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Ani Moreno una de las voluntarias nos compartió su experiencia como Laica Misionera. Ella es originaria de Guadalajara, México, lo que ha sido el estar lejos de su familia por tanto tiempo, cómo la misión le ha llenado bastante y enriquece cualquier distancia o añoranza dando sentido a un actuar comprometido junto a Jesús en las realidades más necesitadas.

Por último Hna. Pau nos platicó como ha sido su caminar como religiosa MMB. Fue muy interesante escucharle hablar, cómo fue que tuvo que decidir entre dos opciones que le atraían para su futuro, porque, es parte del descubrir la vocación en la vida y, también aprender a discernir lo que realmente queremos realizar de nuestra vida y darle sentido, porque a la larga lo que quiere Dios, es precisamente que seamos felices.

El contar con este tipo de espacios es fundamental para nosotras/os las/os jóvenes hoy en día, el ir descubriendo y emprender una “Ruta de búsqueda”, como se compartió al final de la Jornada y así, ir reconociendo el llamado que Dios nos hace a través de varias opciones de vida, al contar con personas que nos apoyan para realizar este tipo de actividades en nuestra Pastoral Juvenil.

Quisiera terminar con una frase de la Madre Margarita que salió a relucir durante uno de los testimonios, que nos habla precisamente de la elección que hacemos en nuestras vidas: “Hay momentos en la vida de trascendencia importantísima y es cuando Dios nos muestra un camino a seguir, luego deja a nuestra voluntad la correspondencia”.


Marleny Yoc
Integrante de la Pastoral Juvenil
Parroquial de Colomba

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