“ABRIENDO EL CORAZÓN”

“Una mirada a Jesús el gran misionero… nos ayudara a asemejarnos a él en algo” M. Margarita.

Este año la Misión nuevamente nos llamaba, a su vez, nos esperaba con las personas de las comunidades que se estaban preparando con un corazón abierto y lleno de alegría para vivir en comunión el misterio más grande de nuestra fe: la Vida-Misión, Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.

La Cuaresma nos preparó para sentir, escuchar y poder responder a esta llamada, llamada que fue acogida por las y los jóvenes de JUMMER, por las madres cristianas y algunas laicas, además de nosotras las MMB.

Este grupo de misioneras y misioneros, deseaban acompañar y dejarse acompañar por Jesús en toda esta experiencia y para ello tuvieron una preparación con un Retiro cuaresmal que les motivó a vivir con un sentido profundo el caminar hacia la Pascua de Jesús. En la preparación para Misión también hubo personas del pueblo viejano que apoyaron con víveres y recursos económicos, este gesto de compartir motivo aún más a los y las misioneras.

El domingo 28 de marzo, tuvimos una oración de Envío muy especial. En este espacio se les dio a conocer los nombres de las comunidades para la Misión y el grupo que iría a cada comunidad. Los grupos estuvieron conformados por tres jóvenes y una hermana MMB como responsable. Un grupo tuvo su experiencia en las comunidades de Los Pocitos, Los Limones y Palermo; otro grupo en la comunidad de Venezuela y otro en la comunidad de La Picota y Santo Domingo. Además hubo un grupo que desde El Viejo se dedicó a visitar algunas de las comunidades más cercanas como la Norwich, Zopilotepe y Santa Rosa en el Ingenio.

¡El día tan esperado llegó… Así es! Desde muy temprano del miércoles 1 de abril, las y los jóvenes llegaron al Centro Catequístico con mucha ilusión y entusiasmo. Cada grupo se puso en camino hacia las distintas comunidades. Iban preparados con alimentos para compartir con las familias en donde se quedarían durante estos Días Santos, así como también de materiales que ayudaran a nutrir el sentido de cada experiencia.

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Cada comunidad contaba con Catequistas y Delegadas/os de la Palabra, junto con ellas/os se vivieron los Días Santos organizando las celebraciones, visitando a las personas enfermas, motivando a las familias, a las niñas, niños y jóvenes a participar en las celebraciones. Cada persona, sin duda, mostraban el rostro de Jesús en todo cuanto hacían y tenían: sus caminatas de varias horas por el campo para participar en las celebraciones, el compartir entre ellas y ellos lo que de sus cosechas producían, el deseo de convivir en comunidad estos días que estaban cargados de un sentido profundo de fe que solo se hace especial celebrándolo en comunidad.

Tuvimos la oportunidad de vivir la Vigilia Pascual uniéndonos todos los grupos junto a las comunidades del pueblo viejano en la Iglesia de San Miguel Arcángel. El encontrarnos junto a las comunidades con las que nos tocó compartir este y otros años fue muy especial. Había rostros llenos de sonrisas, miradas agradecidas, abrazos en sintonía con todo lo aprendido y lo significativo que fue la experiencia, había muchas ganas de compartir todo lo que habíamos vivido cada una/o en las distintas comunidades. Con todo el gozo que nos rebozaba, nos dispusimos a celebrar, agradecer y seguir tocando a Jesús encarnado en la fe de tanta gente que fortaleció la fe propia.

En la madrugada, después de la Vigilia Pascual regresamos al Centro Catequístico. Con una oración especial de cierre, nos dispusimos con el corazón abierto a compartir todo cuanto se pudo recoger de la experiencia. El compartir fue muy rico y profundo. Estas fueron algunas expresiones:

“Las oraciones que realizamos en la mañana y en la noche me ayudaron a recoger y vivir con sentido todo lo que vivía cada día”.

“El Jueves Santo, en el Lavatorio de pies, pude experimentar el servicio sin reserva y darme gratuitamente a quienes me necesiten, fue una experiencia muy nueva”.

“Tuve experiencias que no me imagine tener, en las que Jesús me removió y me enseño a ver con respeto las realidades de las familias de la comunidad, que en medio de sus dificultades y limitantes, tienen un corazón enorme para transmitir esa fe que viven con tanta devoción”.

“Ha sido un regalo esta Misión, porque pude experimentar lo que la gente vive, tocar sus esfuerzos y sus luchas en lo que hacen día a día y ver la energía que tienen ya que después de sus quehaceres tenían que caminar demasiado y participar con tanta alegría a las celebraciones”.

Esta fue nuestra Misión como JUMMER 2015, donde se palpo de diferentes maneras los valores de Jesús que tanta fuerza tienen hoy para nuestra vida. Servicio, entrega, compromiso, sencillez, cercanía, alegría, felicidad, encuentro y muchos más… Valores que a cada una/o nos compromete con aquello que más toca nuestro corazón para seguir encarnando a Jesús en la Misión del día a día.

“Hoy doy gracias a Dios que nos dan la oportunidad de seguir a Jesús más de cerca” M. Margarita.

Ana Noemi Chocón Ajcú, MMB
Paulina Soltero Barba, MMB

“PARTICIPACIÓN Y ENTUSIASMO NO DEJA DE BRILLAR”

¿Cómo puedo hacer para impulsar y fortalecer la experiencia de fe que han recibido las niñas y los niños en su preparación para la Primera Comunión?… Esta fue la pregunta con la que se dio inicio a un proceso de acompañamiento a jóvenes líderes de la Iglesia El Calvario, en El Viejo.

En junio de 2014, el Padre Maykol, sacerdote de dicha Iglesia, se acercó a las Hermanas Mercedarias quienes llevamos la formación de Catequistas del Centro Catequísticos para que pudiéramos acompañar tres jóvenes y así, animar la presencia de niñas y niños en la Iglesia. He sido encargada de llevar esta formación y acepté gustosa esta propuesta.

Los grupos se conforman de la siguiente manera:
• Pre-Comunión, “Amiguitos de Jesús: Son niñas y niños de 3 a 6 años.
• Comunión, “Jesús pan de Vida”: Son niñas, niños y adolescentes de 7 años en adelante.
• Post-Comunión, “Caminando con Jesús”: Son niñas, niños y adolescentes que ya han recibido la Primera Comunión.

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El último domingo de cada mes, los grupos se encargan de realizar los servicios de la Liturgia de la Palabra, pedir las ofrendas, etc. esto se dio con el sentido de que los y las niñas se sientan parte del caminar como Comunidad Cristiana y para que participen motivadas/os en las diversas actividades.

Salvadora, Maynor y Alma son jóvenes entusiastas que han permanecido hasta hoy, acompañando a los grupos y como coordinadoras/r, empezaron a recibir el acompañamiento y formación para impartir los temas desde una metodología adecuada.

El 30 de mayo, fiesta en honor a “La Virgen de los Desamparados”, viviremos la alegría con las niñas y los niños que se han preparado para comulgar por primera vez a Jesús en la Eucaristía. Es una emoción que ya se empieza a sentir por los preparativos que se están realizando… ¡Una gran celebración comunitaria!

Desde sus inicios ha sido una experiencia muy especial porque ha significado el buscar, crear, programar y organizar… Aprender, equivocarse y reaprender todo lo que este proceso educativo implica. Han habido muchos aprendizajes y novedades ya que para las coordinadoras/r ha sido su primera vez en llevar un grupo, y expresan lo importante que ha sido este reto para su vida. Incluso, en cada taller al que hacen presencia, su alegría, su energía, su participación y entusiasmo no deja de brillar y eso es admirable.

No cabe duda que cuando Jesús llama a participar en la construcción del Reino, lo hace por las tareas que quizá la persona nunca se hubiera imaginado participar, y solo quien se deja motivar por el Espíritu de Jesús es capaz de responder y hacerlo con amor y con el potencial que tiene para permanecer.

El acompañar a las/os jóvenes ha sido también gran aprendizaje que he disfrutado mucho porque es un compartir en donde el único objetivo ha sido transmitir al Dios de Jesús, su Vida-Misión que tanto nos sigue atrayendo para ser parte de la construcción del Reino.

Ana Noemi Chocón Ajcú, MMB